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Dark Red - Steven Lacy
VIII. Sorpresa

Entre más pasaban los minutos, más nervios invadían mi cuerpo. Ni siquiera quería voltear a ver si ella, ya se encontraba aquí.

—En cinco minutos inician —informó el wey barbudo.

Tome mi guitarra y tome un sorbo de mi botella de agua, si ella estaba entre el público, es probable que mis nervios aumenten.

Nos acomodamos en nuestros lugares y de nuevo sentimos las luces sobre nosotros, la atención estaba puesta en nosotros.
Sentir la mirada de todos, me hacía sentir más nervioso.

—Hola, buenas noches, somos Monte Carlo y la rola que hoy tocaremos se llama Eres, de Café Tacvba.

El público se emocionó, y antes de comenzar a tocar, ella se estaba acercando al frente.
Estaba sonriendo y vestía de manera casual.

Eres...

*

—¿Por qué no tocaron la canción que escribieron? —preguntó curiosa.

—Porqué aún no la terminamos.

¿Quieres quedarte o quieres ir a otro lugar?

—Vámonos, ¿quieres ir por unos tacos? —pregunté.

La mire asentir y ambos agarramos nuestras cosas, pero antes de eso, me despedí de mis compas.

—¿Es lejos?

—No, pero si estás cansada o te da flojera, podemos ir otro día.

—No es por eso —respondió— cantas muy bien.

Eso me hizo sonreír.

—Gracias.

El camino hacia la taqueria fue de charlas triviales, pero yo sentía que ella estaba rara. Evitaba mi mirada, y cuando estas se cruzan desvía con rapidez su mirada.

—¿Cuántos tacos quieres?

—Cuatro estarían bien —respondió sentándose en una de las mesas.

Mientras pedía nuestros tacos, la mire mover con nervios sus manos.
Me pregunto la razón por la que se encuentra de esa manera, ¿estará así por él?

—Sus tacos güero.

Respondí con un gracias, y fui hacia la mesa.

—Ricardo —llamó ella.

—Dime

Te quiero.

¿Eh?

¿Lo que acaba de salir de sus labios es real?

—Repite lo que acabas de decir.

—Te quiero, Ricardo —expresó sonriéndome y con su cara roja de vergüenza.

Deje el taco en el plato, estaba sorprendido.

¿Me quiere?

Sirenita Donde viven las historias. Descúbrelo ahora