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El nacimiento no había sido tan malo. Fue la aguja gigante que Baekhyun tuvo que inyectarle lo que lo hizo sentir tan mal al principio.
Le había dolido horrores que se lo inyectara en su columna vertebral, y Felix gritó y maldijo mientras él se apoderó de la mano de Chan tan ajustadamente cómo fue posible.
El día para que Baekhyun indujera el parto había llegado. Más o menos. Felix no iba a tener ninguna contracción en absoluto, ni a dar a luz. Una vez la inyección hizo efecto y perdió toda sensación de cintura para abajo, todo lo que se necesitaba fue una cesárea para conseguir sacar el huevo, especialmente puesto que no le había crecido una vagina ni nada para dar a luz de manera natural, y no era una clase especial de dragón que podría escupir el huevo por su boca tampoco.
Estaba bastante seguro de que la última parte lo mataría.
El padre de Felix y toda su familia habían sido subidos volando para el gran día. Todos le habían abrazado y le dieron unas palmaditas en la espalda, deseándole toda clase de suerte antes de salir de la sala de operaciones, pero podía decir que había algunos rostros nerviosos entre ellos.
Es decir, su hermano mayor, Sehun. Su primera esposa y su hijo habían muerto durante el parto, mucho antes de que naciera Felix.
Sólo la mirada de su hermano mayor fue suficiente para confirmar que él estaba preocupado por su hermanito. Sin embargo, cuando Baekhyun habló con él en un intento de tranquilizarlo, pareció funcionar.
Garret se había centrado enteramente en el sanador y sus palabras, y parecía no preocuparse más de lo que le sucedería a Felix.
Luego fue la llegada del huevo, de una forma mágica... y algo asquerosa.
Felix había sentido tantas náuseas cuando Baekhyun deslizó sus manos enguantadas dentro del espacio que él había cortado en la mitad inferior de Felix que vomitó. Gracias a Dios Chan estaba allí con un cubo y agua.
El huevo en sí mismo era hermoso, una vez que Baekhyun le había limpiado toda la espesa sangre y coágulos de él.
Era de un brillante rojo, el mismo tono que las escamas de Chan. Chan estaba tan condenadamente orgulloso a la vista de él y había presionado tantos besos en la cara de Felix,manos y cuello, susurró palabras alentadoras, cómo lo bien que lo había hecho.
Claramente estaba simplemente feliz de que su compañero había sobrevivido al embarazo y traído lo que parecía ser un huevo de aspecto saludable al mundo.
Felix estaba tan condenadamente cansado después de eso, pero él todavía esperaba ver cómo eclosionaba el huevo y empezar a abrazarlo al segundo que tocara el aire.
No lo hizo. Baekhyun, lo mecía suavemente como si fuera un niño y no un huevo, y rápidamente se lo llevó.
―¿Dónde está él? ¿Qué está pasando? ― preguntó Felix. Los siervos que actuaban como enfermeras de Baekhyun, limpiaban y cambiaban las sábanas sudorosas de Felix.
