Earth
Sábado, 01 de enero de 2022.
Madrugada.
—Deseo estar a tu lado, hasta el último día de mi vida.
—Siempre te voy a amar.
—¿Lo dices en serio?
—Te lo prometo.
(Estruendos)
Earth, despavorido, abrió los párpados, su respiración arrítmica indicaba que había soñado de nueva cuenta con aquel hombre. El sudor se deslizaba desde su cuello hasta su pecho. Sin duda, fue la noche más intensa que había tenido.
El hombre de piel oscura, tomó fuerza y se impulsó hasta quedar sentado. Miró los destellos de los cohetes y volteó a ver a la persona que lo acompañaba en su cama. Negó con la cabeza, tenía que controlar sus sentimientos o no se perdonaría el sufrimiento de su hija. Se levantó y sin pensarlo, salió del cuarto.
Al llegar al balcón, alzó su mirada hacia las estrellas y se percató que una de ellas brillaba a través del denso humo que liberaban los fuegos artificiales. Tan radiante como aquella noche de julio. Entonces lo recordó, como si hubiera sido ayer.
—Mix —susurró.
Mañana.
El ruido de las manecillas del reloj reinaba en el incómodo desayuno. Earth no estaba listo para afrontar los problemas que se le avecinaban, podía sentir el fastidio de su compañero gracias al rechinido de su tenedor; si tan sólo pudiera dejar de jugar la fruta, no causaría ese irritable sonido.
—De nuevo con tus sueños —El hombre que lo acompañaba habló para después tomar un sorbo de su copa—. ¿Por qué no vas al psicólogo?
Respiró con dificultad, estaba molesto por la pregunta del joven de piel clara, odiaba que él tuviera la razón. Tenía que visitar a su psicólogo o todo se complicaría. Tragó un bocado como signo de desinterés, iniciar una pelea no era la mejor opción en este momento.
—¿Podrías recoger a Leah? —murmuró, cortante.
—Sabes que me lastimas, Earth —golpeó un pedazo de manzana fuera del plato—. Tu indiferencia, me hiere.
Siguió sin contestarle, no tenía tiempo para enfocarse en los sentimentalismos de su pareja. No obstante, el insistió.
—Te estoy hablando. —Lo señaló con unos de sus cubiertos—. ¿Por qué le permites que se entrometa entre nosotros?
Earth desvió su mirada a la fruta esparcida por la mesa. No quería ser grosero, pero nada estaba a favor de su marido.
—No seas tan duro conmigo —susurró con tristeza—. Yo te amo, no dejemos que un fantasma de tu pasado destruya nuestro matrimonio.
—¡Max! —vociferó el moreno.
Se limpió los labios con un pedazo de tela y la arrojó a un costado.
—Por mucho tiempo, yo traté de que esto funcionara. ¿Qué quieres ahora? ¡Fingir! Ya no más, ya me harté de jugar a la familia perfecta.
—Podemos ir a terapia. —Max dejó el tenedor sobre el plato y continuó—: hagámoslo por la niña. Todavía nos necesita. Separarnos, sería como matarla.
Por una vez en su vida, Max dijo algo sensato. Con sus ocho años de edad, Leah no tenía la estabilidad emocional para afrontar su separación.
—No lo sé —dijo, desesperanzado—. Dame tiempo para pensarlo.
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El Extraño
FanfictionA sus veintiocho años de edad, Mix Wongratch sigue viviendo con los recuerdos de lo que fue su primer y único amor. Un pasado lo persigue, un futuro lo asecha. Todo se complica a partir de su encuentro con la dualidad. Pese a las adversidades que se...