Episodio 17: Ayuda oportuna, mas revelaciones y otra batalla a muerte

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Kiki se había teletransportado previamente a la casa de Escorpion, ahí aparece en un santiamén para ver a Milo todavía desmayado. El niño corre hacia él para auxiliarlo.

-¡Rayos Milo! ¡Debes levantarte!

Kiki se hinca donde está Milo tendido, cierra los ojos y comienza a elevar su cosmo y transmitirlo hacia el caballero dorado. En un instante ambos se ven envueltos en un aura dorada de poder.

-Ojalá que esto funcione para al menos hacerte despertar...

De vuelta al santuario, los demonios habían llegado a la casa de Tauro. Aldebarán se sorprende al ver la apariencia de estos individuos, pero no se inmuta y se cruza de brazos. Los tres seres infernales sonríen de forma burlona al ver al espigado caballero dorado hacer esto.

-¿Han visto? Este tipo va a morir pronto y aún así, finge estar despreocupado. Es mejor que me encargue de él y lo asesine ahora... – Comenta Pimentor, mientras da algunos pasos hacia adelante y sigue sonriendo burlonamente.

-¡Ninguna de ustedes, bestias demoníacas, pasará de la casa sagrada de Tauro! ¡Van a morir aquí todos a manos de mi poder! - Exclama Aldebarán.

-Si así lo deseas, Pimentor, adelante. Acábalo mientras nosotros vamos por los demás...- Responde Abura, ignorando las palabras del caballero dorado y dirigiéndose a su compañero.

-Ustedes son sordos o estúpidos... Pero no me importa, ¡ya les dije que perecerán aquí!

¡Gran Cuerno!

Aldebarán ejecuta su ataque y lo lanza contra los tres demonios quienes lo esquivan sin muchas dificultades (aunque Tauro no lo lanzó muy fuerte, solo fue para medir la capacidad de reacción de sus contrincantes). Pero en ese momento, Abura y Paprik realizan un ataque bastante peculiar, el cual consiste en una especie de cuerdas que van atando a Tauro (similares a las que los hombres de Bojack en la OVA de Dragon Ball Z: El Guerrero Más Fuerte usaron para neutralizar a los guerreros Z), éste se sorprende pues no esperaba tal ataque y de repente las cuerdas lo atan de brazos y pies, además estas se convierten en ligeros pero muy resistentes lazos de piedra y hielo, por así decirlo, lo que le quita toda movilidad a Aldebarán, momento suficiente para que los dos demonios salten por sus costados y pasen corriendo.

-¡Esperen, malditos!

-¡Jajajajaja! Funcionó a la perfección, como siempre -Exclama Abura -¡No tardes, Pimentor!

-¡Desgraciados! Agh... -El caballero de Tauro dice esto con un tono obvio de molestia, mientras intenta moverse.

-Ya olvídalos, ellos irán adelante pero yo te enterraré aquí, mastodonte...

-Siempre me tocan enanos... No sabes ni lo que estás haciendo al enfrentarme solo, demonio maldito. ¡Te lo demostraré! ¡Aaaaaaaah!

Aldebarán eleva su cosmo a niveles altos y destruye los lazos de hielo y roca que lo aprisionaban.

-Muy bien, te felicito, pero ese ataque fue insignificante. Si hubiéramos querido, te hubiéramos asesinado mientras estabas atrapado, ¿pero qué caso tendría? La diversión se acabaría pronto y lo que yo quiero es divertirme, haciéndote sufrir...

-¡Ja! Ahora puedo ver que en verdad no eres de por aquí, porque si supieras el poder de nosotros, los caballeros dorados, no estarías tan confiado...

-¿Caballeros dorados? ¡Jajajaja! Suenan como a una bola de tontos con armaduras brillantes...

-¿Ah, sí? Pues uno de estos "tontos" ha terminado con la vida de uno de ustedes...

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