let's talk about sex ; 𝘀𝗮𝘁𝘇𝘂

005(One Month Later)

Había pasado un mes, en el que no se hablaban ni miraban, cada una con un acompañante, parecía que no se querían acercar, Sana por su parte la seguía espiando, siempre preguntaba por como se encontraba, Tzuyu era igual sólo que ella si quería hablar pero cada que lo intentaba las voces de los demás apagaban la suya.

Así que siempre permanecía callada rindiéndose a la idea de volver a tener como novia, la extrañaba tanto sobre todo los abrazos matutinos que le parecían innecesarios y fastidiosos, se siente una idiota por haber actuada de esa manera, Sana merecía a alguien mejor y estaba dispuesta a volver a ser esa chica que la enamoró.

Porque la ama con todo su corazón, daría lo fuera por volver a estar juntas, estar en sus brazos se había vuelto una necesidad que debía rellenar con otra cosa, se la pasaba la mayoría del tiempo bien series, eso la distraía del dolor que sentía sobre todo de los pensamientos malignos que le hacían creer que Minatozaki encontraría a alguien mejor que ella en un santiamén.

Lo que no sabía es que esa chica que parecía estar bien, quién le sonreía a las cámaras y a las demás se estaba muriendo lentamente por dentro, puede que ella haya sido la que sugirió que se tomarán un tiempo pero eso fue peor para ella, a veces no duerme casi no come y prefiero hacer ejercicio en vez de pensar en todo lo que ha hecho mal.

La extraña demasiado y sabe que lo ha necesitado es abrazarla y decirme cuánto la ama, sin embargo, debía ser fuerte aguantar el dolor que la estaba matando para un buen mayor porque si seguían en esa relación iba a romperse.

El día estaba nublado así que ninguna pudo salir a divertirse, era su único día libre y debían permanecer encerradas, así que cada una decidió hacer cosas distintas, Dahyun y Momo preparar algunos dulces para todas, Nayeon y Jeongyeon abrazarse mientras veían películas, hace ya bastante tiempo que no estaban así, Mina y Chaeyoung encerradas en la habitación, todas se imaginan lo que están haciendo pero prefieren no hablar de ello.

Sana y Tzuyu, ellas están pegadas a sus teléfonos, uno al lado de la otra, no se hablan pero mantiene una sana distancia y compañía, eso las ha ayudado a no sentirse tan solas éste día tan triste, parece que algo malo sucederá, cada cosa indica que un problema estallará, nueve mujeres en un lugar tan pequeño traía conflictos.

Y eso estaba sucediendo, Jihyo venía con los puños cerrados y su rostro indicaba un trauma del que seguro no saldría por un tiempo, Sana pudo imaginar lo que estaba sucediendo, estiró un poco el cuello hasta el pasillo de dónde venía Mina con el rostro completamente rojo.

— Jihyo de verdad lo siento mucho, cuando estemos Chaeyoung y yo en el baño pondremos un cártel —Se inclinó noventa grados, Minatozaki estaba segura que si se movía un poco se le rompería la espalda, se veía bastante asustada y avergonzada.

— Está bien no pasa nada —Tranquilizó y le hizo un ademán para que se fuera, de seguro las encontró haciendo exactamente lo que prohibieron en días como estos, cuando no tienen escapatoria y no se pueden ir a otro lugar.

— Esto es una locura —Murmuró Tzuyu, Sana estuvo de acuerdo pero no dijo nada sólo la miró y sonrió para sus adentros, desde que se alejó ha tenido la oportunidad de darse cuenta del cambio que está teniendo, ya está volviendo a ser más abierta con las chicas, sigue sin gustarle los abrazos pero eso es normal en ella.

Se está esforzando, poco a poco ha ido avanzando y se lo agradece, eso le hace saber que es capaz de hacer muchas cosas por ella, hasta mejorar sus actitudes cosa que es bastante importa, casi nadie decide cambiar porque otra persona se lo diga.

Hace dos semanas cada que se despierta tiene una pequeña cantidad de helado en su mesa de noche, Tzuyu es la única que sabe de ese hábito extraño que tiene desde pequeña, ya que su garganta a veces no está como debería estar en las mañanas, come un poco de helado para calmar el dolor y así sentirse mejor en el resto del día.

— Hoy estás hermosa —Buscó la persona que le dijo eso, y se impresionó al ver que la única en la sala era Tzuyu— Le pedí a las chicas que me dejarán un momento a solas contigo —Mirarla, como sonreía y parecía nerviosa, era tan adorable— Se que es pronto para lo que te voy a decir pero...siento que —Se quedó callada, las lágrimas asomándose por las esquinas de sus ojos fue lo que en realidad tocó el corazón de Sana quién se acercó y tomó sus manos— He pasado toda mi vida amando a una sola chica en el mundo y esa eres tú —Asintió y espero que seguiría, la conocía y sabía lo difícil que le era expresarse— Te pido perdón por el camino que tuve debido al sexo, espero que las cosas entre nosotras mejoren y tomate el tiempo que sea necesario, te esperaré hasta el fin del mundo —Subió la mano con temor hasta las mejillas de la menor, para limpiar las lágrimas que mojaban su perfecto rostro.

No tenía palabras para describir lo agradecí y orgullosa que estaba por todo lo que había dicho, era poco, pero para ella significaba un gran avance y cambio que sabía que era importante para Tzuyu, y si que lo era.

Sonrió y se quedaron así, no necesitaban otra cosa, solo ellas a solas en una sala para poder expresar a base de gestos y sonrías tímidas lo mucho que se extrañaron y aman, porque así es el amor, incluso estando en silencio la otra persona sabe lo mucho que la amas, no es necesario un regalo o el contacto físico para tocar el corazón de alguien, con simples palabras y miradas, esa persona sabrá que eres la indicada.