El último cigarro

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La enfermera entró a la habitación, revisó la máquina de oxígeno y sonrió.
-Pronto estará bien - dijo intentando darme consuelo.
-Eso espero - respondí con seguridad y una sonrisa.
-Chicos, las visitas no pueden durar más de dos horas...
-Si, lo sé, ya nos vamos no te preocupes.
Besé la frente de mamá,y antes de cerrar la puerta di un suspiro, pero con una sonrisa, sabía que mi madre se pondría bien pronto.
- ¡Vamos a mi casa! Mis padres fueron a casa de mis abuelos, al pueblo.-dijo Damian.
Giré mi cabeza hacia el lado izquierdo, justo donde estaba él y pude ver sus hoyuelos, estaba sonriendo por alguna razón que desconocía... -¡Que inocente fui! -Sonreí sin entender por qué.Damian sacó el tabaco y encendió el tercer cigarro que quedaba, me dio el segundo y solo quedaba uno, el que estaba girado...Aún no entendía por qué, pero tampoco pregunté.

Había brisa,y neblina...estaba el cielo oscuro, aunque fuesen las cinco de la tarde,andamos y al subir una cuesta,ya empezaba a llover. Enfocando una visión desde abajo eramos un chico que cargaba en su espalda a una chica,mis zapatos con los cordones desatados y el dobladillo de su pantalón desgastado, mis piernas abrazaban su cintura y mis manos parte de su pecho.
Al llegar ya, estábamos empapados.
Abrió una botella de alcohol.
-Quítate eso o vas a resfriarte...-dijo mientras él se quitaba la camiseta dejando ver su marcado abdomen.
-No, estoy bien así.-No quería que vea, aún no me sentía lo suficientemente delgada para mostrarle mi cuerpo.
-Venga mi amor, no seas tonta,ponte esta sudadera - extendió su mano dándomela.
-Vale, pero no mires...
-Vaaaale -dijo en forma de queja.
Me puse su sudadera, me llegaba a los muslos.
-Ya está, puedes mirar.
-Nunca entenderé como a una chica en sudadera puede ser tan sexy -se mordía el labio.
Se movía por la habitación mientras ponía un poco de música.Me senté en la cama y más tarde se sentó a mi lado dándome besos sabor a Jack Daniel's, su cremayera ya no estaba cerrada,recosté mi espalda sobre su cama, y él envolvió mi cuerpo con sus brazos,besos en el cuello que harían volverse loco al más cuerdo.Sus manos tocaban mis muslos y sentía que subían despacio haciéndome perder la razón, terminó desvistiendome y besando mi desnuda espalda,eramos dos sombras amandose sobre sábanas blancas,el cristal plasmaba respiros,su lengua y la punta de su nariz se delizaban de entre mis pechos hasta el ombligo,todos mis sentidos estimulados estaban, sus besos contaban la longitud de mis piernas y sus manos dibujaban mi silueta, nos dizfrazamos el uno del otro y su lengua en mis pezones, sentía el placer como alfileres en todo el cuerpo...Mis piernas abrazaban sus caderas, pero esta vez justo del lado contrario,los gemidos los daba en su oído y sus respiros estaban acelerados.

Mis mejillas sobre su pecho, aún desnudos por completo...en silencio, cogió su último cigarro, el que estaba volteado, acto seguido lo encendió.
-¿Por qué ahora?-pregunté.
-Giro un cigarro cuando está llena la caja aún, y pido un deseo.
-¿Acostarte conmigo?
Guardó silencio dejando escapar el humo de su boca lentamente
-No, el día más feliz de mi vida.
Damian sabía cómo enamorarme,y lo conseguía sin dificultad...El silencio se apoderó de la habitación, solo se oía las gotas de lluvia caer al suelo.

Sonó mi móvil, era mi tía.
-Hola
-¿Amy? Estoy en la ciudad ¿Cómo está tu madre?
-Está internada, los médicos dicen que se pondrá bien, está con oxígeno.
-Pues me pasaré mañana por la mañana
-Vale tía, es la habitación 201.
-¿Estarás ahí ?hace mucho que no te veo.
-Si estaré ahí
-Hasta mañana entonces Amanda.
-Adiós tía.

Mi tía me quería mucho, podía notarlo, pero ella sabía que siempre he sido una chica callada, que solo podía hablar con ella,pero me tenía olvidada.

