"Un demonio dentro de mí" [Una historia de KNY] (Finalizada)

✨ Una última opción ✨

*Narra la narradora:*

Después de ser capturados por Tomioka y los kakushis, se encontraban ambos siendo llevados a la sede de la organización de cazadores de demonios. Tanto Kanao como Tanjiro estaban aún inconscientes y no podían levantarse después del tremendo golpe y ataque que habían recibido, los dos serían condenados por haber puesto en peligro la vida de las personas que los rodeaban, por arremeter contra las normas.

Al despertarse, se encontraba echada en una camilla de reposo, apenas podía moverse bien y hablar, recién había recapacitado de la cabeza. Kanao estaba mareada y sobretodo no sabía dónde rayos era este lugar. Cuando empezó a pararse, trataba de extender su mano para agarrar su bastón, pero éste sería alcanzado por alguien más.

- Toma... -dijo la voz-

Esa voz provenía de alguien familiar, se trataría de Aoi, quién fue para ayudar a Kanao en esta situación, debido a que el estado en el que se encontraba no era adecuado y aparte no quería poner en riesgo la salud de la chica. Kanao se asustó pero lo tomó por sorpresa esta visita repentina de Aoi. Desesperada, quería intentar nuevamente salir de la habitación en donde se encontraba, pero antes, decidió preguntarle a la ojiazul sobre su paradero.

- Estamos en la sede. -asintió Aoi-

- ¿Cómo? ¿Donde esta Tanjiro? -preguntó la chica-

- Tranquila, debes de reposar. Recien acabas de levantarte. Déjame ayudarte.

- No, no, no. Necesito saber dónde está él.

- ¡Ya! ¡Calmate! Está siendo cuestionado por Tomioka.

- ¿Que?

- ¿Por qué nunca me dijiste que estabas ocultando a Tanjiro en la finca?

- No ¡No puede ser!

Si Tomioka sería quién lo iba a interrogar, eso daba a entender que lo que le pasaría al pelirojizo, era muy malo. Kanao tenia en cuenta en como Giyuu interrogaba a los enemigos para poder sacarle información pero si estaba solo con Tanjiro en una habitación, no valdría nada, estaria condenado a muerte instantánea. Rápidamente, aprovechando que Aoi estaba distraída, preparando la medicina para calmarla, la ojimorado sale del cuarto de reposo y se va en busca del pelirojizo.

(...)

Por el contrario, Tomioka están esperando en una habitación oscura, Tanjiro seguía sin despertar, aunque, después de unos minutos, éste abrió los ojos y se levantó débil y mareado. El chico no comprendía donde estaba, sin embargo, el pelinegro le dio la ubicación.

- Estas en la sede. Aquí estaras hasta que esperes tu destino ¡Demonio! -respondió con ira-

Tanjiro estaba confundido, cómo sería posible que le dijeran ese nombre y peor proviniendo de la boca de aquel qeu consideraba un amigo o hermano. El pelirojizo no captaba la situación, no hasta que Tomioka se le ocurre seguir con la interrogación.

- Te ocultaste muy bien. Déjame decirte que me sorprendiste mucho, Muzan. Sin duda, eres un demonio muy fuerte pero a la vez COBARDE. -insinuó el ojiazul-

- ¡Que! Tomioka, yo no soy Muzan, soy Tanjiro solo tienes que confiar en mí.

- Sigues intentando manipularme, pero en realidad, ya no caeré en tus juegos. Morirás tal y como mataste a todos aquellos que eran personas inocentes.

- No, te equivocas. Yo no soy Muzan. He vuelto a ser el mismo. Puedo ser yo mismo.

- ¡Deja de usar a mi amigo para tus fechorías, maldito! Sé que aún lo puedes controlar pero voy a acabar contigo a partir de hoy. Así que, quiero saber si sigues ahí. -caminó hasta llegar a un escritorio, donde había un cuchillo-