Divinidad

Molestia.

Los carteros habían salido en plena amanecida. El Rey estaba tan conmocionado que muy poco le importó respetar el sueño de su pueblo.

Este había encargado llevar el mensaje de que mañana se realizaría el Baile de Bienvenida de su hijo, el Príncipe Byun. Todos sin excepción habían sido invitados a tal fiesta, esta vez tiraría la casa por la ventana, no, disculpen, el palacio por la ventana.

— ¿Dónde carajos está tu hermano?

— El ha llegado devastado después del ajetreo Padre, se ha ido a descansar apenas ha llegado.

— Mañana a primera hora conversaré con el. Por favor encárgate de tu hermano JongIn. Que descanses hijo.

El mayor de los Oh asintió despidiéndose de su padre, luego regresó a la reunión de príncipes, estaba casi la mayoría presente, la Estirpe Byun y la Estirpe Oh.

— Me siento tan extasiado de ver que mi sueño se ha vuelto realidad. Mi hermano ha regresado y todos otra vez estamos juntos.

Las palabras de Luhan le sacaron sonrisas a los presentes, exceptuando a Kyungsoo, ese mocoso era como una piedra en el zapato que uno no se podía sacar por más que quisiera.

— Ya lo haz dicho como 20 veces, hermano.

— Indócil...

— No hables así de mi pequeño Kyungsoo. El ha estado en una ardua práctica con respecto a sus modales, dentro de unos días va a ser presentado a la sociedad y te aseguro que será un Omega refinado y respetado por todos.

Lay salió en su defensa. El menor por más de ser un completo impertinente había ganado el corazón de su hermano Alfa, posicionándolo como su favorito dentro de todos los hermanos Byun.

— ¿Enserio? Kyungsoo no es por desearte el mal, pero te lo mereces, salto de felicidad al saber que estaré en este día tan importante para ti. Hermanito...

Habló Baekhyun con burla. Sabía que su hermano detestaba las ceremonias al igual que el, pero por obligación tenía que cumplir, rió al ver como su facial se convertía en uno muy poco animado.

— Yo también siento dicha de participar en ésta ceremonia importante que se realizará en su nombre, Sublimidad.

JongIn había hablado, el otro príncipe de los Oh al parecer estaba elogiando al menor de los Byun, todos reaccionaron de manera burlesca, exceptuando al mayor y el menor de los Byun, ambos se encontraban bufando por el descaro de las palabras del moreno príncipe.

— Me alegro por usted príncipe JongIn, sería raro que alguien no sintiera dicha de ser invitado a mi presentación.

Otra vez el público quedó pasmado, Kyungsoo esta vez se había pasado de la raya, sin embargo nadie le llamó la atención. Todos quedaron expectantes esperando la respuesta del otro príncipe.

— Yo, creo que lo mejor será que nos retiremos verdad, ¿Kyungsoo? —el menor negó preparando su afilada lengua para seguir arremetidendo en contra de JongIn— Sí, andando.

Con una reverencia se despidió de los presentes llevándose de la mano al inquieto menor de los Byun.

— Es un completo rebelde, disculpalo JongIn por favor. —Luhan sonrojado por la actitud del menor de los Byun.

— No te preocupes Luhan, eso es... eso es lo que me cautiva de él.

Tomó un trago de su bebida. La conversación cada vez comenzaba a tornarse más interesante, siempre y cuando hablaran un poco mal del pequeño Kyungsoo. Xiumin también intervino en la charla.