-Hasta mañana Adele.
Adele alzó la mano, despidiéndose de sus amigos que la habían acompañado hasta su casa después de haber ido todos a tomar algo y así animar a la joven Bauer tras la derrota del partido. Adele entró a su casa, pensando que dentro de unas horas el rubio la llamaría tal y como le había dicho Mason, cerró la puerta de su casa y dejó las llaves en un cuenco que había encima de un pequeño mueble, adornando la entrada.
-Ya llegué-Dijo en voz alta y algo cansada.
Caminó por el pasillo y se asomó al salón, su madre estaba sentada en el sillón solamente cambiando los canales.
-¿Aún no ha llegado papá?-Preguntó Adele acomodando la pequeña hebilla blanca en su cabello.
-Hola cariño. No, pero vendrá enseguida y la cena está lista-Dijo Mary mirando a su hija.
-Bien, voy a mi habitación-Exclamó la chica viendo el programa de cocina que su madre estaba viendo-Llámame si me necesitas.
-Sí-Le sonrió su madre, sin embargo esa sonrisa se borró automáticamente en cuanto su hija desapareció por la puerta y cerró los ojos, suspirando. Tenía ganas de gritar, de mandarlo todo a la mierda pero ir y gritarle a su hija solo provocaría que ella hiciera muchas preguntas. Tenía que ir con cuidado.
Unos minutos después, Adler llegaba a su casa totalmente inmerso en sus pensamientos. Durante todo el tiempo que había estado en la oficina había tenido tiempo para pensar y ordenar un poco sus ideas. Había tomado una decisión y que Mary lo perdonara pero a él no le había parecido falso el chico cuándo se habían encontrado, cosa que lo había hecho sentir aún más miserable porque si no hubiera sido por la terquedad de su mujer, tal vez podrían haber evitado que su hija pasara por todas esas horribles pesadillas.
-Amor-Mary echó una mirada rápida hacia la habitación de su hija y se acercó a su marido apresuradamente-Ven, rápido.
El hombre confundido, la siguió hasta entrar en su habitación. Mary se acercó a él y le extendió algo para que lo agarrara. El corazón de Adler dio un vuelco cuando vio la foto de su hija y a su lado, el mismo joven con el que se había encontrado.
-Ha conseguido encontrarla cariño-Le susurró Mary con rabia mientras peinaba su cabello con los dedos nerviosos.
Adler alzó la mirada de la foto hacia su mujer pero no dijo nada.
-Tenemos que sacarle el tema sin que sospeche y hacerla ver que ese muchacho no es bueno para ella-Dijo Mary mientras se ataba una cola de caballo.
-¿De dónde la sacaste?-Preguntó Adler formando una fina línea con sus labios.
Mary miró la foto y se la quitó de las manos.
-Tuve una visita antes de que llegara Adele.
-No deberías estar aquí-Dijo Mary mirando a la persona delante de ella que se cruzaba de brazos.
Megan, parada al otro lado de la puerta le extendió la mano saludando a la mujer y esta recibió su mano.
-Me acuerdo muy bien de usted-Estableció Megan-¿Usted se acuerda de mí?
Mary miró que nadie se asomara por los pasillos y abrió más la puerta, invitándola a pasar.
-Sí, me acuerdo de ti-Comentó Mary-Aunque en la situación que nos conocimos no sea de mis preferidas-Agregó la mujer.
Megan se dio la vuelta una vez en el interior del hogar, encarando a la mujer.
-Precisamente eso vengo a comunicarle-Megan sonrió interiormente al ver como la mujer abría más los ojos-Tiene que saber algo y es una urgencia.
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Los Recuerdos de Adele
Teen FictionAdele, no es más que una chica nueva en la ciudad en la que alguna vez creó recuerdos buenos y malos guardados en su memoria, el único problema es que entre sueños y pesadillas no sabe si sus recuerdos son suyos o si alguna vez los perdió entre los...