CAPÍTULO 3

50 1 0
                                    

Mar

- ¡ALEXIA! –grito desde mi habitación-

-¡¿Qué pasa?! ¡¿Qué pasa?! –dice entrando corriendo- Wow...

Tenía toda la ropa tirada en la cama y el suelo.

-Necesito ayuda, no sé qué ponerme. –digo sentándome en la cama-

-A ver, primero tendrás que llevarte algo cómodo, pero a la vez arreglado. Tienen que llevarse una buena imagen de ti. –dice mirando la ropa- Prueba a llevarte unos vaqueros cómodos... -dice cogiendo unos que estaban en el suelo- Una camiseta cualquiera como esta... –dice cogiendo una de la cama- para ponértela debajo... Una sudadera simple... -dice cogiendo una que tenía al lado mío- Y por supuesto... -dice señalando mis pies- Tus converse. –dice escapándose la risilla- Y el abrigo, si no quieres congelarte en pleno enero, claro.

El conjunto que me había elegido Alexia me gustaba. Eran unos vaqueros anchos de un blanco roto, junto a una sudadera de un negro desgastado, mis converse rojas, y mi cárdigan negro.

-También deberías llevarte una mochila... -dice cogiendo mi mochila de la uni y dejándola en la cama- Para poner tu ropa de esta noche.

-¿Y qué me pongo? No tengo nada arreglado, y lo sabes perfectamente.

-Seguro que encontramos algo. –dice removiendo toda la ropa- A ver, podrías ponerte esta falda... -dice enseñándome una falda vaquera-

-No me gustan las faldas. –digo con cara de pocos amigos-

-Bueno, pues... ¿Estos pantalones? –dice cogiendo unos pantalones de tela negros-

-Eso está mejor. –digo escapándome una sonrisilla-

-Bien. Y por último... ¿Este jersey de lana? –dice enseñándomelo-

Era un jersey de lana, oversize, caído de un hombro y de color blanco.

-Y sé que esto no te va a gustar, pero para ir más formal deberías ponerte, estos botines. –dice cogiendo del armario unos botines con tacón ancho-

-Está bien. –digo no muy convencida-

-También ponte un sujetador de lencería bonito. –dice guiñándome el ojo porque sabe que con el hombro caído del jersey iba a verse-

Después, ella se va al salón de nuevo y yo me visto, me maquillo y empiezo a guardar todo en la mochila.

-¡Mar! ¿A qué hora tenías que estar allí? –dice Alexia desde el salón-

-¡A las...! ¡Mierda! –digo mirando mi reloj dándome cuenta de que faltaban 15 minutos para las 17:00-

Cojo la mochila, mi móvil, y las llaves del coche y salgo corriendo por la puerta.

Llegué a la Ciudad justo a tiempo, fui a la puerta con el coche y un guardia de seguridad me paró.

-Perdone, ¿me deja su identificación, por favor? –me dice el guardia al otro lado de mi ventanilla-

-Claro. –digo dándole mi DNI-

-¿Viene de visita? –me dice mientras revisa algo en su tableta-

-No, es... -empiezo a decir, pero ¿Cómo se lo explico todo? -Vicente, el jefe del equipo médico me ha llamado para comenzar una semana de prácticas aquí, y hoy es mi presentación. –digo mirándole nerviosa, tiene que dejarme pasar-

-Sí, aquí la tengo. –dice señalando su tableta- Encantado, Mar. Soy Juan. –dice dándome la mano- Ya estás registrada, a partir de ahora podrás entrar cuando quieras. –me dice amablemente-

¿Cuántas posibilidades habrían?Where stories live. Discover now