❝ (𝗜𝗻)𝗳𝗼𝗿𝘁𝘂𝗻𝗶𝗼 ⌜ ɪᴅᴠ - ɴᴀɪʙᴇʟɪ ⌟

02

Los siguientes días continuaron con un patrón similar. Cuando Naib estaba en casa, Hunter estaba a su lado o en su regazo, manso, dócil y tranquilo. Cuando Naib se iba a clase, Hunter se escondía en la habitación oscura y esperaba en silencio que los otros lo dejaran en paz y olvidaran silenciosamente su existencia. Fuera de su vista, fuera de su mente.

No era que no le gustaran los otros alfas, Norton y Luke especialmente habían sido amables con él durante ese horrible celo inducido químicamente, y Ganji no solo era asombrosamente atractivo, sino que parecía dulce, aunque un poco más denso, a la vista de Hunter. Pero seguían siendo alfas (aquellos en los que había confiado cuando estaba loco con las hormonas, pero eso no decía nada en absoluto; estaba bastante seguro de que habría confiado en un banco del parque y un buzón si hubieran olido como alfas apropiados en ese estado), ¿Y qué querían de él ahora? Recordó vagamente a Luke y Ganji bromeando durante su presentación sobre mamadas matutinas. Sabía que las manadas casi siempre compartían omegas, entonces, ¿Se esperaba que hiciera lo que cualquiera de los presentes aquí quisiera, en cualquier momento? El pensamiento lo hizo sentir tan desesperadamente fuera de control. Entonces, se mantuvo alejado, solo en la oscuridad y escondido entre las sábanas durante los días siguientes cuando Naib no estaba en casa.

Fue a mediados de la semana siguiente cuando su alfa finalmente dijo: —No quiero que te quedes en la habitación cuando me vaya a clases mañana.

Hunter se congeló, una fría opresión de pánico en su estómago —Um. Bueno, ¿Qué... qué debo hacer entonces?

Naib suspiró — ¿Honestamente? Todo lo que quieras. Quiero que te quedes en la casa para que estés a salvo, por ahora, que no salgas sin compañía de un alfa. Puedes iniciar sesión en alguna de las consolas de juego, o leer cualquiera de mis libros, o desempacar tus cosas o ver películas, todo está bien. Solo conoce la casa, visita a los muchachos cuando estén aquí. Mira, no tienes que hacer nada que no quieras con ellos en este momento, ellos saben que las cosas están en un período de transición y que te estás poniendo al día contigo mismo, por lo que no van a forzar nada... Pero igual deberías hablar con ellos, ponerte cómodo. No creas que no me he dado cuenta de que no les hablas en absoluto durante las comidas. Debes de poner los pies sobre la tierra.

Contuvo una reacción visceral y puso los ojos en blanco. Si Naib hubiera sido tan perceptivo, habría notado que Hunter no hablaba con nadie durante esas comidas, incluido él. Demonios, apenas le hablaba cuando estaban solos. Sin embargo, en lugar de responder con sarcasmo, simplemente ofreció suavemente: —Esta bien, Naib. —Aunque mantuvo sus ojos apuntando principalmente al suelo, no se perdió del todo la sonrisa radiante del castaño al escuchar su nombre. Probablemente pensó que era una señal de intimidad, en lugar de una aquiescencia cansada.

A la mañana siguiente, el nepalí alegremente le presentó una página de bloc de notas llena de los horarios de clases de los miembros de la manada para la semana y los inicios de sesión del sistema de juegos y wifi. Después de algunos estímulos y recordatorios más, le dio una rápida caricia, le deseó un buen día y luego se fue, dejando a Hunter parpadeando en silencio en la puerta principal. Después de unos momentos, miró brevemente la página de notas y luego decidió hojear casualmente los juegos en el gabinete. En su mayoría eran juegos de aventuras y de disparos en primera persona, pero reconoció un juego de acertijos que siempre solía disfrutar. Consideró incluirlo, pero... una cosa era disfrutar el juego como un descanso divertido de su tarea de matemáticas y ciencias, una forma de desesterarse mientras aún mantenía su ingenio agudo; otra muy distinta era no tener nada de lo que tomar un descanso. Se sentía como una pérdida de tiempo, incluso si su tiempo era esencialmente interminable, un vacío sin dirección ni propósito.