Inazuma Eleven - A triple trouble

3º

AKI: ¿Qué hacemos con él, Alina? —le pregunto—. Creo que si decido yo, este pobre chaval terminará realmente mal —y acompaño mis palabras con una sonrisa psicópata para amedrentar al chico.

ALINA: Supongo que con torturarlo un poco nos servirá —asiente ella también mientras hace crujir sus nudillos.

Me levanto para dejarlo marcharse corriendo. No creo que confiese nada, bastante miedo le hemos debido de dar.

AKI: ¿Te has fijado que tenía un ojo tapado? —le pregunto mientras volvemos a los vestuarios a terminar de vestirme.

ALINA: Sí —asiente—, y tampoco llevaba el uniforme de aquí.

AKI: Bueno, da igual, de todas formas, no creo que nos lo volvamos a encontrar por aquí, con un poco de suerte.

*******

Llegamos Sakura, Alina y yo al campo de fútbol mientras hablábamos sobre el misterioso y entrometido chico de la mañana.

SAKURA: Lo has dejado de piedra —se ríe muy animada—. Y tú, Alina, le has debido de echar unas mi...

De repente Sakura se calla y señala al frente.

SAKURA: ¿No... será ese el chico que habéis visto, no?

Alina y yo miramos a donde ella señala y yo me quedo boquiabierta, al igual que Alina. Veo al chico de pelo azul y parche de la mañana hablando tranquilamente con Jude. Va con un chandal de fútbol, de color verde, y junto a él, hay otro chico, de pelo en punta y con forma muy extraña.

Nos terminamos de acercar y saludamos a Jude.

ALINA: ¿Quién es ese, Jude? —pregunta sin cortarse un pelo—. Esta mañana nos estaba espiando en el vestuario. No hemos podido zurrarle, pero si nos lo permites, ahora estaríamos encantadas de ello.

JUDE: ¿Si? —pregunta extrañado.

AKI: Sí, Jude —asiento y miro por el rabillo del ojo al chico del parche—. Ya sabe la verdad. Espero que no haya venido a espiarme sólo porque tú le hayas dicho lo mío.

JUDE: No creo que haya sido porque yo le he contado algo, porque no lo he hecho —se justifica—. Se llama David, es de la Royal Academy, ya sabes, mi anterior instituto. Y él es Joe, también de la Royal.

Miro a los dos chicos y hago una ligera inclinación de cabeza.

JUDE: Han venido para acordar jugar un amistoso en una semana para entrenar. Además Samford también será un jugador del Inazuma Japón.

AKI: ¿Samford quién es? ¿El tártaro o el puercoespín? —pregunto burlonamente.

Creo que les ha molestado mi comentario, pero hacen oídos sordos.

SHÔRYÛ: Aki —me saluda con la mano mientras corre hacia nosotros—. ¿Venís a entrenar o qué?

Miro retadoramente a los dos chicos, y le sostengo la mirada por un largo rato.

JUDE: Él es Samford, David, el de pelo azul —termina aclarando, al ver que ninguno hace amago de hablar. 

SAKURA: Bueno, nosotras nos vamos a cambiar... y ya nos veremos en unos minutos... cuando los humos se hayan bajado... —y Alina y ella me sacan tirándome de los brazos mientras sigo sosteniéndole la mirada al del parche. 

********

SAKURA: ¿Qué narices te pasa, Aki? —me grita en cuanto entramos al vestuario—. ¡Son de la Royal Academy! Si quisiesen te aplastarían ahora mismo.

AKI: Bueno, había que contraatacar —me encojo de hombros.

ALINA: Te has pasado un poquillo, eh, Aki. No creo que te lleves mucho mejor a partir de ahora —suspira—. No tienes remedio, chica.

AKI: ¿Y me lo dices a mí, Alina? Cuando tú eres peor que yo.

ALINA: Yo no finjo ser un chico, Aki. Además, mi forma de ser borde es más estilosa —responde mientras guiña un ojo.

*********

Después del entrenamiento, me quedo recogiendo el material junto a Caleb, a propósito, para averiguar un poco más.

AKI: Oye, Caleb —comienzo con timidez, ya que me han dicho que su carácter es muy difícil—. ¿Puedo hacerte una pregunta?

CALEB: Ya me has hecho una pregunta —me dice secamente mientras deja la red con los balones en el cobertizo—. Y la respuesta es no.

Suspiro muy suave. La gente así me pone muy nerviosa. Puto chulo playa...

AKI: ¿Tú antes eras de la Royal, no? —le pregunto aun así.

CALEB: Te he dicho que no me puedes preguntar nada —me corta—. Y tampoco quiero que me hables. Fuera —me dice mientras me aparta bruscamente de la puerta y sale.

AKI: ¡Todos los de la Royal sois igual de creídos! Sois peor —le grito mientras se aleja, pero al oírme, se da media vuelta y se acerca peligrosamente. Cuando está a mi altura, da un fuerte golpe en la pared, al lado de mi cabeza, y me aprisiona en cierto modo.

CALEB: Primero, princesa, yo no tengo nada que ver con esos gilipollas que han venido hoy. Y segundo, no se te ocurra volver a ponerte en mi camino nunca más. Y no me dirijas la palabra para nada. ¿Entendido? —me dice con voz suave pero muy dura, después sonríe satisfecho.

Lo miro sin ninguna expresión en el rostro, y luego aparto su brazo de la pared para poder marcharme.

AKI: No me extraña que sigas soltero a tu edad... —susurro, lo bastante fuerte para que se oiga, pero lo bastante bajo para que Caleb no entienda lo que digo.