Capítulo 2: La invitación

638 39 32
                                    

"A veces la vida que da sorpresas que no esperas
y en otras simplemente no te da nada"

Una misión imposible se encontraba siendo ejecutada, había llegado el momento más difícil del mi plan, pedirle a Lillie que sea mi acompañante, era la pareja perfecta para esa fiesta, linda, hermosa, inteligente y sobre todo divertida, una chica perfecta. Pero antes de llegar a esa parte, había que realizar un paso sumamente riesgoso, entregarle la invitación, normalmente lo haría en línea y nadie tendría que salir herido, pero a veces la vida no siempre te deja el camino sencillo, a veces simplemente tienes que abrirte camino solo ante el mundo y conocer por ti mismo tus propias experiencias.

Me encontraba sentado sobre una banca de madera, estaba mayormente solo, no tenía muchos amigos como mencione, Brock como siempre me acompañaba en todos los recesos, hablando sobre las clases o sobre las actividades extracurriculares de la escuela. En esta vez, las cosas habían sido un poco diferentes, me encontraba un poco cansado, había corrido para escapar del posible castigo que podrían aplicar sobre mí...solo por una pequeña plática en medio de una clase, lo sé, es muy injusto, pero eran las reglas de la escuela, no solía tener castigos hechos por ruido o por cualquier "problema" dentro de la escuela.

—Brock, ¿Estás listo? — pregunto un poco exhausto, estaba respirando un poco fuerte debido a mi cansancio.

—¿Listo? ¿De qué estás hablando? — preguntó confundido, no sabía lo que le pediría, lentamente frunció el ceño.

—Tú eres el indicado para invitar a Lillie al baile de Serena — dije con una enorme sonrisa, dentro de mi estaba muriendo de risa, era por dejarme solo en clase, aunque yo hubiese hecho lo mismo probablemente.

—¡¿QUÉ?! ¿Estás loco? Ash, eres mi amigo y casi un hermano para mí, pero lo que me estás pidiendo es una misión suicida, si Gladion me descubre acabará contigo — menciono un poco asustado, Brock era un alumno fuerte, aunque bastante calmado.

—Por favor Brock, solo le tienes que entregar esta carta y...

Espera, no tenía la carta en ese momento...quizás si...

—Ay no, la carta se quedó en el aula.

—¡¿Qué?! Debes ir por ella...AHORA...

Comencé a correr hacía el salón lo más rápido que podía, no podía dejar pasar esta oportunidad, tener un baile junto a Lillie en una fiesta, no era una invitación que se realizase todos los días. Mientras corría observé que por los pasillos dónde se encontraba el salón de Lillie, se encontraba una chica de cabello castaño de espaldas, al parecer era un chica nueva, nunca antes la había visto en el colegio, aunque no era momento para ver chicas nuevas, debía llegar a esa carta.

Tras casi correr por todo el colegio, finalmente llegué a mi salón, al entrar, noté un silencio bastante incómodo, solo era posible escuchar las voces de los estudiante en el exterior, después todo estaba en sumo silencio, era común, nadie se podría quedar en el aula, era una de las reglas de mi estimada escuela, entré sin hacer mucho ruido, cogí mi carta que se encontraba sobre uno de mis apuntes y decidí regresar con Brock antes que terminase el receso, es aquí en dónde mi vida cambio por completo, quién diría que por una acción puede cambiar todo tu destino, al girar mi mirada una última vez hacía el salón sentí como un líquido comenzaba a caer por mis zapatillas, mi ropa se encontraba manchada por pastel de vainilla, que era mi pastel favorito aunque no quería en este momento, al girar mi mirada hacía enfrente, vi a Koharu, la hija del profesor Sakuragi, manchada por el pastel que traía en las manos...era el fin...

—L-lo siento no fue...— sentí un dolor en mi mejilla izquierda, me había dado una bofetada.

Sabía que las mujeres tenían fuerza, pero nunca había sentido el golpe de una mujer, o bueno, no hasta el día de hoy.

Lost SoulsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora