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Lo primero que hizo al despertar fue lavar sus dientes, cambiarse de ropa y luego se dedicó a mirar por la ventana las bravas olas, azotaban las paredes rocosas del hotel con fuerza arrastrando el musgo al agua, el olor del mar era tan relajante y al vez tan frustrante, solo había un olor que quería sentir día y noche, debía buscar la forma de que así fuera.
Sintió pasos y rápidamente se sentó frente al tocador fingiendo que cepillaba su pelo, tocaron suavemente su puerta y con dulzura se acercó para abrir con una cariñosa sonrisa.
Erwin- Buenos días, me gustaría hablar contigo
Eren- oh, hola tío, siéntese donde guste
Él hombre seguía siendo cortés pero su chispa de carisma estaba muy débil, se sentó en una vieja silla que rechino al recibir su peso y cruzó los brazos intentando buscar la forma de que la horrible noticia que tenía que darle fuera menos terrible, esos ojos verdes eran muy acogedores así que buscó valor.
Erwin- (suspira) la Bahía acaba de ser testigo de nuestro primer caso desgarrador
Eren- ¿enserio?, ¿qué ocurrió?
Lleno de angustia se sentó en la cama mirando con temor aquellos ojos azules, estaba tan ansioso que no podía dejar de morder su labio inferior, se veía tan desconcertado.
Erwin- no quiero asustarte pero dos niños perdieron la vida, encontramos ropita de ellos con sangre en el mar, todo indica que cayeron al agua y fueron devorados por los tiburones
Eren- ¡Santo Dios!, pobres niños en verdad, ¿hay algo en lo que pueda ayudar?
Erwin- sí, quedandote en casa aquí tranquilo mientras resolvemos esto, si quieres puedes llamar a tu familia y que vengan por ti
Eren- son mis primeras vacaciones solo no voy a irme por un incidente, mis condolencias más sinceras a las familias
La respuesta dejó al coronel impactado y cada vez más creía en una falsa cara humana, Eren parecía ser el tipo de persona que no lo dejaban actuar como quería y así era, no dejaría que un chico con ganas de vivir la otra cara del estatus social perdiera la oportunidad de experimentar con su propio diario vivir, si la vida en la Bahía era su capricho lo cumpliría, una persona que tenía todo en la vida de vez en cuando necesitaba saber que existe tener nada.
Erwin- bueno, cuidado con el mar y sigue disfrutando de lo que sea que te guste tanto
Eren- así lo haré
Cuando él rubio salió con su propia hipótesis sobre él joven este castaño de ojos hermosos salió a escondidas detrás de él, sus más bajos instintos fueron complacidos otra vez y no podía dejar que las cosas pasaran por alto, aquí tenía una mina de oro, ya no pensaba en restaurantes caros y ropas finas sólo tenía ganas de devorar.
