D: Directa

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Esa chica lo iba a volver loco, cada vez que la veía sabía lo que iba a pasar, siempre diciendo cosas cómo lo guapo que era o que era inteligente e interesante. No se lo tomen a mal, no le molestaban los halagos, le molestaba que ella se los dijera de la nada, solo al verse, ¿es que no sabía que no podía soltar cosas así como si nada?

Sus comentarios no eran como los de esas chicas en la escuela que sólo le hablaban porque era de "los populares" y ni siquiera lo conocían bien, si, ella le decía cosas sobre su aspecto pero también hablaba sobre su buen gusto en la lectura y en lo genial que era que pudiera resolver los problemas de matemática en su cerebro con solo verlos una vez, ella no era superficial o buscaba algo con él, ella solo le decía lo que pensaba sea cual sea su pensamiento, era complicada lo que era raro considerando lo directa que podía llegar a ser.

Ella ni siquiera iba a su escuela, mientras el estudiaba en Konoha ella lo hacia en Suna, se conocieron porque era una amiga cercana de su primo y apenas la conoció supo que iba a ser un problema en su vida, ¿Cómo no saberlo si lo primero que le dijo fue que sus ojos eran preciosos?

Diablos, sus amigos aun lo molestan con eso y con los miles de otros comentarios que le ha hecho, era odioso tener que aguantarlos cada vez que su primo y ella venían de visita junto con su otro amigo, siempre se quedaban en su casa por lo que lo quisiera o no tenia que cruzarse con ella, tampoco es que fuera una acosadora o una loca enamorada, ni quiera creía que tuviera sentimientos de ese tipo (o de ninguno) por él, sólo era una chica demasiado expresiva al hablar lo que era contradictorio con el hecho de que siempre estaba seria y que si no la conocías fácilmente podías creer que jamás cambiaba su expresión de reina del hielo.

Sin embargo, si lo hacía, él la había visto, cuando hablaba con sus amigos siempre lograba ver alguna sonrisa en su rostro, así dure solo por unos segundos, cuando escuchaba música siempre cerraba los ojos y se concentraba tanto en la melodía que al solo verla podías saber lo relajada que estaba, también cuando comía el pie de manzana que cocinaba su madre a veces ella siempre hacia ese gesto que te demostraba lo mucho que le gustaba, fue así como supo que ese era su postre favorito.

Él la conocía, sabia algunas cosas sobre ella, mas de las que le gustaría admitir, y si bien él también tenía cosas que quería decirle a veces, no lo hacía, él no era tan directo, aunque le encantaría verla sonrojada como él terminaba cada vez que ella hacia alguno de sus comentarios, tampoco era un cobarde pero simplemente no sabia como decirle todas las cosas que quería decir, y sabia perfectamente la razón, ella le gustaba, le gustaba cómo era física y mentalmente, era muy inteligente y preciosa, ella era genial, tan genial cómo sincera.

El hecho de que ella haga esos comentarios lo hacían tener dolor de cabeza de tanto pensar en sus intenciones al hacerlos y al final llegar a la conclusión de que para ella no eran tan especiales cómo para él, cada vez que hablaba él sentía una pequeña esperanza de que tal vez ella lo vea cómo él la ve, pero después ella se comportaba cómo si no tuviera tanta importancia y él creía que sólo se comía la cabeza.

Esa era la razón porque odiara lo directa que era, ella siempre sabia cómo elevarlo al cielo y luego hacerlo caer en la tierra de una forma tan dolorosa que se sentía cómo un estúpido por sentirse así, pero luego la veía y sabía que no podría sacarla de su cabeza, mientras esa chica siguiera en su vida, mientras siga siendo cómo era, con sus comentarios y con todo lo que la hacia ser ella, a él jamás dejaría de gustarle.

Y si era sincero, la mayoría de tiempo eso no le desagradaba.

Abecedario ShikayodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora