Una semana pasó de aquellos acontecimientos. Volvió lo aburrido de siempre, ___ estaba en su trabajo sirviendo cafés como de costumbre, recibiendo poca propina y viendo como había gente de su edad que si podía divertirse, en cambio ella debía estar del otro lado de la barra de café, trabajando.
— ¿A quién tenemos aquí? — Una voz varonil algo aguda llegó a oídos de ___, la cual miró hacía ambos lados encontrándose con Glam, su "suegro" este como siempre con su típica sonrisa. — ¡Hola ___! ¿Cómo estás? —
— Oh, hola señor Glam, estoy un poco cansada, pero bien, ¿Y usted? ¿Qué se le ofrece? —
— El café de siempre por favor, también estoy bien, pide tu favorito yo lo pago por tí también. —
— Bien, en momento traigo su café, pero no puedo hacer algo así, debo seguir trabajando. —
— Insisto, yo te invito ___, solo pide el resto del día libre. —
Aquella chica miró dudosa el pedido para anotar unas cosas más en esta y se dirigió a dejar el pedido para quitarse el delantal e ir a la oficina de su jefe, el cuál a regañadientes le dió el día libre.
Fue donde el rubio con singular sonrisa para sentarse en el otro asiento de la mesa con algo de nerviosismo.— Y... Cuénteme señor Glam, ¿Por qué quiere tomar un café conmigo? —
— La verdad me pareció buena idea, quería que celebremos tu ingreso próximo a la universidad, me enorgullece que puedas seguir tus sueños. —
— Bueno, sinceramente solo quiero estudiar medicina porque se gana mucho dinero y porque quiero decir chistes de humor negro cuando alguien se muera. —
— Ok, creo que necesitas un psicólogo. —
— Gracias, lo sé. —
— Bien, entonces, de lo que quería hablar es que no me gusta para nada que estés con mis hijos. —
___ soltó una risa creyendo que era broma. Glam solo se le quedó mirando con seriedad lo cual provocó que la risa de la chica cesara.
— ¿Cómo? ¿Señor Glam acaso usted ya no me quiere? —
— Oh, querida ___, yo te amo, por eso no me gusta que estés con ellos. —
— ¿Qué? —
— Así como escuchaste, te amo, me gustas, no te hagas la tonta, ya sabes bien a lo que me refiero. —
La de ojos oscuros se sintió algo nerviosa e incómoda por esa confesión, no se lo esperaba y sobre todo viniendo de su suegro casado.
— Pero señor Glam... —
— Solo dime Glam. —
— Glam, estás casado. —
— Lo sé. —
— Y es muy mayor que yo. —
— Solo 19 años de diferencia. —
— Pero yo no tengo nada de experiencia en la vida. —
— Yo sí. —
— ¿Por qué le gusto? —
— Porque eres alguien agradable y la verdad la actitud de Victoria mientras más pasa el tiempo se vuelve aburrido. —
— ¿Y eso qué tiene que ver? —
— Solo me parece buena idea una amante jóven. —
— ¡¿Por qué?! —
— Vicky ya no tiene la pasión y locura que tenía. —
— ¿Está diciendo que me va a dar dinero o algo así solo por ser su amante porque si mujer ya no es como antes?. —
— Pues sí, aunque no pensaba en el dinero. ¿Quieres que te pague? —
— Glam, no creo con algo así. —
— ¿Acostarte con mis hijos fue suficiente? —
— Pues no, Heavy es un buen amigo y compañero sexual y Dee me cuida y quiere mucho. —
— ¿Están en una relación poliamorosa? —
— No... —
— Entonces sé mi amante, problema resuelto. ¿No quieres? —
Dejaron de hablar al ver que llegó el pedido el cuál el rubio pagó de inmediato dándole todo lo que sobra en propina, ___ estaba en silencio mirando su café, estaba dudosa de la propuesta, sobre todo sabiendo que sería algo muy peligroso de hacer.
— ¿Cuánto dinero me darás? —
— ¿Cuánto dinero quieres por una noche de fetiches? —
— Pues... No lo sé, unos ₽5000 probablemente. —
— Trato hecho. —
— Ah, ¿De verdad?. —
— Sí, el próximo martes, a las 23:45, yo te diré dónde. —
— Supongo que está bien. —
.
Oh sí, chupa marica chupaaaa chupaaa
ESTÁS LEYENDO
- No es cosa de jóvenes (T/N)
FanfictionT/N es muy promiscua en esta historia, tendrás a tus pies a los tres Shvagenbagen. Glam, Dee y Heavy, disfruta de el placer y experiencias que te darán, pero lo más importante, ¿Con quién acabarás?