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Shotaro logró deslizarse hasta la montaña, le brotaron alas de la espalda y echó a volar. Yifan y Chanyeol le persiguieron, cambiando a su forma de dragón, pero Chan no estaba seguro de que consiguieran atrapar al cabrón retorcido.
A Yuta le brotaron alas y se precipitó hacia abajo de la montaña, probablemente para ayudar a Doyoung y Jungwoo.
Chan suspiró, sabiendo que su amigo tendría alguna ayuda. Su única preocupación era su compañero y era donde toda su atención necesitaba estar.
―¡C-Chan! ¡Estoy cambiando! ¡Estoy cambiando! ¡El lobo quiere salir!— gritó Felix, apretando los hombros de Chan firmemente cuando sus garras se clavaron en la piel de Chan, brotaba de sus poros la piel de lobo.
Chan los bajó al suelo y tiró de su compañero en su regazo.
¡Joder! Toda esta adrenalina y emoción han provocado esto. Felix está teniendo problemas para mantener a su lobo dentro.
Chan frotó la espalda de su compañero y trató de pensar con calma, pensamientos tranquilos y apaciguadores, como si él pudiera verterlos en el cuerpo de Felix.
―Shh. No lo haces, tu tienes el control. Puedes mantenerlo dentro. Simplemente estás muy emocionado ahora mismo.
Por favor que no cambie. Por favor, que no cambie. ¿Un cambio romperá el huevo dentro del cuerpo de Felix? ¿Podría empalarle desde dentro?
Chan no quería averiguar.
―Te tengo y eres fuerte. Respira profundamente, dentro y fuera, todo va a estar bien.
Tenía que creerlo, tenía que creer que iban a pasar por esto.
Felix hizo como le dijo. Inhaló profundamente y luego exhalo. Lo hizo otra vez y entonces otra vez. Una vez, dos veces, y luego terminó. Sus garras se retrajeron, su piel se contrajo en sus poros, totalmente calmado. Los dientes de Felix volvieron a la normalidad y sus ojos ya no eran dorados. Él estaba al mando, no iba a cambiar.
Chan dio un profundo respiro y presionó un beso en la cabeza de pelo suave de Felix, apretando los brazos alrededor de su amante.
―Gracias a los dioses. No vuelvas a asustarme de esa manera nunca más.
Felix lo abrazó de vuelta.
―Sabía que vendrían por nosotros.
Por supuesto que lo haría. Siempre iría por su compañero. Sólo deseaba que se les hubiera ocurrido a él y a Doyoung buscar en el lugar donde Doyoung y Jungwoo estaban construyendo su casa mucho antes. Parecía tan tonto pensar que aún no se les había ocurrido buscar aquí.
Miró hacia arriba, esperando ver a su amigo con Jungwoo, pero ninguno de ellos reaparecieron. Felix pareció notarlo también.
