– ¿Y bien? ¿Qué tienes que decirme? Soy todo oídos. – le dije. Ni siquiera lo saludé, simplemente llegué al portón del colegio y por lo visto es realmente importante lo que tiene que decirme porque no le importó esperarme durante dos horas.
– Hola Abigail, ¿podemos charlar mientras te acompaño a tu casa? – preguntó dudoso.
– Si, no hay problema...¿Todo bien? Lo digo porque te noto algo tenso. – lo miré de reojo mientras caminabamos en dirección a mi casa.
– Todo bien. Solo quisiera poder algún día escuchar tu perdón, se que me equivoqué y te hice mucho daño y de verdad no sabes como me arrepiento. Eres una increíble mujer y no mereces a un tipo como yo ni siquiera de amigo. Te fui infiel si, engañe a la mujer mas valiosa del mundo y ahora el perderte es el peor de mis castigos. Nunca, escúchame muy bien Abby...nunca voy a volver a encontrar a una chica como TÚ y eso es lo que más me duele pero tendré que vivir con ese tormento toda mi existencia. – cada palabra fué como un golpe a mi corazón, no se en que momento dejamos de caminar de repente estábamos parados bajo la lluvia; justamente en la esquina donde fué nuestro primer beso.
Nuestras miradas se encontraron, no pude evitar sentirme indefensa ante sus palabras estaba a punto de dejar mi orgullo atrás y correr a sus brazos otra vez.
– Te perdono. – susurré. – Tienes mi perdón Julián. Me estoy congelando en esta lluvia, será mejor que ya me vaya.
– Gracias Abigail. – dijo mientras dibujaba un sonrisa en su rostro, aquella sonrisa de la que me enamoré profundamente.
Me despedí y caminé hacia mi casa. Al llegar rompí en llanto nuevamente pero estaba mas que segura que serían las últimas lágrimas a su nombre. Todo empezó un 25 de abril y hoy 23 de octubre termina esta gran historia de amor, mi primer amor adolescente. Muchos lo llamarían "ERROR" pero si volviera a nacer estoy segura que lo cometería nuevamente porque necesitaba vivir algo así para comprender que el amor que nos pintan los libros y las peliculas no son siempre cielo rosadito o un rosal, tenia que comprender que siempre nuestros padres quieren lo mejor para nosotros, tenia que entender que no siempre puedo andar metida en mi burbujita de cristal y que tengo que salir de ahí de vez en cuando.
¡Si, duele! Pero no te limites a sentir amor. No te limites a amar y ser amado. La vida es muy corta para vivirla ordinariamente.Sin embargo, algo que aprendí de todo esta exploración es que nunca, léanlo muy bien nunca se enamoren con el corazón dejen a la cabeza que sufra las consecuencias. Si de algo me arrepiento es de eso. ¿Por qué? Pues el corazón es muy ingenuo y cae fácilmente en cualquier engaño, no le importa romperse en mil pedazos con tal de recibir un poco de amor, así sean solamente migajas..
En fin, una nueva etapa acababa de empezar estaba lista para una nueva aventura en mi vida ¡Ojo! No se trata de volverme a enamorar, aún necesito sanar y para eso solamente el tiempo es la cura.
Era una nueva semana, me alisté y bajé a desayunar. El día estaba precioso e incluso mi hogar era otro, días anteriores había tenido una corta charla con mis padres y nos reconciliamos; ahora solo faltaba reconstruir mi amistad con Mel y Jenn y ahí si podría morir en paz, sin rencores ni resentimientos.
Llegué al colegio temprano estaba decidida a hablar con mis amigas y arreglar las cosas pero antes de que eso sucediera, ellas me sorprendieron a mí llegaron al estacionamiento de bicicletas y me abrazaron fuertemente. Sin duda, la telepatía entre nosotras es sorprendente yo pensaba hacer lo mismo pero se me adelantaron.
– ¡Perdónanos Abby! – dijeron con una vocecita dulce y ojitos de gatito tierno. Sonreí y las volví a abrazar.
–No hay nada que perdonar, las amo.
Ahora si mi corazón estaba completo, claro que si, estaba empezando a sanar cada herida del pasado. Si me preguntaran ¿Cuál es la mejor sensación del mundo? Diría que es el hecho de perdonar y cerrar ciclos, no hay nada mejor que dejar el resentimiento y rencor a un lado. Los próximos días se convirtieron en los mejores días de mi vida, junto a mi familia y a mis amigas decidimos pasar mas tiempo juntas ya sea en mi casa o en el colegio. A Julián lo veía todo el tiempo, quedamos como dos buenos amigos de esos amigos que se saludan cordialmente y por que no siempre que coincidía nuestro horario de salida platicabamos un poco hasta que cada quien tenía que tomar el rumbo a su casa. Y es así, como termina esta historia, una historia real con un final real, cero filtros y amores disfrazados.
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HAAAAAAAAAA
Fin
Lo único que puedo decir es que ¡Disfrútenlo! Es mi primer libro y aunque se nota lo novata que soy, tras la redacción de este libro existe un gran esfuerzo y dedicación. <3
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Rómpeme el corazón
Romance¡Adolescencia! ¡AHÍ VOY! Toca a mi puerta la PUBERTAD, la llegada de una edad sumamente complicada, los cambios de personalidad y el nuevo moldeo del cuerpo; llego la hora de madurar y no necesariamente tenemos que ser frutas.