Memorias.
La verdad no lograba recordar nada de lo que había ocurrido desde que cayó en la inconsciencia, ¿Cuántas horas habrían transcurrido? ¿Quizás habrían sido días?. Lo único que se mantenía como una constante en su mente era el momento en el que había tomado la decisión de estropear el plan de los Anbu de Kirigakure no Sato de usarla para invadir y destruir Konoha, se habia ido contra Kakashi para que esté le atravesará el pecho con su chidori, pero eso jamás sucedió, fue empujada lejos por alguien de ropas azul oscuro que fue quien recibió el ataque, ese chico le era muy familiar, como si ya lo hubiera visto antes, intento recordar mejor el rostro de su salvador y al hacerlo su sangre se helo... ¡Era Obito! ¡Ese chico era Obito y había sido atravesado por el chidori de Kakashi! ¡Tenía que despertar para ayudarlo! ¡Seguramente aún podía salvarlo!.
Abrió sus ojos con la respiración alterada y se levantó de golpe, abandonó la camilla en la que estaba acostada y... Esperen, ¿Camilla? ¿Estaba en un hospital?. Inspeccionó su entorno y efectivamente, estaba en una habitación de hospital, la estética del cuarto mezclado con el olor a medicamentos se lo confirmaba.
Sacudió su cabeza, tenía que concentrarse, Obito la necesitaba, seguramente nadie de Konoha le había brindado ayuda debido a que su aspecto era diferente y lo habían dejado a su suerte en aquel sitio desolado, pero ella logró reconocerlo, ¡Era él! ¡Lo sabía!.
Tomo la muda de ropa que estaba en una silla junto a la camilla y se la puso, seguramente Kushina la habría dejado allí para ella.
Salió de la habitación teniendo especial cuidado de no ser vista por alguna persona del cuerpo médico y caminó por los pasillos, tenía que salir del hospital e ir al campo de batalla, debía ayudar a su compañero de equipo, él la necesitaba.
La castaña caminaba por los pasillos en busca de una salida, tenía que encontrar a su camarada y curarlo. Al doblar en una esquina se encontró con su otro compañero de equipo Hatake Kakashi, este al verla fue hacia ella, se le veía alterado.
—¿Te sientes bien, Kakashi?— Pregunto preocupada.
—¿No? ¡Si! ¡No lo sé!— Respondió alterado. —¡Mi estado no es importante ahora! ¡Tienes que ayudarme! ¡Es Obito! ¡Él... él apareció de la nada y se atravesó en mi ataque, l-luego cayó al suelo, sangraba mucho!, M-me desmaye y no se qué sucedió después... ¡Se que es difícil de creer, pero era él! ¡Tienes que ayudarme a encontrarlo, por favor!— Suplico el peliplata que tenía los ojos humedecidos por las lágrimas, no llevaba consigo su Hitai-ate por lo que el sharingan era visible.
—Te creo Kakashi, también lo vi. Ahora tenemos que salir del hospital y encontrarlo—
El Hatake asintió y ambos comenzaron a correr por los pasillos en dirección a la salida del hospital, la mente de los adolescentes estaba hecha un auténtico caos, temían por la vida de su compañero, ¿Y si era demasiado tarde?.
Pensar en aquello hizo que un escalofrío viajará por su espina dorsal, no podía perder la esperanza, Obito estaba con vida, debía estarlo.
Estaban a metros de la salida cuando su cuerpo se detuvo en seco, no entendía que estaba sucediendo, no podía moverse por más que lo intentará, iba a pedirle ayuda a Kakashi cuando escucho una voz en su mente. «Ve por la izquierda» Le aconsejo dicha cacofonía vocal que hizo eco en su cabeza.
Por irreal que pareciera decidió escuchar aquella voz interior y se fue por la izquierda, dejando confundido a Kakashi que la siguió sin decir nada.
En solo unos cuantos minutos llego a un pasillo repleto de puertas con números, camino por allí mirando cada una de las puertas, examinandolas
Se detuvo frente a una que tenía el número 407, algo en el interior del cuarto la empujaba a abrir la puerta y la voz se su mente solo repetía «Entra, él está ahí».
Dirigió su mano al pomo de la puerta y lo giró, abriéndola. Kakashi que estaba a su diestra ingreso a la habitación al mismo tiempo que ella, ambos se quedaron estáticos al ver a un adolescente sentado en la única camilla del cuarto.
—Obito— Dijeron al unísono, mientras sus ojos se desbordaban en lágrimas.
El Uchiha volteó al escuchar que dos voces mencionaban su nombre, su único ojo bueno se iluminó en alegría al ver a sus amigos más cercanos. —Kakashi, Rin— Murmuró, dándoles una radiante sonrisa.
—¡Obito!— Corrió hacia él y lo abrazó, teniendo cuidado de no dañarlo en el proceso.
Kakashi se quedó observando aquella escena desee una distancia prudente, se sentía incómodo debido a que había sido el causante de la casi muerte de su amigo, ¿Qué hubiera pasado si no lo salvaban?, ¿Y si los ninjas no lo hubieran reconocido?.
Pensar en ello le revolvió el estómago, bajo la mirada, se sentía fuera de lugar, quizás debía dejarlos solos. Iba a marcharse cuando la voz de Obito lo detuvo.
—¿No me vas a abrazar Bakakashi? O acaso... ¿Te da vergüenza?— Pregunto con tono de burla.
El escuchar termino de quebrar su muralla de indiferencia que se había encargado de mantener durante años y se abalanzó hacia su amigo, uniéndose al abrazo.
El equipo 7 se había vuelto a reunir.
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El Regreso De Rin Nohara
AventuraEl ser humano puede perder el equilibrio y caer, pero si tiene determinación se volverá a levantar y seguirá con su camino... Los personajes de Naruto no me pertenecen son propiedad de Kishimoto, yo solo los estoy usando con el fin de crear una hi...