Desde aquel maravilloso día que pasó junto a su profesor en el parque de diversiones nota que su actitud ha cambiado. Los días junto a sensei no han sido los mismos, lo que le lleva a rememorar el motivo de tal perturbación en su actitud. Aunque cuando finalmente bajaron de la rueda de la fortuna debió de haber previsto que algo así sucedería.
«Semanas atrás
Al bajar de la rueda de la fortuna, la faceta coqueta-infantil que caracteriza a Gojō se fue para dar paso a una seria y serena. Itadori creyó que se debía por alguna noticia recibida por parte de Ijichi sin embargo recuerda perfectamente que en ningún momento escuchó a su profesor atender alguna llamada, ni siquiera lo observó sacar el celular para tomar fotos. Tuvieron una pequeña caminata por la zona fuera del parque de diversiones. Todo el recorrido fue en absoluto silencio hasta que les cayó la noche. En ese momento vio a Gojō sacar su celular para marcarle a Ijichi, solo hasta ese instante supo que todo el tiempo trajo consigo el aparato.
El camino del parque al instituto Jujutsu también fue silencioso pero no incómodo, supuso que se debía a que ya habían agotado su energía. Yūji se distrajo observando los edificios que se iban apareciendo conforme avanzaba el coche así que no resintió la nula intención de hablar por parte de su profesor y él simplemente estaba tan cansado como para querer iniciar la plática.
Al llegar al instituto se despidió de su sensei pero no sin antes agregar que se la había pasado muy bien y agradeciéndole con una reverencia por haberle hecho pasar un magnífico día. Cuando se reincorporó, lo único que hizo Gojō fue mirarlo para enseguida brindarle una caricia suave en su cabeza, pasando sus dedos entre sus cabellos, acompañada de una mirada que no supo describir. Satoru no emitió palabra alguna y se marchó, dejándolo en la puerta de su habitación con un sentimiento de devastación empezando a surgir desde sus entrañas.
»Tiempo presente
Es inevitable que su mente regrese a aquel día tratando de descubrir su distanciamiento. Cada vez que intenta acercarse a Gojō, éste parece ignorarlo. Incluso puede notar cómo lo evade, hasta se atrevió a fingir tener asuntos importantes qué atender dejándolo con la mano alzada tras haberlo saludado.
Al inicio creyó que era su imaginación pero después de semanas, con seguridad puede decir que lo está ignorando.
Ya no bromean entre ellos y los abrazos ni por error se dan. Presiente que algo ha cambiado a raíz de ese día pero no sabe cuál es la causa. Recuerda haber tenido mucha diversión y alegría por haber compartido tiempo juntos. Creyó que al haber tenido ese día libre con su profesor haría que se afianzara más su rutina de intimidad y confianza sin embargo parece ser que se han distanciado. Piensa en si habrá hecho algo que lo disgustara al punto de no querer verlo, ya que como es propio de Yūji, cree que es su culpa.
Itadori se siente abatido por no poder verlo, pues los días de entrenamiento que tiene con él o incluso si lo ve por un instante le alegran en demasía el día. Aunque normalmente Yūji está lleno de energía y motivación, por alguna extraña razón ver a Gojō hace que esa motivación y energía se eleven a niveles inimaginables. Su corazón se siente rebozar de alegría, ansiando verle cada día.
Extraña sus abrazos, que acaricie su cabeza y que le dé cumplidos por dominar cada vez mejor su energía maldita gracias a sus exhaustivos entrenamientos, que por cierto aún no le ha dado su reporte respecto a su notable mejoría pero dado la situación actual ve difícil poder dirigirse a él. Su profesor ahora ni siquiera lo voltea a ver. Desconoce el motivo porque recuerda las risas, ni siquiera hubo alguna pelea que arruinase su día.
De pronto el abatimiento se ha transformado en algo más agresivo. Yūji está molesto, furioso. Algo impropio de él cuando es risueño la mayor parte del tiempo. No sabe cómo canalizar esas emociones negativas por lo que decide realizar alguna actividad que lo distraiga y de esa forma drenar toda esa energía negativa que emana de su interior.
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Sed Insaciable [GoYuu]
Romance«Siente cómo su boca se seca cada vez que lo ve sudando mientras hace su rutina de ejercicio. Desea tanto pasar su lengua sobre las gotas de sudor que cubren su cuello. Es como si de repente tuviese una necesidad insana de beberlo, de poseerlo. Nece...