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Con puntualidad Sakura llegó a la torre Hokage, entró si anunciarse pues sabía que su amigo ya la estaba esperando. Abrió la puerta y efectivamente encontró al rubio detrás de una montaña de papeles.

—Buenos días Naruto ¿Mucho trabajo?— le dijo desde la entrada.

—Sakura, perdón por citarte tan temprano.—Contestó mientras caminaba hasta quedar delante de ella— Buenos días. —

—¿Y bien ? ¿Paso algo?—

—Quiero que tomes mi lugar como Hokage.—

Sakura se quería reír pero la seriedad de Naruto evitó que lo hiciera.

—¿Es enserió?—

—Si—

—¿La razón?—

—Mi familia, necesito pasar tiempo con ellos. Sakura— Hizo una pausa— Tú eres la más competente, se que puedo dejar la aldea en tus manos.

—Naruto yo soy madre, y sabes que Daisuke...—

—Se que eres capaz de controlar todo—Naruto la interrumpió— hablaré con los ancianos y esperare tu respuesta, sin embargo yo te considero la mejor para el puesto.—

—Voy a pensarlo, necesito hablarlo con mi familia. — Sakura apretó un poco sus puños y mordió su labio, Naruto sabía perfectamente por qué. — y a Boruto... ