❝ (𝗜𝗻)𝗳𝗼𝗿𝘁𝘂𝗻𝗶𝗼 ⌜ ɪᴅᴠ - ɴᴀɪʙᴇʟɪ ⌟

04

Hunter estaba temblando mientras se apresuraba a regresar a la cocina. Santa. Mierda. Él lo había hecho. De hecho, había tomado la iniciativa y lo había hecho. Una pequeña risa sorprendida escapó de su garganta, y casi sintió la necesidad de pellizcarse para asegurarse de que era real. Ni en un millón de años se habría imaginado capaz de eso: de dar órdenes a un alfa, de usar el deseo de alguien por él de esa manera, de tomar el control. Pero había sido algo natural con Ganji, dada la dulce desesperación del hombre y el papel de tutor-estudiante en el que de repente se encontraron ejerciendo. Era tan diferente a la forma en que había pensado que era un omega hasta ahora y el contraste era emocionante. También hubo una especie de liberación de tensión que sintió al dar finalmente ese nuevo paso con uno de los alfas de la manada.

Tarareó una canción para sí mismo mientras se lavaba las manos y luego sacó la harina, el polvo de hornear y la sal de ajo para las galletas de queso que iba a hacer para acompañar la cena. Acababa de terminar de preparar la masa cuando escuchó un suave ruido detrás de él. Se giró para ver a Luke de pie en la puerta de la cocina, su expresión extrañamente en blanco.

—Hola. —Hunter le sonrió —Viniste en el momento adecuado. Necesito dejar que esto repose un poco. ¿Quieres pasar otro nivel del juego hoy?

Luke permaneció en silencio mientras él limpiaba el mostrador para quitar el exceso de harina. Luego murmuró algo en voz baja que Hunter pensó podría haber sido un "ok", aunque era difícil estar seguro, y se fue en silencio. Frunció el ceño ante la puerta de la cocina. Eso fue extraño, por lo general, Luke estaba más entusiasmado con su tiempo de juego que otra cosa. Escuchó el tono de inicio de la consola después de un momento, por lo que caminó hacia el área común donde el pelirrojo estaba mirando la pantalla con el ceño fruncido y desplazándose desapasionadamente a su archivo guardado.

Hunter se deslizó junto a él en el sofá, frunciendo el ceño con preocupación — ¿Todo está bien?

—Sí. —Respondió bruscamente con los dientes apretados. Cuando el azabache levantó una ceja en respuesta, el alfa dejó escapar un suspiro y sacudió la cabeza —Bueno, no, supongo que no. Pero debería estarlo. No debería estar enojado, no eres mi omega y puedes tomar tus propias decisiones. Es solo que... —Dejó el control sobre la mesa de café con demasiada fuerza y ​​sacudió la cabeza—Pensé que me elegirías primero entre los demás, ¿Sabes? Y luego sales de la habitación de Ganji oliendo a sexo y, ugh. Mira, sé que esa no es mi decisión y que estoy siendo estúpido.

El violáceo hizo una mueca y negó con la cabeza —No estás siendo... tan estúpido. —Suspiró —No quise herir tus sentimientos, solo tenía que hacer ese primer movimiento en alguna parte, y se sintió bien. —Se mordió el labio, mirando las costuras de los cojines del sofá por un momento antes de tomar una decisión. Por un centavo, una libra, supuso —Si te hace sentir mejor, fue solo una mamada. Estaba asumiendo —Hizo una breve pausa— que tú serías mi... primero. Quiero decir, en muchos sentidos ya lo eres, fuiste el primero en follarme abiertamente cuando me presenté, ¿Recuerdas? —Tocó el hombro del pelirrojo tentativamente, luego dejó que sus dedos se deslizaran por su brazo para rozar con las yemas de sus dedos la piel de la muñeca ajena —Así que pensé, que cuando estuviera listo, tú serías el primero de la manada en tenerme por primera vez... sin celo. —Respiró hondo y miró el rostro del chico a través de sus lentes cuadrados —Pero solo si tú quieres.