| _______ MUÑOZ |
Unas tardes calurosas nos estubieron acompañando toda la semana pero no podía quejarme junto a las chicas las cosas se hacían más divertidas, eran muy buena compañía y podías olvidar tus problemas un rato. Tenían ese don de hacerte reír en un segundo.
La mañana del sábado se saboreaba calurosa, de nuevo, por lo que opte por un vestido sencillo color blanco, el fondo era blanco y el tull del mismo color, encima del tull había unas flores tejidas de colores pasteles, este me llegaba arriba de las rodillas por lo que no tendría ningún problema con las profesoras. Camine hacía la mesita y tome mi celular con mucho cuidado de no despertar a Tamara, encontré el número de la casa y al segundo tono contestaron
—Casa Muñoz, ¿Que se le ofrece?— escuché la voz de René y no pude contener la sonrisa al escuchar su voz
—René soy yo— murmuré
—¿Señorita ________?
—La misma
—¡Oh qué alegría escucharla!— exclamó emocionada— ¿En qué puedo ayudarla?— pregunto rápidamente
—Quería saber si podías traerme un auto aquí a la residencia— muerdo mi dedo mientras espero su respuesta
—Claro, le llegará de inmediato. Javier estará con el auto fuera de su residencia, ¿A qué hora lo ocupa?
—A la una— digo
—Bien, pues estará ahí antes de la una— casi puedo apostar que está sonriendo— ¿Necesita alguna otra cosa? ¿Ropa? ¿Libros? ¿Maquillaje?
—Quizá algunos vestidos, está haciendo mucho calor
—Se saborea a lluvia, también le mandaré algunos suéteres, bufandas y chamarras— dice
—Pero....
—No queremos que se enferme y apostaría que su abuelo la reprendera demasiado feo si llega a coger una gripe
—Esta bien, gracias— sonrió diminutamente
—Me alegra escucharla, que pase bonita mañana— dice antes de colgar, suelto un suspiro después de ello salgo de ma habitación para ir unos minutos fuera, camine entre pasillos hasta que encontré la pileta la cuál estaba demasiado apetecible, mire a mis lados cuidando que no se encontrará alguien cerca, me aproximé a ella y mordí mi labio con una sonrisita. Quite mis sandalias y me senté en la orilla mientras mis pies se encontraban dentro del agua. Sentí esa sensación de satisfacción cuando mis pies tocaron el agua fría, me quedé ahí mirando el agua.
Sonrío cuando recuerdo mi antigua habitación, era como una habitación de una persona adulta, libros, colores pálidos, cosas bien ordenadas, ni un solo poster como estaba acostumbrada a ver en redes sociales, no había un solo gusto mío, todo era controlado por mi abuelo, lo único que yo podía escoger era mi ropa, y lo agradecía bastante aunque a veces no fuera así estaba contenta con poder usar algo con lo que yo me sintiera cómoda.
Algo que debería admitir era que a mí nunca me gustó pensar en el futuro, me aterra, me asusta fracasar, que un día despierte y tenga que afrontar el desastre en el que estoy convirtiendo mi vida, trato de esforzarme, por ser mejor, por mis padres, por qué un día les prometí ser alguien en la vida, alguien de quién pudieran estar orgullosos. Y si para eso tengo que sacrificar mis sueños, lo haré, por qué tampoco quiero fracasarle a mi abuelo, el ha invertido demasiado en mí, no es justo que yo lo decepcione.
—Hola— hablan a mi lado, volteo y veo como Derek también mete los pies en el agua, puedo ver una pequeña mancha roja en su labio
—Hola— murmuró devolviendo la vista al agua
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Nuestra Decisión [Aidan Gallagher]
Fiksi Umum𝐔𝐧 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐧 𝐮𝐧 𝐩𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐨 𝐩𝐮𝐞𝐛𝐥𝐨, 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐞𝐧𝐯𝐢̀𝐚𝐧 𝐚 𝐥𝐨𝐬 𝐚𝐝𝐨𝐥𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐯𝐞𝐫𝐚𝐧𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐫𝐞𝐟𝐨𝐫𝐳𝐚𝐫, 𝐀𝐢𝐝𝐚𝐧 𝐆𝐚𝐥𝐥𝐚𝐠𝐡𝐞𝐫 𝐞𝐥 "𝐥𝐢̀𝐝𝐞𝐫"𝐝𝐞𝐥 𝐥𝐮𝐠𝐚𝐫, _______...