❝ (𝗜𝗻)𝗳𝗼𝗿𝘁𝘂𝗻𝗶𝗼 ⌜ ɪᴅᴠ - ɴᴀɪʙᴇʟɪ ⌟

03

A medida que el clima se volvió más frío y las hojas comenzaron a caer más rápido de los árboles del área, Hunter se dio cuenta del cambio de humor en la casa. Al principio, eran solo los exámenes parciales en la universidad y el hecho de que los alfas estaban todos estresados. Prepararon café durante toda la tarde, se quedaron despiertos con quejas y libros de texto hasta bien entrada la noche. Hubo suspiros más fuertes y más energía inquieta. Pero lo que más notó el azabache es que su compañero había dejado de follarlo.

Bueno, no del todo. Sin embargo, estaba empezando a sentirse así.

Durante la semana de exámenes parciales, había tenido sentido. Naib estaba tan estresado como los otros, y claramente le resultaba difícil estudiar en casa, por lo que comenzó a pasar más tiempo en la biblioteca de la universidad, en grupos de estudio de clase o con su tutor de historia. Llegaba a casa con un revoltijo de olores, persistentes toques de otros alfas y betas y la mezcla rancia de café y aire reciclado de biblioteca. Hunter se sintió un poco molesto porque el castaño se había ido tanto tiempo, pero sus instintos no se erizaron con los olores. Las ocupaciones mantenían alejado a Naib, eso era todo. Nada más grave que eso.

Pero luego terminaron los exámenes parciales y las cosas simplemente... siguieron así. Naib solía llegar a casa inmediatamente después de clase e impregnar a Hunter con su esencia, abrazarlo durante la tarde y luego dejarlo sin sentido por la noche. Pero sus sesiones de estudio comenzaron a ser más largas, su atención se distraía cuando regresaba a casa, y pronto, el omega se encontró solo siendo realmente cogido una vez por semana. Naib seguía siendo cariñoso, frotaba su cabeza y cuello durante la cena, besándolo suavemente debajo de la oreja antes de irse a dormir y sonriéndole dulcemente cada vez que lo miraba. Pero el afecto se sintió casi casto en comparación con el sexo de enlace durante su primera semana o incluso el sexo caliente y frenético de intento de comodidad durante las semanas más oscuras de depresión. Bueno, Naib todavía lo tocaba, abriéndolo con sus dedos talentosos y besándolo soñadoramente por la noche hasta que se corría con un grito estremecedor, sin embargo, una cogida completa y un buen nudo, algo con lo que podía contar todos los días al comienzo de su unión, solo ocurría ocasionalmente un viernes o un sábado por la noche.

Hunter era un revoltijo de emociones frustradas y confusas. Cuando se encontró enlazado por primera vez, odiaba cómo lo hacía sentir durante el sexo. Se sentía increíble, pero ese era el problema: Había odiado todo lo relacionado con presentarse como un omega y, por lo tanto, se había dicho firmemente a sí mismo que odiaba los sentimientos deshuesados, destrozados e impotentes de ser poseído. Odiaba sentir que no era más que un juguete sexual.

Hasta que Naib comenzó a no mostrar interés de usarlo de tal forma.

Resultó que eso era mucho peor.

Dios, no había hecho nada malo, ¿Verdad?

Se mordió el labio y tamborileó con los dedos sobre la mesa de la cocina. En su cabeza, trató de diseccionar sus interacciones con su alfa durante el último mes... pero había muy poco de donde escoger. Hablaron superficialmente sobre sus días, con el castaño dando información escasa pero alegre sobre cómo le habían ido en las clases o si tenía algún proyecto grande o prueba cercana, él le había dado respuestas breves sobre los juegos que había jugado con Luke o las cosas que había preparado en la cocina. Hunter no pudo identificar nada que hubiera cambiado entre ellos en sus interacciones, aparte de su vida sexual notablemente reducida.