Estás en mi mente -Hyrule High School - Modern Au

Malicia

—Pero ¿qué...? —Escucho a una chica jadear, seguido por el sonido de la captura de una cámara. ¿Están tomando fotos? Lanzo una mirada furiosa en su dirección y su sonrisa se apaga como una vela en el viento.

—Maldición— dice una de las chicas con incredulidad. —Eres de la familia Hyrule, ¿no? — Con una grosera mirada boquiabierta, toma otra foto de mí acostada encima de Link.

Levanto la cabeza para observarla mejor. Ella tiene el pelo corto y negro con un mechón de color rosa. Es una chica morena cuyos ojos son rojos como la maldad. ¿Por qué me recuerda mucho a una estudiante del colegio Lorule?

—¿Eres del colegio Lorule? —Pregunto inesperadamente. —¡Deja de tomarme fotos!

—¿Tú debes ser la princesita de Bosphoramus? —burla.

Eso no sonó bien.

—¿Y tú eres?

—Malicia— coloca sus ojos en blanco.

¿Malicia? Ya me acuerdo de ella, no puedo creerlo que vuelva a verla.

—¿Tú...?

—Me alegro que nos volvimos a ver, querida...—coloca una sonrisa falsa.

Noto un poco de sarcasmo.

—¿Qué haces aquí?

—Que pregunta es esa. Vine por el torneo y destruir tu patética escuela para nerds.

—¿Disculpa?

—¿No escuchaste bien? No quiero perder el tiempo discutiendo contigo— coloca un rostro de amargura. —Eres valiente—, dice con un desagradable toque de sarcasmo. —Si hiciera ese truco solo para acercarme a Link, tendría miedo de que la gente pensara que soy una acosadora loca.

¿Se supone que eso es una advertencia o algo así? Puedo sentir su sonrisa amenazante en mi oído y mi estado de ánimo empeora.

—¡No hice eso a propósito y ciertamente no para acercarme a él! ¡Me gustaría estar lo más lejos posible de él!

Rápidamente miro a Link y descubro que nos está mirando a las dos desde la cancha. Espero que no haya oído eso. Espero poder evitar mirarlo por el resto del día. Malicia camina hacia la cancha de voleibol y con una mueca satisfecha elige el lado en el que está parado Link. Sin embargo, cambia al otro lado. Mi lado. No lo culpo por no querer estar en su equipo, pero tampoco preferiría que estuviera en el mío.

¡Esta vez el otro equipo saca primero y veo que la chica mala me mira con una sonrisa traviesa antes de lanzar la pelota directamente en mi dirección! ¡Mis ojos están pegados a la bola voladora disparándome como una bala de un arma! No puedo moverme, mis piernas simplemente no se mueven y ni siquiera tengo tiempo para cubrirme la cara o esquivar el ataque. Antes de que la pelota pueda golpearme, Link la bloquea y aparece frente a mí. ¿De dónde vino él? ¡Estaba parado al otro lado de la cancha hace solo un segundo!

—¿Estás bien? —Dice cariñosamente en un volumen bajo y gana muchas miradas diferentes de la clase. Algunos estudiantes todavía están desconcertados por su impresionante salvación, otros parecen más sorprendidos por su uso de la voz y las chicas parecen particularmente derrotadas.

—Ay...perdón— exclama Malicia antes de que pueda responder a la reflexiva pregunta de Link. Sé que no lo siente, pero le digo que está bien.

Cuando me veo obligada a unirme al juego, Malicia continúa lanzándome la pelota. Una parte de mí desea que se haya golpeado en la cara, tal vez entonces me dejaría en paz. Quisiera gritarle y preguntarle cuál diablos es su problema, pero no le voy a dar esa satisfacción. No delante del profesor.