Capítulo 1

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—Mamá, por favor pon otra canción —le dije a mi madre.

Yo estaba en el asiento del copiloto mientras que mi madre conducía hacia la casa, después de haberme recogido del centro comercial. Eran las dos de la mañana, me quedé hasta tarde debido a que fue la premier de "Avengers: End Game". Mi plan era pedir un Uber, pero mi madre insistió en recogerme, puesto a que ella siempre tenía insomnio por la noche. Al final vino por mí pese a que le repetí que no lo hiciera.

—No, mi auto, mis reglas —dijo ella subiendo el volumen de la radio.

La canción "Imagine" de John Lennon retumbaba en mis oídos. En serio odiaba esa canción. A mi madre le encantaba, de hecho, era una de sus favoritas al igual que mi padre.

Solté una leve risita al escuchar a mi madre cantar al compás de la canción. A pesar de ser tan tarde, ella lucía bastante animada como si fuera un sábado por la noche. Abrí un poco la ventana y dejé que el viento soplara contra mi rostro; amaba esa sensación de libertad. Saqué mi brazo por la ventana, no había ni un auto en la carretera, por lo que mi madre andaba a una velocidad promedio.

—Aniel no hagas eso, sabes que odio cuando sacas el brazo —me dijo ella sin dejar de mirar al frente.

—¿Por qué? ¿Qué puede pasar? —pregunté en un tono burlón. Lo cierto es que me divertía discutir con mi mamá ya que no tenía tolerancia con nada.

—Podrías perder el brazo.

—¿Cómo?

—Si un auto viene a gran velocidad por el otro lado, te podría quitar el brazo.

—Eso nunca ha pasado —le dije riéndome.

—Sí ha pasado.

—¿A quién?

—A muchos chicos.

—A ver, vamos a buscar —le dije sacando el celular de mi bolsillo. En realidad, no iba a buscar nada, solo quería fastidiarla.

—Que jodido eres. Solo hazle caso a tu madre.

Puse la mano de vuelta sobre mi regazo y cerré la ventana. Me acomodé en el asiento y permanecí viendo la carretera. Todo estaba a oscuras, a las justas los faros del auto llegaban a alumbrar un poco. Las luces amarillas de los semáforos titilaban. Por un momento, parecía que mi madre y yo éramos los únicos en el mundo.

—Bueno, dime que tal te pareció la película.

Eso fue lo último que escuché antes que un estruendo invadiera mis oídos y la oscuridad cubriera mi entorno.

...

Cuando me desperté, sentía un fuerte dolor en la cadera. Una luz blanca fue lo primero que vi al abrir mis ojos. Me costó unos segundos lograr ver con claridad. Escuchaba el típico sonido de las máquinas de hospital, no me tomó mucho darme cuenta de que yacía en una camilla. No tenía idea de lo que pasaba.

¿Cómo pasé de estar en el auto con mi madre a estar en una camilla?

Poco a poco, tomé conciencia de lo sucedido.

Cuando un doctor se acercó a mí junto con una enfermera— ambos nerviosos y con los rostros tristes—, me preparé para escuchar lo peor.

—Hola Aniel, soy el Doctor Rengifo. Lamento informarte que has sufrido un accidente automovilístico. Un auto iba en dirección contraria a gran velocidad, el conductor se encontraba ebrio. El vehículo impactó contra el tuyo ocasionando que perdieras la conciencia. Te hemos hecho exámenes; por suerte, no tienes más que solo una hinchazón en la parte frontal del cráneo, y hematomas en el abdomen.

A pesar de que se tratasen de buenas noticias, lo cierto es que no me importaba en lo más mínimo. Lo único que anhelaba era saber cómo estaba la persona que más amaba en este mundo.

—¿En dónde está ella? —solté con una voz débil.

La enfermera se acercó y empezó a revisarme. El doctor se encogió de hombros y agachó la cabeza. De inmediato lo supe, aunque igual necesitaba escucharlo de su boca.

—Tu madre y el conductor fallecieron Aniel. Enserio lo lamento —dijo él, y fue como si un puñal me atravesara en el pecho.

A pesar de que no resulté gravemente herido; me hallaba agonizando del dolor más fuerte que haya podido sentir alguna vez. 

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Hola lectores, estoy retomando esta novela otra vez debido a que la había borrado por miedo a los comentarios y las opiniones de los demás. Les agradezco por el apoyo que me han dado, pidiéndome que por favor lo vuelva a publicar. Bueno, lo estoy volviendo a corregir y los estaré publicando diariamente. Nuevamente muchas gracias. Los invito a seguirme en mis redes sociales donde publico contenido todos los días.   

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Un abrazo y muchas bendiciones. 

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