Capítulo 11.

537 41 6
                                    

Milo, observaba como su hermana bromeaba con los demás y la forma en la que se había acostumbrado a convivir con ellos.

En el fondo se alegraba de que se llevaran tan bien, pero no era tonto, desde el principio había notado como la forma en la que se veían su hermano y Camus, era diferente a como se veía con los demás.

Sabía que si bien Camus, era bastante frío y los había traicionado alguna vez (nomas tantito los traicionó) era un buen hombre y trataría bien a su hermana, pero Adriana, era su hermana pequeña.

Sí era realmente honesto, no estaba listo para dejar ir a su hermana todavía, no hasta no haber hablado de hombre a hombre con Camus y asegurarse de que cuidara bien de Adriana.

-Creí que habías venido a verme a mí- dijo milo a su hermana.

-Sí, pero también a saludar a los demás- le dijo Adriana- Por cierto, en la casa de Escorpio, sobre la mesa del comedor te dejé una bolsa con manzanas, que estoy segura que no viste por venir corriendo a hacer escándalos a la casa de Camus. Por favor, no entres gritando así en casas ajenas- le pidió.

-Esta bien, pero solo es por que tú lo pides- le dijo Milo a su hermana a lon que Camus, levantó una ceja- Y muchas gracias por traerme manzanas, eres la mejor hermana de todas.

-Tú enserio no tienes vergüenza- le dijo Adriana a Milo.

-No, no la tiene- dijo DeathMask.

-Tú tampoco- le dijo Afrodita.

-Es verdad, pero no es a mí a quien están regañando en este momento- respondió DeathMask.

-Adriana, es hora de que vayamos a la casa de Escorpio- le dijo Milo- Porque no te adelantas con los chicos para que vayas saludando a los demás, seguro que ya llegaron a sus respectivas casas zodiacales.

-Sí- dijo Adriana- Vamos chicos.

Los demás caballeros salieron de la casa de Acuario,on Adriana, quedando en el lugar únicamente Milo y Camus

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los demás caballeros salieron de la casa de Acuario,on Adriana, quedando en el lugar únicamente Milo y Camus.

-Y ¿Qué es lo quieres decirme?- le preguntó Camus a Milo.

-Quiero saber ¿qué pretendes con mi hermana?- le dijo Milo.

-¿Qué pretendo con Adriana?- preguntó Camus.

-Sí, no creas que no me he dado cuenta de como la miras, así que no niegues que te gusta- le dijo Milo- De una vez te no advierto, sino no vas enserio, alejate de ella, no dejaré que juegues con Adriana.

-Y ¿Quién dijo qué no voy enserio?- le dijo Camus- Es verdad, me tomó algo de tiempo, pero ahora que lo mencionas, es cierto, me gusta Adriana y por supuesto que no pienso tomarla como si fuera un juego, tampoco quiero que interfieras ya que, esto es algo que solo a Adriana y a mí nos incumbe.

-Te lo advierto Camus, no hagas sufrir a mi hermana- le dijo Milo.

-No tienes que preocuparte por eso. Ahora si me disculpas, yo también iré con Adriana- le dijo Camus, para después ponerse de pie y dirigirse a la casa de Escorpio.

Milo, se quedó ahí por un momento antes de comenzar a dirigirse también a su casa.

Camus, mientras bajaba iba pensando en lo que le había dicho a Milo, hasta que Milo, lo mencionó, fue completamente conciente de que en verdad le gustaba Adriana.
Tenía un muy fuerte sentido de pertenencia hacia ella y con Adriana, a su lado se sentía realmente muy cómodo.

La presencia de Adriana, le resultaba incluso reconfortante y además, a su mente llegaba constantemente la imagen de Adriana, dormida mientras lo abrazaba, cuando los había acompañado a la misión a Milo y él.

Así que sí, iba reconocer que Adriana, le gustaba.
Ahora, lo que debía pensar era una forma para que ella le correspondiera.

Cuando llegó a la casa de Escorpio, Adriana, estaba ahí con los demás caballeros, que habían decidido acompañarla cuando supieron que ella estaba ahí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando llegó a la casa de Escorpio, Adriana, estaba ahí con los demás caballeros, que habían decidido acompañarla cuando supieron que ella estaba ahí.

Saga y Kanon, les contaban sobre la broma hacia Milo, de hace un rato y sobre la primera vez que Milo, se había embriagado.

Todos se encontraban riendo con Adriana y hasta ahí estaba todo bien, lo que a Camus, no le agrado mucho fue que Shura, estaba demasiado cerca de Adriana y parecía demasiado cómodo estando con ella, pues si bien el era serio, el caballero de Capricornio, no se quedaba muy atrás, pero parecía muy sonriente mientras platicaba con Adriana.

Camus, simplemente se acercó a Adriana y se sentó del otro lado de ella, llamando la atención de la chica de inmediato en una clara muestra de posesividad que Shura, notó de inmediato al igual que lo hicieron Aldebaran, DeathMask, Saga, Kanon y Aioros.

El pensamiento de la mayoría de ellos fue que la hielera se había enamorado.

Estaban en el ligero dilema de si ayudar a su amigo o molestarlo.
Se decidieron por la primera opción ya que si optaban por la segunda, probablemente Camus, los convertiría en estatuas de hielo y era mejor prevenir que lamentar y congelarse.
Al que si podrían molestar era a Milo (por mas pendejo, decimos acá en mi rancho)

Dejarían de lado eso por el momento para seguir bromeando con Adriana, ya cuando ella regresara a su casa se encargarían de decirle a Camus, que lo ayudarían y de molestar un rato a Milo, diciéndole que ya tenía cuñado y mas bromas que se les ocurrieran.

Continuará...

+++++++++++❄❄❄❄❄+++++++++++

Les traigo el siguiente capítulo de esta historia.

Espero que les guste.
Gracias por leer.

Les mando un abrazo.
❤🥰

Helado Amor. (Camus Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora