Los días siguientes fueron un borrón de calor y sensaciones. El segundo día de su celo fue el más incoherente para Hunter. Apenas podía decir unas pocas palabras, en su mayoría solo se quejaba y agarraba lo que quería, suspiraba satisfecho cuando estaba feliz y gruñía levemente ante cualquier cosa que lo desanimara. El banco de cría tuvo un buen uso ese día, y en el estado confuso de Hunter fue todo lo que esperaba. No tenía que tomar ninguna decisión o incluso preocuparse por soportar su propio peso corporal: podía ser atado, tomado, follado y satisfecho hasta que su garganta estaba ronca por gritar de placer.
Sin embargo, el día dos también fue cuando estuvo más apegado a Naib. Si el olor de su pareja estaba fuera de la habitación por más de unos minutos, gemía y lloraba por razones que no entendía bien hasta que el castaño regresaba, acariciaba su cabello y lo abrazaba.
Para el tercer día, el celo había quemado su sistema lo suficiente como para que fuera más coherente durante períodos más largos. Todavía estaba cachondo como el infierno, pero no tan fuera de control como los primeros días. Solo lo suficiente, en realidad, para estar levemente mortificado por lo sudoroso y pegajoso que estaba cada parte de él. Se duchó dos veces ese día, solo socavando levemente su propósito al hacer que primero Naib y luego Luke y Ganji lo follaran en el chorro de la ducha hasta que el agua se enfrió.
Para el cuarto día, todo había terminado.
Los cinco miembros de la manada holgazaneaban en la cocina, exhaustos. Nadie había dormido mucho en los últimos días, y todos tenían varios dolores y molestias.
—Siento que necesito congelar mi pene. —Se quejó Ganji mientras se sentaba a la mesa con un vaso de jugo.
— ¡¿Tú?! —Exclamó el azabache mientras retorcía en el regazo de su pareja — ¿Cómo crees que me siento? No sé si la próxima vez querré mirar una polla o un nudo.
— ¿Escuchas eso, Non non? Mejor esconde tu rostro. —Le dijo Luke y el rubio solo gruñó en su café.
Naib tarareaba alegremente y seguía acariciando la espalda de su omega. El líder alfa había estado luciendo una sonrisa soñolienta y satisfecha toda la mañana. A pesar de haber follado a Hunter más que nadie durante el celo, no parecía estar tan dolorido o irritable como el resto de ellos.
Hunter se apoyó contra él y gimió —Tengo tanta hambre. Podría comerme un elefante. ¡Oh! Espera, no, un objetivo más realista: una hamburguesa doble con queso y papas fritas con ajo de ese lugar al final de la calle. Suena asombroso. Sí, quiero eso. —Miró a su compañero y abrió mucho los ojos de una manera que esperaba que fuera más linda que desesperada —Por favor, Naib, ¿Puedes pedirlo por mí en la aplicación?
—En realidad no vas a querer comerlo cuando llegue aquí. —Intervino Norton. Su voz era más cálida de lo que había sido recientemente. Se preguntó si la cantidad de veces que Hunter había preguntado por Naib en su segundo día de celo, el más incoherente, había calmado las preocupaciones de Norton sobre su enlace.
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❝ (𝗜𝗻)𝗳𝗼𝗿𝘁𝘂𝗻𝗶𝗼 ⌜ ɪᴅᴠ - ɴᴀɪʙᴇʟɪ ⌟
FanfictionUniverso Alterno ; Moderno - Omegaverse 🔮 NaibEli 🔮 AllEli 🔮 Romance 🔮 Smut Hunter había tenido un plan para su vida como beta, manteniendo distancia con las otras castas. Todo bien, hasta que decidió ser más sociable y abrirse a nuevas experien...