las cuatro paredes que habito están bañadas de añitos de violencia, de gritos, de culpa, de sangre y de dolorcuánto daría por poder huir de aquí
pero llevo caminando en círculos, rascando recuerdos, bañándolos con lágrimas, arrastrando heridascalmando a la niña que sigue llorando dentro mío, que grita exigiendo un poquito de amor
¿cómo le digo que no hay figura materna que nos ame y paterna que esté presente lo suficiente para poder llorar por lo que duele?
los rostros sombríos sólo reafirman que no ha habido nunca lugar para mí ni tiempo que merezca para doler con quienes debieron amarme más
y que no hay a quién acudirle y pedirle un poquito de compasión, un pedacito de casa prestada para poder pasar la noche, un abrazo que me contenga, que me sane un ratito la herida de abandono
que todo lo que debió ser agradable ahora me costea mi capacidad de querer a otros, de dejarme querer, de poder mostrarme vulnerable
me quedé a medias, soy un gusano en su pupa esperando transformación
irreparable, mis huesos gastados, pido descanso a tan temprana edad
"lo que sos es chillona y débil ¿qué razones tenés para querer morirte? si te lo dimos todo"
ya no quiero repetir palabras ajenas y creérmelas
sólo quiero un manto
un beso maternal en la mejilla
un abrazo amigable
de quién sea
quiero sentirme amada
quiero ser el amor mismo
y llenarme de aquel que me ha faltado
regalárselo eternamente
a quién me quiera
echa pedazos
y sepa acompañarme mientras me reparo
mientras crezco a su lado