Capítulo 1

1.7K 94 0
                                    

Adiós Hawái

CORBAN.

Unos meses atrás.

Acabo de aterrizar en el aeropuerto de Grecia, después de un largo viaje, y de pasarmelo en grande volví a Grecia. Estaba esperando a mi mejor amigo que estaba buscando su maleta.

-¡Al final llegas! ¿donde has ido a buscar la maleta, a china?- le dije cansado de esperar.

-No, pero de china venía una pedazo de rubia guapísima, era un bombón...

-Las rubias no son lo mío y lo sabes, aparte deja de ser tan baboso- dije en tono de broma.

-Es por que no la has visto; era la perfección en mujer, todo realmente perfecto.

-No me van las rubias imbecil- dije dándole un puñetazo en el brazo- a ti todas te gusta y te parecen perfectas.

-¡Dios! Que imbecil eres, ¡Mira es esa maravilla!- dijo señalando a una rubia que estaba de espalda.

Tenia toda la razón, aquella rubia era la definición de una barbie, perfecta.

-Que, a que no exageraba, dios es que que mujeron- la repasé de arriba abajo y todo era realmente perfecto.

-La verdad es que si, tenías razón, es preciosa- observe su apetecible trasero.

-Voy a decirle algo, pero no se hablar chino, por que deduzco que es de allí...

-Deja de hacer el idiota y vamos, que mi padre se pone insoportable cuando espera de más.

Empecé a caminar hacia la salida, mi amigo el baboso se quedó atrás, nuestra amistad había empezado gracias a una mujer, de la cual se burlo de nosotros, salía con ambos y después de eso nació nuestra relacion de amistad, era el único amigo hombre que tenía.

-¡Esperame!.

-Como no venías, me iba a ir sin ti- dije subiéndo en mi Lamborghini.

-Tenía que hablar con esa hermosura- dijo subiéndose- Creo que era rusa, tenía un acento que enamoraba, su cara era perfecta, ¡Una diosa!.

-Bueno, pues suerte con la rubia.

-No pudimos hablar, nose inglés mucho menos ruso- dijo con pesar- acabo de perder a la mujer de mi vida.

-Jajaja eres un drama- la verdad había ganando con la perdida de mi supuesta "novia" mi amigo era mucho mejor que ella.

-Por suerte no nos fijamos esta vez en la misma mujer.

-Hombre era una diosa, no te lo voy negar pero vengo de estar con una morenas que estaban muy muy bien.

-Algun día te enamoraras y ese día sabrás lo que es el dolor.

Su mirada reflejaba dolor, el amaba a Claudia era la mujer que nos engañó a los dos, pero al que realmente había hecho daño era a mi amigo, el la amaba hasta el punto de casarse con ella.

-Jamás alguna mujer llegará a mi corazón, créeme.

-Solo agradezco a Claudia que nos haya unido, saque una gran amistad.

-La verdad es que si- dije mirándolo, justo llegábamos a la casa de mis padres- Preparate que mi padre me dira de todo. Y aún no sabe que me voy a Rusia esta noche a ver a mi amiga.

-Creo que le harás dar un infarto, él cree que irías a la empresa y lo sabes.

-Sabes que no voy a ir a su empresa, es increíble que siga pensado que voy a ir allí- estaba aparcando en la mansión de mis padres- odio que piense algo que no va a suceder y luego sea yo el culpable, no se en que idioma hablarle a este señor.

El Momento Indicado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora