Divinidad

Soosie.

— Dennie por favor dile al príncipe JongIn que se despierte y llegue rápido a la sala del palacio.

El menor de los Byun había amanecido bastante animado por la dicha práctica que llevaría acabo con JongIn. No le importaba la compañía, solo quería practicar hasta más no poder para poder ganarle a sus hermanos echándoles en cara su victoria que desde ya unos años había esperado.

— Joven Kyungsoo, me temo que aún no es ho-

— Dennie solo ve y dile que el Príncipe Kyungsoo lo está esperando, verás que la tarea no es tan difícil, gracias.

Eran las siete de la mañana y al parecer las únicas almas vivientes era la servidumbre junto con Kyungsoo.

— Vaya Soo… Al parecer también quieres copiarme el apellido. Ay hermanito, ¿acaso te gusta como suena Oh Kyungsoo? O solo lo haces para joderme la paciencia como te encanta hacerlo.

Pero al parecer Luhan también había amanecido. Y sin lugar a dudas con las orejas bien paradas.

— No todos vivimos en un cuento de hadas como tú, Luhan. Hay que sentirse demasiado insuficiente para creer que un apellido te define como persona. Te aseguro que nadie querrá robarte tu taaaan preciado apellido.

— En eso estoy de acuerdo contigo Kyungsoo.

Poco a poco los Byun parecían despertar. Pues uno de ellos también había sido Baekhyun.

— Tal vez no desees el apellido Oh en tu nombre Baekhyun. ¿Pero qué tal el Kim? Me comentaron que ayer estuviste bastante tiempo danzando con el Príncipe Taehyung. Hm…, sin omitir que es bastante apuesto, buena elección Baekkie.

Luhan parecía haber despertado con todas las ganas de joderle la paciencia a sus hermanos, pues reía y disfrutaba de ver sus caras largas por sus comentarios un tanto impertinentes.

— Largo tonto, te recuerdo que tus burlas eran hacia Kyungsoo, no hacia mi.

🎐

Los caballos más costosos estaban alineados en el jardín del palacio. Después de una pequeña pelea de los Reyes con Kyungsoo todos habían logrado participar en el dicho entrenamiento. Los reyes sentados en el andamio viendo sonrientes el libertinaje de sus hijos.

Baekhyun veía desde lo lejos a Chanyeol. Viendo como este se mantenía firme en su posición. El Alfa lo había ignorado toda la mañana, ni siquiera una mirada había sido dirigida hacia el y eso le disgustaba.
No pensó que fuera tan enserio con sus palabras de la última velada. Como un descarado le siguió mirando de manera cómplice tratando de atraer la mirada del alto, pero nada, se sentía invisible ante el chico.

— ¿Estás listo para destrozarte como antes, hermanito?

El alfa de los Byun notó el desconcierto de su hermano Omega sacándolo de sus pensamientos. Baekhyun le miró lelo analizando sus palabras, luego de verlo montado en el caballo dedujo a qué se refería.

— Estos años lejos de ustedes he aprendido a domar muy bien el caballo. Así que no infles el pecho antes de tiempo querido Lay.

[…]

La carrera había comenzado y hasta el momento todo iba yendo bien.

Kyungsoo había sido desde pequeño un ganador en todos los ámbitos, siempre le gustaba ganar fuera de la forma que fuera, yendo por el lado correcto hasta obligando a su padre que moviera un haz bajo la manga. Por ello justo en ese mismo momento se encontraba frunciendo el ceño, pues Sehun era quien llevaba la delantera de todos, claramente que Lay y JongIn también irían a su lado, pero Kyungsoo les obligó a que se atrasen para lograr él su cometido.