Toques húmedos
27 de octubre de 1890Advertencia: contenido semiexplicito
Sus alientos cada vez se unían más y sus suspiros incrementaban con el paso de los besos, estaban tirados en el sofá besándose una y otra vez, tocandose, sintiendo toda esa adrenalina, ese sentimiento arduo en sus estomagos, en sus labios, en sus entrepiernas, en sus corazones, tomaban su cuello con desesperación en busca de más, gemían al unisono al sentir sus lenguas chocar, juntaban sus manos largos segundos.
-Deberíamos detenernos Louis- susurraba el pelinegro mientras besaba cada mejilla del castaño y levantaba un poco su camisa para posar sus manos en su cintura.
-Lo sé, pero no quiero, te deseo Harry.
Ruborizado el pelinegro seguía con el arduo y extenso toque de sus palmas en la delgada espalda del ojiazul pasando las yemas de sus dedos por las comisuras de sus vértebras, posando con gran fuerza las manos en sus caderas, Louis estaba tan excitado en este momento que había perdido la noción de lo que hacía, todo el miedo que sentía de mostrarse desnudo, tal cual como era se había esfumando y solo podía pensar en una cosa, amar a Harry.
Sentían el calor, el sudor les caía por la frente pero no sé detenían, rozaban sus cuerpos, los cuales estaban completamente desnudos en este momento, Louis yacia arriba de las piernas de Harry mientras se aferraba al cuello del mayor y el pelinegro dejaba besos a lo largo del pecho de su amado.
Gemían al sentir sus erecciones prolongadas bajo su ropa interior, era de mañana Harry aún podía escuchar los pájaros trinar mientras dirigían sus alas de un lado a otro, sentía la brisa mañanera de la ventana abierta que yacia a su derecha, veía las cortinas temblar con este viento, sentía los labios de Louis una y otra vez rozando los de el, sentía los dedos del castaño acariciando sus rulos aferrándose a ellos.
Sentía el impulso de arrebatarle la tela blanca de las caderas a Louis, sentía la pasión y la adrenalina en ese momento, sus pensamientos estaban arduamente con cada cosa que le haría al castaño, pero recordó, recordó cada cosa que pasaba en ese momento.
-Louis, cariño, por favor hay que parar mi hermana va a llegar- murmuraba mientras el castaño dejaba uno tras otro beso en los labios de Harry mientras exclamaba su preocupación.
-Lo sé, lo se, mi sol- murmuraba el ojiazul mientras dejaba un último beso en la mejilla del rizado y rápidamente se empezaba a cambiar.
Habían pasado tantas cosas que aún seguían agitados, con ropa en sus cuerpos y sentados frente al gran almuerzo qué habían preparado momentos antes, estaban sonrojados al recordar cada cosa que hicieron y que tocaron.
-¿Están bien?, los noto cansados- decía la pelinegra con un gran bulto de comida en sus boca
-Si, si muy bien- gritaban en un unisono mientras reían y comían más rápido de lo común.
Gemma no se dedicó a decir nada en todo el almuerzo sobre el tema sea lo que haiga pasado no se lo iban a contar y le parecía bien, al fin y al cabo ella no les habían contando todo, ni la razón por la que se encuentran en su hogar.
[...]
-Bueno ya les empaque todo hay una la lista escrita en el papel blanco por favor no tarde tienen que ser rápidos ¿ya? Harry sabes que a papá no le gusta esperar, cuidense mucho.
-Claro hermana no te preocupes.
-Adiós Gemma,prometo no hacer tardar mucho a Harry.
-Confío en ti Louis- finalizó con un guiño y cerró la puerta.
-Me alegra que tu hermana nos haiga dejado ir a cosechar manzanas- hablaba Louis muy esperanzando mientras hacía tambalear a la cesta mientras saltaba.
-A mí igual cielo, quiero pasar mucho más tiempo contigo- pronunciaba Harry mientras le sonreía a la viva imagen de un niño y Louis solo se sonrojaba al pensar en lo que pudiera hacer con Harry tan solo en poco minutos.
Agarraron un par de bicicletas de su hermana y se encargaron de empezar a conducir con ellas, las afueras de París era totalmente hermoso, Harry le contaba a Louis que su hermana de había decidido establecer aquí por el hermoso campo y el silencio y su prometido no pude refutar puesto que la pelinegra es bastante difícil.
Louis sentía la brisa en sus cabellos, veía a Harry disfrutar de la brisa y veía revolotear sus bucles negros, veía los brillosos que se veían los ojos de su amado, la sensación de cosquilleo volvía aparecer en su estómago, solo quería besarlo.
-Llegamos- explico Harry bajando de la bicicleta blanca y empezar a caminar entre los grandes arboles de frutos rojos.
Louis lo siguió apresuradamente tomando la mano de su amado, el pequeño prado estaba totalmente vacío, para su suerte, veía como Harry sostenía la cesta y rozaba sus dedos, el castaño pensaba que estaba nervioso aunque no supiera la razón.
-Cielo- llamo su atención el ojiazul- ¿Pasa algo?- preguntaba deteniendo su paso y tomando una pequeña manzana.
-Negó- No me pasa nada amor.
Louis no se vio muy confiado tenía una extraña sensación en el fondo de su ser que quería que parará ya, pero se prometió disfrutar lo más que podía, además Harry tenía una sorpresa para el.
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Sonata de otoño (l.s)
FanfictionLouis es hijo de una familia adinerada los "Rothschild", pero su otoño se ve interrumpido cuando conoce al joven hijo del duque de York luego de que regresará de Francia. En una época dónde la homosexualidad estaba mal vista y hasta condenada, amar...