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Zeke- ¿Marco?

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Zeke- ¿Marco?

Eren- exactamente

Yelena- ¿qué harás con esa bolsa?

Eren- un truco de magia

Zeke- suenas espeluznante

Zeke intentó volver a encadenarlo y someterlo pero no fue posible, ya no quería vivir en régimen entonces eso le hizo darse cuenta de que Eren vivió bajo sus reglas sólo porque le dio la gana de obedecer, si hubiese querido hace años que hubiera acabado con su hermano y vivir libre, pero aveces solo pensaba en no hacerlo sentir mal, nunca lo tuvo controlado realmente.

Eren les explicó un metódico plan que llevaría a cabo, tenía dos ramas, una si todo salía bien y otra por si todo salía mal, solo necesitaba de una buena colaboración de sus parientes. Yelena estaba destruida después de lo que pasó con Levi en ese oscuro y frío sótano pero no podía enfrentar a Eren.

Ese cariño especial que le tenía a los hermanos se manifestó en ese abrazo de amor que se dieron los tres, donde la neblina les miraba encantadora por la ventana de aquel cuarto de hotel, se sentía horrible, la atmósfera de almas atormentadas por un ser de cara dulce.

En otro lado

Lo más difícil de estar ahí encerrado era carecer de la compañía de Bigotes, extrañaba su pelaje despeinado y sus maullidos de gatito hambriento porque nunca se cansaba de ese pescado mal oliente, como odiaba a la gente, como odiaba la Bahía.

Le dejaron su desayuno en el suelo puesto que nadie quería ni verlo, estaba sucio y no tenía una cama, solo un balde para hacer sus necesidades.

La puerta se abrió por segunda vez y escuchó un maullido junto a unos pasos, se levantó tan rápido como pudo y con todas sus fuerzas empezó a tirar de la cadena para ver si era lo que creía.

Eren- vinimos a charlar contigo

Eren se puso donde la cadena no le diera chances a Levi de acercarse de más, sonriente sacó a bigotes de la caja que había traído y el gatito una vez que tocó el suelo fue corriendo a los brazos de su dueño.

Su calido abrazo le sacó esas lágrimas que tanto había guardado, su corazón se desgarró en llanto y su garganta expulsó las más íntimas exclamaciones de un profundo dolor, estaba cansado, ya no quería sufrir más, no había hecho daño a nadie.

Eren- te dije que sólo debías decirme que sí, no quiero hacerte tanto daño

De una manera rápida le quitó a su mascota de las manos y corrió hasta donde la cadena no alcanzaba, Levi hizo fuerzas pero estaba débil por la poca comida y el nulo sueño, intentó con todo lo que le quedaba alcanzar a su adorado minino pero le fue imposible, sus lágrimas desesperadas cayeron sobre el polvoriento suelo y sólo pedía una mínima clemencia al castaño.

𝙼𝚘𝚗𝚜𝚝𝚎𝚛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora