¿Hay algo después de Jennie Kim?
Lalisa no lo sabe, pero debe descubrirlo.
"Porque después de ti, mi lobo se siente olvidado y maltratado. ¿Cómo olvidar lo que siento?"
Jisoo podría jurar que sus ojos nunca habían brillado tanto como en ese momento, su pequeño cuerpo se encontraba cubierto por una chaqueta de cuero negra, su cabello había sido recortado ligeramente y su maquillaje se encontraba de manera perfecta en su rostro. La joven omega se encontraba esperando a su mejor amiga quien había dejado en su facultad a su predestinada, el suave aroma del cítrico atacaba su torrente sanguíneo haciendo que su respiración se acelerara rápidamente.
"Yo prefiero fingir que por ti estoy feliz, aunque no me escogiste"
El repentino olor a chocolate se instalo en su nariz haciendo que la moviera un poco, sus ojos negros se posaron en la alfa de orbes grises, Lisa no llevaba su bata por medidas de seguridad, pues no quería contaminarla, sus gafas estaban en su estuche, mismo que reposaba en la cadera de la joven alfa. No es que tuviera problemas de visión, si no, que esta se cansaba por lo mucho que la forzaba en su carrera.
Un silencio se hizo presente entre ambas chicas, pero no era incomodo como ambas pensaban que sería, más bien, parecía un silencio que demostraba un adiós. El cuello de la omega tenía la mordida de la contraria, pero este se desvanecía paulatinamente, y es que Lisa se había encargado de no realizar el lazo, ella era consciente de que Jisoo y ella no eran la pareja adecuada.
O al menos, no en esa línea temporal.
"Ya tendré que entender que en las guerras de amor siempre hay balas perdidas"
Lisa deslizo su diestra por el cabello peli negro de la omega despeinándolo con cariño, independientemente de todo la joven no podría negar como la contraria completaba a su lobo, ambas se amaban y no era un secreto, sin embargo, no era ese tipo de amor que sentían por sus destinadas.
—Me da terror saber que esto terminara así. —confeso la coreana en voz baja— ¿Sabes? También fuiste mi razón Lisa.
Los labios de la alfa se curvaron demostrando una sonrisa suave, el pequeño golpeteo en su corazón se hizo presente mientras tomaba la mano de la omega entrelazando comenzando a caminar por aquel campus.
—¿Qué cambiará? —preguntó la tailandesa con un tono ronco.
Jisoo comenzó a pensar minuciosamente, el recuerdo de los momentos divertidos con la alfa a su lado cuidándola y protegiéndola como si fuera su otra mitad. La sonrisa adormilada de la alfa y como los ojos grises la miraban únicamente a ella la hicieron sentir un sentimiento de perdida.
Era una excelente pregunta. ¿Qué cambiaría a partir de ese momento?
Quizá cambiaría todo, posiblemente ya había cambiado, o nada lo había hecho.
—Creo que nos perdimos y encontramos refugio en la otra. Y ahora, ambas nos encontramos, no somos las mismas cachorras que tenían miedo de depender de otra persona.
—Suena raro saber que nos encontramos gracias a otra persona.
Lisa sintió como el cuerpo de la omega se detenía haciendo que alzara su vista, sus orbes grises se toparon con los negros. Estos parecían distintos a aquella tarde cuando la beso o en la noche donde la marco. No eran estrellas fugaces, no eran pequeñas piedras sucias, eran algo más, algo que la alfa no podía descifrar.
"Si me toca borrar cada marca que a ti te dejaron sus besos"
El rostro del alfa parecía ser alumbrado por los rayos del sol quienes salvajemente golpeaban a la menor, los pequeños ojos de un cachorro perdido ya no estaban ahí, y era curioso, porque horas atrás esos ojos la miraban a ella con admiración.
"Pude haber sido yo..."
Un corazón podía romperse sin necesidad de tener una relación.
Por el simple hecho de que es un músculo, y un músculo tiene la capacidad de desgarrarse por la presión y estrés que se pone sobre él.
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"Y no hay peor desgracia que extrañar lo que nunca pasó"
Cuando el estrés aprisiona nuestra vida hay miles de cosas que ocurren, cuando lo ocultamos detrás de una sonrisa y aparentamos que nada sucede nuestro cuerpo se encargará de demostrar lo que realmente sucede. Un día y tu cabello empieza a caerse sin razón aparente, tu cuerpo se cansa de manera rápida, el hambre comienza a ser nulo, el sueño parece nunca ser suficiente o una verdadera tortura, las lesiones se hacen presentes dejando en claro que nada está bien.
Sin embargo, cuando este pasa te das cuenta de lo que sufría tu cuerpo y por consecuente también afectaba el lado emocional.
Se dice que estar al lado de la persona que amas puede aliviar el estrés, su sola presencia nos calma, un abrazo de ella nos hace sentir que todo estará bien, sus caricias son como pequeños curitas que son completados con besos que curan nuestra alma un poco.
Así es como Lisa se sentía teniendo a la omega en sus brazos.
Jisoo y ella habían decidido tener un día para ellas solas, obviamente avisando a sus destinadas mismas que al parecer tenían la misma idea que ellas.
Era una forma para decir, adiós, te amo, perdón.
—Háblame sobre esa chica. —pidió Jisoo recargando su cabeza en el hombro de la alfa.
—Hay muchas palabras, pero todas se quedan cortas ante ella. —confesó aspirando el aroma a hierba buena de la contraria— Pero sé que quiere saberlo.
"Al final voy a ser yo quien termine herida"
Los orbes negros de la omega alzaron su vista notando como los grises la observaban con un sentimiento que Jisoo nunca había visto, su cuerpo flaqueo cuando el sonido proveniente de la garganta de la alfa se hacía presente.
—Te amo. —susurró Lisa mirando directamente a la omega— Necesito que lo sepas.
—Te amo también. —responde la omega volteando su torso para poder quedar frente a la alfa quien parece ansiosa de la cercanía, en un movimiento atrevido rozo sus labios con los contrarios ganando un suspiro de la contraria— Te amo, Lisa.
Estar demasiado cerca de los labios de aquella omega era demasiado intoxicante para Lisa quien decide acortar la distancia entre ambas. Sus lobos siendo uno solo en ese momento ignorando al resto.
En ese momento no existe nada más que ellas.
No hay nada más que un alfa y un omega.
El aroma entre el chocolate y la hierba buena vuelve a combinarse una última vez, después de aquella despedida ambas volverán a hacer el dúo de amigas que se mete en problemas. No podrán ser así, no podrán amarse así.
En alguna línea temporal ambas saben que son la mitad de la otra, pero en esa no lo son.
Lisa combina con Jennie, como el arte y un artista.
Rosé completa a Jisoo, como si de un rompecabezas se tratase.
Mientras que Lisa y Jisoo son la armonía de la otra, y el apoyo de sus lobos.
"Si tan solo me hubieras pedido un consejo de amor..."
