¿Hay algo después de Jennie Kim?
Lalisa no lo sabe, pero debe descubrirlo.
"Porque después de ti, mi lobo se siente olvidado y maltratado. ¿Cómo olvidar lo que siento?"
Lisa era una amante de las historias cursis entre alfas y omegas, pero posiblemente nunca había escuchado una como la suya. Donde cuatro chicas se encontraban perdidas y para eso debían amar a otra para así darse cuenta de quien era su verdadero complemento. Jisoo, aquella omega de ojos negros y aroma a hierba buena era el amor de su vida, pero como amiga, mientras que Jennie era el amor de su vida, aquel con el que deseaba tener cachorros.
Los ojos grises observaban con admiración el pequeño cuerpo de su omega, quien traía unas extrañas gafas protectoras, mismas que se encontraban empañadas a causa de una reacción química. Lisa balbuceo provocando el gruñido de la mayor quien retiro sus gafas observando el ligero polvo blanco que se encontraba en el filtro, crear Yodoformo era algo tardado, sin embargo, Jennie deseo probar algo para hacer más rápida la reacción, misma que era un éxito rotundo, aunque ahora su sistema reaccionaba de manera anormal.
"Frena el tiempo, haz crecer lo que siento..."
La alfa tapo su nariz quien sensible provoco su estornudar, el laboratorio de la facultad de química estaba casi vacía, pues algunos omegas se encontraban elaborando algunos experimentos. Jennie retiro sus guantes con lentitud dejándolos a un lado de sus gafas observando como su alfa luchaba contra los estornudos.
—Es normal que estés así, después de todo no utilizaste un cubrebocas como te indique alfa. —regañó la omega bajando su protección notando como Lisa hacía un puchero— Nada de puchero, pareces una cachorra.
—Creo que escogiste esta carrera solamente porque eres una adicta. —bromeo la menor haciendo que la mayor rodara sus ojos divertida— ¡Vamos omega esa cosa huele horrible!
—Es Yodoformo, el plan inicial era hacer Cloroformo, pero no quiero que mi alfa este desmayada en el piso.
Lisa no pudo evitar sonreír en grande ignorando el mareo en su sistema por aquellas palabras, a pasos torpes se levanto para abrazar el pequeño cuerpo de Jennie quien soltó un pequeño ronroneo al sentir el aroma de su alfa impregnarse en su ser. Los labios de la menor capturaron los de la mayor ignorando que la omega estuviera manchada de alguna especie de sustancia que la alfa realmente no le tomaba importancia.
"Bésame sin razón, porque quiere el corazón. Bésame..."
El pequeño mordisco en el labio ajeno hizo jadear a la omega quien golpeo de manera juguetona el abdomen de la menor quien se separo y realizaba una mueca comenzando a correr con las gafas de su omega quien grito divertida por la acción infantil de su alfa.
Todo parecía volver a su lugar.
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Los ojos de la alfa de cabello rosado se encontraban totalmente opacados por el color magenta, sus pupilas parecían ser casi inexistentes por la dilatación en estos. Su lobo interno movía su cola de manera rápida mientras observaba a la omega que se encontraba frente a ella. La imagen era totalmente celestial, y el pequeño ronroneo que esta recitaba hacían que su corazón bombeara de una manera rápida.
—¿Podrías repetirlo? —pregunto en un susurro que golpeo suavemente la piel de la omega— ¿Puedes?
—Rosé, si quiero ser tu omega. —repitió en un tono bajo observando como el magenta nuevamente se apoderaba de los ojos contrarios dilatándolos— Yo ya era tu omega, todo lo que debías hacer era darte cuenta.
Los labios de aquella alfa no tardaron en capturar los de la omega quien jadeo por la sorpresa. Ambos cuerpos se amoldaban perfectamente, los delgados brazos de Rosé apretaban ligeramente el pequeño cuerpo de Jisoo mostrando posesividad, sin embargo, no se sentía como tal. Más que nada parecía que la joven parecía querer dejar en claro que ahora que eran pareja oficial, ella se encargaría de cuidarla.
—Mi omega... —la nariz de Rosé rozó con delicadeza el cuello de la mayor— Ahora estaremos juntas.
"Quiero tenerte en mi habitación esta noche en secreto..."
Jisoo soltó una pequeña risa por la sensación de los labios de su alfa rozar su cuello. Sus ojos negros capturaron a la distancia el cuerpo de una alfa que conocía perfectamente. Lisa se encontraba observándola desde lejos, la sonrisa de la menor y la pequeña seña indicando un todo esta bien, la hicieron sonreír en grande.
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Si Lisa tuviera que nombrar su semana posiblemente diría que fue totalmente extraña, desde el primer momento donde tuvo la noticia del noviazgo de su omega hasta el momento actual donde Jennie se encontraba entre sus brazos profundamente dormida.
La habitación no estaba en silencio, pues una melodía suave era palpable, el tranquilo respirar de la mayor también podía captarse, sin embargo, se perdía en la lejanía del sonido. La tailandesa no pudo evitar suspirar dejando que su corazón comenzará a acelerarse por el repentino ronroneo de su omega, era sabido que cuando un omega realizaba esa acción era para relajar a su alfa, posiblemente por el latido irregular de su corazón.
—¿Sabes? Después de ella no sé realmente que voy a hacer. —dijo suavemente la menor— Recuerdo que fue lo primero que le dije a Jisoo cuando me enteré de tu relación con Rosé. Comencé a pensar todos los futuros posibles, ninguno me gustaba... No me imaginaba estando sin ti, y fue cuando me di cuenta que después de ella, no podría seguir, mi lobo no buscaba a alguien como tú. Buscaba a alguien que lo comprendiera, pero no había nadie... No hay nada después de ella. No hay nada después de ti, mi omega...
