Los sábados por la mañana Billy solía dormir hasta el mediodía. Sin embargo, a las ocho de la mañana se despertó por el sonido de la voz de Susan llamándolo por su nombre y diciéndole que era hora de despertar.
"William. Es hora de despertar. William. Levántate, ya es hora de brillar, querido"
Billy gimió en respuesta y abrió los ojos. Estuvo momentáneamente confundido.
"No hay escuela" dijo Billy, cerrando los ojos y con la intención de volver a dormir.
"Tutoría" Susan le recordó.
Billy volvió a gemir, pero lentamente se sentó en la cama.
"Esto apesta" Billy se quejó malhumorado.
"No cometas un crimen si no puedes apreciar el tiempo" exclamó Susan.
Susan le dio unas palmaditas en el brazo antes de dejar que se vistiera, y Billy se pregunto si estaría disfrutando de su tortura.
Traidora.
Billy se vistió lentamente, luego tuvo que saltarse el desayuno porque si esperaba más tiempo para salir, perdería el autobús.
La tutoría fue tan horrible como pensó que sería. Afortunadamente, Billy era lo suficientemente inteligente como para saber lo que estaba tratando de enseñarle, pero el niño con el que estaba trabajando ni siquiera estaba tratando de entender las matemáticas. Era difícil enseñar a alguien que no estaba dispuesto a aprender.
"Está bien, intentemos esto de nuevo" dijo Billy, sentándose derecho en su asiento. Utilizó el tono más optimista que pudo reunir. "¿Cuáles de estos son triángulos semejantes?" preguntó. "¿De estos cuatro?" agregó, usando su lápiz para indicar de cuáles cuatro estaba hablando. El niño rubio miró hacia abajo antes de encogerse de hombros. "Vamos, puedes hacerlo"
"¡Esto es estúpido!" exclamó enojado, apartándose de la mesa.
El niño salió de la habitación corriendo, dejándolo solo. Billy dejó el lápiz, sintiéndose agraviado.
"Bueno, ahí va"
Con su 'estudiante' desaparecido, Billy tuvo que sentarse ahí durante la siguiente media hora sin hacer absolutamente nada. No era así como quería pasar su sábado.
Demonios, todavía estaría durmiendo a esa hora, pero hubiera preferido estar pasando el rato con sus amigos que estar ahí.
Billy resopló mientras ponía la cabeza sobre sus brazos cruzados. Pensó que bien podría dormir ahí si no podía en su cama. El sueño nunca llegó.
Steve estaba dando clases en el aula detrás de la suya, y Billy no pudo evitar escucharlo. Una vez más, esa voz suya lo tenía bajo un hechizo.
No podía entender por qué, pero por el momento no importaba.
Lo que importaba era que tuvo la oportunidad de escucharlo, y la aprovechó.
🍁🍁🍁
Una vez que Billy estaba en el autobús que lo llevaría de regreso a casa, sacó sus audífonos para escuchar música.
Nunca le gustó mucho el silencio. Siempre le dejaba con la sensación de que se lo iba a comer vivo.
Billy pudo ver a Steve subir al autobús también, pero eligió fingir que no se había dado cuenta. Podría haber estado interesado en él, pero sus amigos nunca lo aprobarían, y ahí la aprobación era vital.
"Hola" exclamó Steve con una sonrisa. Billy lo miró por un segundo, sus ojos se dirigieron a esos labios besables, antes de volver a mirar por la ventana. "¿Quieres comprar algunos boletos de rifa para ganar cuatro boletos para el palacio?" continuó. Su tono era ligero y conversacional. Cuando todavía no respondía, continuó hablando. "Estamos tratando de recaudar suficiente dinero para comprar unas computadoras de Jefferson para que las usen los estudiantes y reemplazar algunos de los libros de texto más antiguos"
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A Walk To Remember
Novela JuvenilEl joven Billy es considerado el chico más guapo y popular del instituto. Un día, a raíz de un castigo, conoce a Steve, el hijo del predicador. Esta es una traducción de OlmoRoble1991.