Nuestra Decisión [Aidan Gallagher]

[02]

| _______ MUÑOZ |

Me paseaba por el pequeño jardín, miraba cada flor que este me brindaba pero la que más llamó mi atención fue una pequeña flor era de forma acampanada, al parecer se llamaba Lirio De Los Valles, investigué un poco de ella en un libro, era bastante hermosa. Solo he pasado dos horas aquí y me siento rara, extraño mi hogar, su dulce aroma a flores, la calidez que ella me brindaba, y sobre todo extraño al abuelo.

En éste lugar no me siento del todo cómoda, no me siento yo. No puedo expresarme libremente, las personas me miran feo y esa es una señal de que algo estoy haciendo mal pero aún no se que es. Con las únicas que he convivido fueron con Dayana y Tamara, y la última no es muy agradable, es demasiado seria y solo me ha dirigido la palabra para darme los libros que ocuparía en las clases, ha Dayana no la he vuelto a ver desde que salió de la habitación, así que prácticamente estoy completamente sola.

––Con que nueva eh–– una chica interrumpe mis pensamientos, volteo a verla, es alta, pelo castaño, pestañas largas, y su uniforme estaba más arriba de lo normal ¿Eso era aceptado? Creo que no, según las reglas, tener la falda más arriba de las rodillas era inaceptable, entonces, ¿Porque la utilizaba así, si eso estaba mal?–– ¿No sabías que no responder cuando te llaman es de mala educación?–– me examina detenidamente

––Disculpa–– me apresuro a llegar hacia ella–– ______, un gusto en conocerte–– extiendo mi mano sonriente

––Que nombre más raro–– dice mirando mi mano con una mueca, mi sonrisa se va desvaneciendo poco a poco–– Alguna de ustedes había oído ese nombre antes–– pregunta a las chicas que tiene detrás de ella

––Obvio no

––Yo tampoco

––Yo menos

––Yo creo...

––¡Mónica!

La chica voltea, encontrándome con unos ojos verdosos, nuestras miradas conectan por unos segundos.

––¡Bebé!

Se abalanza sobre el y lo abraza como si no hubiera un mañana, miro el jardín incomoda

––¡Te extrañe!

––Si, bueno puedes soltarme me asfixió–– ella lo suelta y antes de que pudiera hablar lo llena de besos por toda la cara

––Mónica–– se remueve incómodo–– Ya sabes que no me gusta que me beses en público–– ella por su parte se quita de el incómoda

––¿Te parece si nos vemos hoy en mi habitación–– propone viéndolo sonriente

––Claro

––¡Genial! Bueno niñas vámonos, tenemos mucho que hacer–– las mira alegre, una de ellas me apunta con la mirada, dirige la mirada hacia mi y pone una mueca–– Y tú–– me recorre con la mirada como si fuera un tipo de peste–– Será mejor que te vallas, y ve a comer un poco porque desde acá te veo las costillas–– ríe provocando risas de sus compañeras, me tocó el estómago y busco mis costillas, tocó una y pongo una mueca

––Mejor déjenla, anda Moni vámonos–– la abraza por los hombros y se la lleva, detrás de ellos van las acompañantes de Mónica creo se llama

Una ves que se perdieron de mi vista, levantó mi camiseta y observó con atención mi estómago

¿Que está mal?

Karla había dicho que todo estaba bien, que mi peso iba de acuerdo a mi edad entonces, ¿Porque ella decía que se me notaban las costillas?

¿Karla estaba mal? O ¿Mónica estaba mal?