Heridas, esas que duelen y que dejan cicatriz, como una mirada, un gesto o una palabra, esas que nos cambian la vida, las que tardan en curar y que no gustan al mirar.
Heridas, esas que nos hicimos jugando en el parque de pequeños, cuando nos caímos saltando, de las que no nos vamos a olvidar y de las que quedan bien de llevar.
Heridas, esas que son un punto y aparte, de las que tardan en curar, de las que no queremos cuidar, pero son las que mas cerca tenemos que dejar, no olvidarnos de ellas, porque están, aunque sea difícil todo pasa, todo llega, y duele, tanto que parece que nuestro mundo se acabe ahí, en esa ruptura, en esa frase que nos rompe el corazón.
Heridas, de guerra, que demuestran que fuimos, que somos y que seremos, no es más el que tiene una, y otro por no tener ninguna, porque a lo mejor la tiene en el corazón, y esas no se ven, pero están, cada uno tenemos una, y no nos debemos de avergonzar, porque debemos de luchar, hasta el final, hasta que no nos quede otra, y si, las heridas sanan, con tiempo, con amor, con compañía, no es algo de un día para otro, es algo de esperar, que aunque haya dolido, la seguimos viendo y nos seguimos acordando de que los momentos de dolor de profunda tristeza existen, también esos que nos llenan el corazón, cada una es especial, y aunque no lo queramos apreciar nos hacen diferentes.
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CONMIGO MISMA
EspiritualLa vida, con sus más y sus menos nos da lecciones, y nos enseña a aprender, escribo sobre ello, lo que es para mi el tiempo, el amor, el humano.... escribo para llegar a las personas, así que te invito a que les eches un vistazo.