El cigarro ya solo era un filtro que terminó de apagarse en un cenisero de cristal.Damian bailaba en calzoncillos fingiendo que tocaba una guitarra eléctrica,y yo no podía contener la risa.
-¿Vamos a comer fuera?-preguntó.
-No tengo hambre.
-¿Segura?
-Sí mi amor, estoy segura.
-¿No es una putada tener que volver mañana al instituto?
-Lo es.
Me miró dibujando una sonrisa en sus labios, soltó una carcajada.
-¿De que te ríes?
-A veces las risas no tienen explicación, solo sucede y ya.
-No es una respuesta muy convincente.
-Nunca he sido convincente, ni siquiera conmigo mismo, vivo cada día como si fuese el último, sin saber ni conocer muchas cosas, pienso ¡A la mierda! No me voy a comer la cabeza por tonterías, no soy como esas personas que se tiran media vida pensando que hacer y por pensar tanto al final no hacen nada.
-Somos muy contrarios.
-Lo somos,pero eso está bien ¿No?
Respondí con una cara como si dudara,pero la verdad era que pensaba que sí, que eso era genial.Besó mi cabello y empezó a hacerme cosquillas...El día era perfecto, mi madre mejora rápidamente, el chico al que amo me hacía el mejor día de mi vida y fuera aún llovía.

Ese día fue increíble, lo repetiría un millón de veces.

A la mañana siguiente,retomamos las clases.Todo el mundo hablaba de lo bien que se la pasaron en la excursión.Alisson salía del baño de pintarse los labios de rojo intenso y llevaba una putifalda que se le veía el alma. Mi tía me llamó y preguntó si podía pasar a por mí a la salida del instituto, tenía muchas ganas de verla, así que acepté.
El grupito de los góticos llevaban la misma camiseta, tal vez iban a alguna manifestación luego, o a algún evento de esos.
Miré a Damian
-Damian ¿Vendrás conmigo a ver a mi madre hoy?
Damian guardó su móvil en el bolsillo después de responder a un mensaje de su padre.
-No puedo bebé, tienes que disculparme pero esque tengo que ir a por unas cosas que me ha dicho mi padre.
Sonó la campana , terminó la hora del patio y teníamos clases distintas.
-Bueno, no importa mi amor.-respondí mientras tomaba mi mochila que dejé antes sobre la mesa, le di un abrazo.Me besó.

Pasaban las clases y sin él todo era aburrido,ya era indispensable en mi vida, sé que suena prematuro, pero él tenía la habilidad y yo la debilidad.

Alisson me veía y se reía de mí, jodida puta, que asco le tenía.

La campana sonó y mi tía pasó a recogerme.
Se detuvo un ferrary negro y ahí estaba mi tía con la rata -un chihuahua - que tenía por perro.Mi tía, parecía que los años se detuvieran para ella,nunca admitió que se estiraba la cara con cirugias para parecer más joven, pero aún así siempre a sido guapa, su cabello corto y un vestido beish de shanel. Era dueña de una revista de moda en Los Angeles. Era la típica tía "enrollada".
-Amanda ¡Cariño! Que guapa estás,sube al coche.
-Hola tía ¿Cómo has estado?
-Ya sabes, viajes, viajes y viajes.
-Supongo que siempre estás así -respondí seria.
-Amy, lo lamento, se que crees que no me importas, pero bien sabes que te adoro...¿Qué pasó con la mierda de novio que tenía tu madre?
-Desapareció afortunadamente ¿Sabes? Te he echado de menos.
-Y yo a ti Amy, bueno cuentame ¿Tienes novio?
-Sí, ayer llamaste justo cuando...
-¡Oh! Lo siento, no quería...
-No te preocupes, ya había terminado.
-Santo cielo, has heredado los genes de tu tía -encendió un cigarro.
Sonó su móvil, su única respuesta fue:
"¿Qué coño quieres Mario?...NO JODER ¡NO ES MI JODIDO PROBLEMA SI ESAS PUTAS QUIEREN MODELAR EN EL CARNAVAL...no...¡JODER! ¿QUÉ MARICONADA ES ESA?...El fondo azul, lo quiero azul...No...¡Dile a tu novio que te folle bien!... vale...Adiós."
Colgó la llamada estabamos llegando y ya estábamos estacionado el coche.

Amanda, quiero que vengas conmigo a Los Angeles, quiero que todo el mundo conozca a mi sobrina.
-No creo que esté lista para eso, tengo poco más de 16 años y ...
-Venga cariño, estará bien, tú y tu madre y tú novio.
-¡JODER!-grité.
-¿Qué pasa?-preguntó asustada.
-Es Fabi, está saliendo del hospital.
Alcanzó a vernos, se subió a su coche y se marchó como si lo siguiese la policía.Corrimos hasta la habitación 201.
¡MAMÁ NO!
¡DOCTOR! ¡AYUDA POR FAVOR! ¡AYUDA!
Era tardé, mamá tenía desconectado el oxígeno y el monitor cardíaco solo hacía un sonido permanente,dibujaba una línea recta.
El doctor entró a la habitación.
-Está muerta.
¡QUE! ¡NO! ¡NOOOOO! caí al suelo aprentandome la cabeza con las manos.

Amanda está tristeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora