A: Antes

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Antes de él su vida era muy diferente.

No dirá que era un infierno o algo que no pueda soportar, (cuando era pequeña sí, pero últimamente había mejorado) su vida era buena, no la mejor, pero si buena, y luego él llego.

Así de repente, sin ninguna advertencia de todo lo que la haría vivir y sentir, sólo llego, un día su amigo la invita a una reunión que iba a hacer su familia por la llegada de sus tíos que vivían lejos y al siguiente lo ve, tan relajado, como si todo fuera tan tranquilo para él. No lo entendió, pero sintió una gran corriente recorriéndola y está aumento cuando en un momento lo vio sonreír, él la vio y había sonreído, seguro por cortesía ya que no se conocían, pero sonrió y su mente quedo en blanco, que bueno que ella sabía ocultar bien sus sentimientos porque sino todos ahí podrían ver la cara de tonta que tenía por dentro.

Era muy guapo, su cabello negro recogido en una coleta y esos ojos verdes tan profundos y de alguna forma tan claros, y su sonrisa que la había dejado en ese estado seguía ahí, ¿Por qué?, por un lado quería que dejara de hacerlo, tal vez así podría volver a pensar y prestaría atención a alguna de las personas que estaban ahí, y por otro esa sonrisa la había atrapado, ella había visto millones de sonrisas, tristes o radiantes de felicidad, de nostalgia o de superioridad también había visto sonrisas pequeñas o de oreja a oreja, pero esa sonrisa, esa que esbozada ese chico al frente de ella era la más linda que jamás hubiera visto, no era muy grande pero si lo suficiente cómo para ver sus blancos dientes y el hecho de que la estuviera esbozando completaba toda la imagen que para ella era preciosa.

¿Qué hacia ahora?, lo más normal era presentarse, pero no creía que fuera posible así que solo uso toda su fuerza de voluntad y dejo de verlo para ir a dónde estaban Shinki y Araya esperándola, no le hablo durante todo el tiempo que estuvo ahí y eso que había llegado al mediodía y se fue después de cenar, en otro momento hasta se hubiera quedado a dormir, conocía desde hace mucho a Shinki y su familia siempre la dejaba quedarse al igual que a Araya pero no lo hizo, no sólo porque no era correcto dado que era un reencuentro de la familia sino que también porque sabía que si seguía viéndolo en algún momento su máscara se caería y terminaría babeando al frente de todos por él.

Y de camino a su casa, se dio cuenta de que actuaba de una forma tonta, sólo era un chico guapo, ella conocía a mucho chicos guapos, sus amigos lo eran y sin embargo estaba casi escapando de ese que acababa de ver y aunque le hubiera gustado decir que nunca se volvió a sentir así sería mentir y es que encontrárselo al día siguiente en su tienda de discos favorita no ayudo a que su corazón pudiera calmarse, y fue peor cuando él se acercó a hablarle recordándola como la amiga de su primo y que no se presentaron, ella prácticamente se obligó a responderle porque por un segundo no se creyó capaz de pronunciar una palabra pero cuando empezaron a hablar se dio cuenta de que él era bastante interesante además de su cara bonita, aunque también lo podía catalogar cómo problemático, ese chico tenía una opinión para un tema y aunque también podía expresar la contraria al inicio siempre pensaba que su postura era la mejor, era claramente inteligente y eso le agradó, talvez demasiado.

Después de que el la acompañara a su casa e intercambiaran números, la verdad es que ella no podía pensar en otra cosa que no sea él y fue peor cuando él le escribió y se desvelaron conversando porque cuando terminaban de hablar de algo salía otro tema de conversación más, ¿Qué le había hecho ese chico?, salió con él muchas veces durante el tiempo que se quedó de visita, fue perdiendo la timidez con él y se dieron cuenta de que tenían cosas en común y otras no tanto pero que se iban enseñando, por ejemplo en una de sus salidas fueron a un parque y él le enseño a jugar shogi, un juego que jugaba mucho su familia, y ella le enseño los múltiples artistas y bandas que escuchaba, fueron aprendiendo y conociéndose tanto que cuando le dijeron a Shikadai que era hora de que volvieran a su ciudad no pudieron evitar entristecerse, por unos días habían olvidado que no vivían en la misma ciudad y aun así cuando llego el momento de despedirse, con el miedo de olvidarse, su corazón seguía latiendo con velocidad, tan rápido que cuando se abrazaron pensó que él lo escucharía.

Sin embargo, no se olvidaron, se llamaban y chateaban tanto que sus amigos siempre les hacían burla aunque ellos no aceptaran nada, y ahora ella estaba ahí en el aeropuerto esperando a verlo, Shinki y su familia habían decidido pasar una semana allá aprovechando las vacaciones que habrían y al ser su amigo consciente de su amistad con su primo decidió invitarla al viaje y también a su amigo Araya, y ella no pudo estar más agradecida, los últimos meses sus sentimientos habían crecido mucho, ella ya se había dado cuenta de lo que sentía, ella lo quería, lo quería mucho y aunque no sabía si él también la quería de esa forma decidió que cuando lo viera se lo diría, tenia miedo claro pero no era de las chicas que se callaban sus sentimientos lo peor que podría pasar es que la rechazara y si bien le dolería era mejor que fuera ahora para que pudiera olvidarlo pronto, aunque lo veía difícil.

¿Cómo había llegado a eso?, con miedo, pero al mismo tiempo con mucho cariño en su corazón, todo había cambiado, ella había estado con algunas personas pero jamás había sentido tanta conexión con alguien antes de él y ahora sentía tantas cosas que se dio cuenta de que aun si el la rechazaba ella estaría bien, porque le mostró sentimientos que no conocía antes, él la había hecho cambiar, él había marcado un antes y un después y a ella no le podría gustar más el haberlo conocido.

Abecedario ShikayodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora