Mi amiga y yo habíamos quedado para estudiar matemáticas. Me pareció raro llegar y ver las puertas y ventanas cerradas, así que la llamé. La puerta de atrás estaba abierta.
-¡No pases! Estoy limpiando- advirtió desde la cocina-.
Esperé unos minutos, pero tal era su demora que me picó la curiosidad. Entré y lo que vi me dejó petrificada.
-Te dije que no entraras- respondió ella sujetando un trapo manchado de algo que parecía sangre. Detrás del murito se veía una mano sobresaliente-. No quería obligarte a guardar silencio- dijo antes de golpearme con un tubo metálico.
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¿Y si las pesadillas dijesen hola?
Misteri / ThrillerUna colección de pequeñas historias de terror para que los monstruos de tu habitación se vayan a dormir.