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— ___, oye. —

Una voz masculina resonó cerca de la chica de ojos oscuros.

— ¿Ah? ¿Qué pasó?... —

La chica se despertó de golpe mirando alrededor fijándose que a su lado estaba aquél rubio de cabello rizado todo desordenado, sin maquillaje, sin camiseta y con su barba apenas crecida.

Ambos se comían con la mirada, esa sensación de calma y felicidad de estar juntos le llenaba de energía, era como ese libro de romance que siempre se imaginaría uno, el rubio la acercó para abrazarla y darle un pequeño beso en la frente como muestra de su afecto. Estuvieron un rato abrazados en silencio solo escuchando el latir de ambos.

Turn it down you say But all I got to say to you is time and time again I say No! No! No! No! Tell me not to play Well, all I got to say to when you tell me not to play I say No! No! No! No! So, if you ask me why I like the way I play it There's only one thing I can say to you
I wanna rock!(Rock!) I wanna rock!(Rock!)

[I Wanna Rock - Twisted Sister]

Sonó el tono de llamada que Dee tenia previsto para su padre, ya que era una de sus canciones favoritas, contestó y Dee quedó atónito.

— ¿Dee? ¿Cariño? ¿Todo bien? . — Aquella chica con cansancio notorio en su mirar se acomodó en la cama al notar alterado a el joven rubio y comenzó a percibir muy cuidadosamente sus gestos.

Algo muy grave sucedió, porque el de ojos claros se levantó de golpe y colgó la llamada dirigiéndose a su habitación escuchando como este rebuscaba cosas en su armario lo cual alarmó a la de ojos medianamente oscuros, se colocó la primera ropa que encontró junto a su chaqueta menos abrigada yendo a la puerta haciéndose una coleta lo más rápido posible, se colocó sus zapatillas y vio como el mayor de los dos se acercaba a la entrada también para hacer lo mismo que la chica, tomó las llaves, abrió y ambos salieron apresuradamente dirección al hospital en el auto del pecoso.

— Mi padre fue ingresado de emergencia porque le dio un ataque asma. — Fue lo único que pudo musitar el rubio mientras conducía a bastante velocidad pero sin pasar el exceso de velocidad autorizado.

— ¡Dee, lo entiendo, pero ten cuidado, hay gente y perros callejeros pasando! —

— ___, cállate por una vez en tu maldita existencia, es mi padre, me importa una mierda el resto, incluso un sucio animal de la calle. —

— Oh, ¿Así que no respetarás a los animales de la calle? —

El rubio se quedó en silencio por un momento y frenó en una esquina que era autorizada.

— ___, perdón, no quise... —

— ¿Decir algo que sabes que detesto? —

— Sí, yo... —

— Dee, tú sabes perfectamente lo que pienso de las mascotas abandonas o abusadas y lo mucho que me duele verlos en tales estados y tú vas y en pocas palabras me das a entender que serías capaz de atropellarlos aunque la situación ya esté controlada por tu madre y tu hermano. —

— Perdóname, por favor, no me dejes ___, es solo que me da miedo perderlo, no le he dicho que es el mejor padre y que siempre lo admiré. —

— No seas imbécil, sabes que no te dejaré, pero, ¿Crees que yo no lo quiero? —

— Si sé que también es como un padre para ti, pero es distinto. —

— ¿Por qué es distinto? No es para nada distinto porque él siempre cuidó de mí como si fuera mi padre, llegaremos al hospital y todo estará bien, ¿Sí? —

Aquella chica puso entre sus brazos a aquel joven asustado, le acaricio el cabello y lo miró sonriendo con tranquilidad logrando que el rubio ya no tuviera a tope la adrenalina. Realmente hay veces que incluso el más cuerdo necesita ayuda, ¿No es así?

— Ahora que se calmaron los impulsos, ¿Sigamos el recorrido? —

— Sí, gracias linda, no sé qué haría sin ti. —

Y tal como dijeron, el rubio volvió a conducir, pero esta vez con más calma, al llegar al hospital se estacionaron y fueron  directamente al establecimiento preguntando la sala donde Glam estaba ingresado.

Al ir hacia la sala donde se encontraba el mayor, Victoria y Heavy iban saliendo de la habitación, se les notaba muy preocupados, sobre todo Victoria, su rostro se veía aún tenso por el shock del momento. ___ se dirigió hacia ella y la mayor en brevedad abrazó a la joven rompiendo en llanto, ese momento se sentía mucho menos tenso y las emociones sé pudieron liberar, ambas mujeres lloraron por un buen rato, no sabían que sería de aquél rubio de edad ya algo avanzada.

— Solo espero que no empeore. — Dijo Vicky, la única palabra que pudo murmurar antes de que el doctor saliera de aquella habitación con una mirada seria.

— ¿Esposa de Sebastian Shvagenbagen? Necesito hablar sobre la salud de su marido. —

— Por favor, llámelo Glam, no le gusta escuchar su nombre real. —

— Claro, no hay problema. — El doctor revisó el historial que tenía en manos y se acomodó los lentes para proseguir con su plática. — El señor Glam tendrá que seguir un tratamiento un poco más complicado, su asma ha aumentado notoriamente, ¿En su casa tienen la suficiente calefacción o habrá la posibilidad de que esté con polvo? —

— Tenemos calefacción y la casa siempre está impecable gracias a el. —

— Entonces tendrá que empezar a cuidar más de él, su esposo en cualquier momento puede tener otro ataque que sea mucho más grave que este. —

— Entiendo, ¿Y cómo tendré que cuidar de él? —

— Antialérgicos y tendrá que tratar con itratopio, ya que al ser un asma grave el tratamiento que llevaba anteriormente ya no le basta. —

— Bien, ahora dígame cuándo saldrá mi esposo del hospital. —

— En dos días más, debemos verificar que sea solo asma, quizás pueda tener covid. —

— ¡¿Covid?! ¡No es momento de bromas doc! —

— No es broma, señora Victoria, será mejor que se hagan un PCR cada uno para descartar contagios. —

— Mierda. —

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Chupaaaaaaaaa

- No es cosa de jóvenes (T/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora