Nuevamente en casa

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     La emoción por habernos salvado de Barakel duró bastante poco. Aún si fue para sobrevivir habíamos matado a alguien.

     El pensamiento de saber si pudo haber otra manera de salvarnos no deja de dar vueltas por mi cabeza. Quizás pudimos lograrlo sin tener que matar a nadie, sin que me llenará de este arrepentimiento, de este miedo.

     Pero no tiene caso, ya no hay vuelta atrás, y jamás podré cambiar lo que hice. Y especialmente ya no hay tiempo para lamentos...

     Ni siquiera se que vamos a hacer con los cuerpos que yacen en el suelo, o como podemos explicar lo sucedido.

     Lo único que se con certeza es que debemos salir de aquí cuanto antes.

     Por qué de ser sincero, ¿Que podríamos decir? Si tenemos a tres personas decapitadas, y uno tiene un enorme hueco en el pecho. Es insólito, nadie va a creernos.

     Para colmo, José está totalmente ido, perdido en si mismo. Esto también le está afectando demasiado, me asustaría si no fuera así. Pero a diferencia de mi, él parece estar perdido, su mirada está muerta, ha cambiado por completo.

     Supongo que los otros han de estar igual, totalmente conmocionados... Esto es una mala situación.

–Debemos irnos ya –Dijo uno de los chicos.

     Tiene razón. Los profesores estarán aquí en unos minutos, si es que no vienen antes por el ruido. Debemos darnos prisa.

     Ni siquiera lo discutimos, todos estamos de acuerdo en irnos lo más rápido posible.

     Quiero suponer, quizás como escusa para mí mismo, que no solo quieren huir; todos tendrán razones para irse de aquí. Han de estar preocupados por sus familias, conocidos, y claro está que por si mismos.

     Por si fuera poco todo este desastre, se comenzaron a escuchar ruidos de estruendos y gritos del salón continuo al nuestro. Si resulta que hay más como Barakel ni trabajando juntos saldremos de esta.

     Pero para empezar, ¿Cómo podemos salir de aquí?.

     No es como que podamos solo ir a la puerta principal y nos abrirán sin más. Y aparte de esa entrada solo queda un portón en el patio, pero siempre está cerrado.

     Lo único que se me ocurre es la tarima.

     Todo el colegio, a excepción del patio, está techado. Eso siempre fue un lío cundo llovía en educación física, pero ahora bien podría ser nuestro boleto de salida.

     Hay una tarima pegada a una de las paredes. Si nos subimos a ella podríamos alcanzar la parte techada y salir por allí.

     No es el plan más detallado, pero en general es algo sencillo. Además andamos escasos de tiempo.

     Nada más explicar mi idea salimos corriendo hacia el patio, con la intención de escapar de la escuela. De camino, poco antes de poder llegar, nos cruzamos con el profesor de matemáticas. Pero ninguno de nosotros se detuvo, todos lo evadimos pasando por su lado. Él tampoco parece intentar detenernos, en vez de eso sigue de largo en la dirección contraria a nosostros.

     Luego de eso no tardamos nada en llegar al patio del colegio, y como lo suponía llegar a la tarima era cosa de niños. Hasta saltando podríamos llegar al borde del techo. Ya solo quedaba ver si tendríamos la fuerza para subir desde allí.

     Desesperados lo intentan 4 a la vez subiendo exitosamente, dejándome a solas con José, el cual desde entonces no ha dicho ni una palabra.

     Pero ya dolo queda intentarlo también. No puedo dudar ahora.

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⏰ Última actualización: Apr 06, 2022 ⏰

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El trono de LuzbelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora