Llamada de ex esposo

Capítulo 9 | ¡No dejes que te afecte, Tong Qiu!

Tong Qiu ha experimentado una buena cantidad de momentos incómodos en su vida, pero en los treinta años de su existencia, todos los momentos incómodos combinados no podían compararse con la incomodidad de este único momento.

A los ojos de su ex marido, se suponía que debía ser sereno, maduro y reservado. Y sin embargo, un caballero refinado como él había sido sorprendido con una copia de un DVD de estrellas porno occidentales, y además con temática de uniforme...

Casi estaba sugiriendo que...

Tong Qiu prácticamente podía escuchar el sonido de la visión del mundo de Huo Zhixing rompiéndose en un millón de pedazos.

"Eso..." Tong Qiu comenzó: "Mi amigo me pidió que se lo comprara".

Huo Zhixing no tenía ganas de exponerlo, así que sonrió un poco y volvió a dejar el DVD. "¿Te importaría preguntarle a tu amigo si está dispuesto a prestármelo una vez que lo haya terminado?".

"¿Eh?"

"Pensé en verlo yo mismo y aprender unos cuantos movimientos", dijo Huo Zhixing con mucha naturalidad: "Vive hasta que seas viejo y aprende de los más jóvenes".

Tong Qiu sonrió torpemente y exprimió un mhm entre dientes apretados.

Huo Zhixing conocía bien sus límites y sabía que no podía ir demasiado lejos cuando se burlaba de Tong Qiu, por lo que decidió dejar que Tong Qiu se librara fácilmente hoy. Sin embargo, cuando giró la cabeza, su mirada se posó en la ropa interior de Tong Qiu que se estaba secando junto a la ventana: no era una ropa interior normal, sino un par de tangas.

Tong Qiu siguió su mirada y cuando vio lo que Huo Zhixing estaba mirando, su cabeza palpitó aún más fuerte.

"Parece que has estado ocupado estos días", dijo Huo Zhixing, sonriéndole. "No has tenido oportunidad de ordenar nada".

¿A dónde quiere llegar? pensó Tong Qiu, sintiendo que su cerebro estaba a punto de explotar.

Huo Zhixing lo dejó libre una vez más y decidió no interrogar a Tong Qiu sobre los tangas. Después de todo, habría muchas oportunidades en el futuro.

Sus ojos recorrieron el pequeño apartamento de Tong Qiu: las cajas que había ayudado a empacar para la mudanza yacían en su mayoría sin abrir. Sólo unas pocas habían sido abiertas, probablemente para que Tong Qiu pudiera encontrar lo que necesitaba usar inmediatamente. Todo lo demás estaba intacto.

Tong Qiu sintió que debía haber perdido un montón de células cerebrales a causa de su migraña: ¿cómo iba a invitar a alguien si su apartamento era un completo desastre? Aunque no era diligente por naturaleza, había mantenido la pretensión durante todo su matrimonio. Pero con una sola visita, había quedado completamente expuesto.

"No has comido nada hoy, así que iré a prepararte algo", dijo Huo Zhixing, poniéndose de pie. "Ve a acostarte si no te sientes bien. Te llamaré cuando esté listo".

Comenzó a caminar hacia la nevera y Tong Qiu tuvo la intención de detenerlo, pero ya era demasiado tarde.

Huo Zhixing se paró frente a la nevera y se echó a reír. El frigorífico era nuevo y el cable ni siquiera había sido enchufado a la toma de corriente.

Huo Zhixing se dio cuenta de que entre los dos, Tong Qiu lo había pasado peor después de su divorcio. No pudo evitar sentir una oleada de simpatía: el último año de fingimiento debe haber sido duro para Tong Qiu.

"Estoy bien, de verdad. No tienes que cuidarme", dijo Tong Qiu. "¿Tienes hambre? ¿Por qué no pedimos comida para llevar?"

Huo Zhixing no sabía si reír o llorar. De repente sintió como si la perfecta vida doméstica que habían llevado fuera en vano. Tal vez fuera porque la actuación de Tong Qiu había sido demasiado buena, o tal vez porque él mismo no se lo había tomado a pecho, pero en ese instante sintió un poco de remordimiento por su matrimonio.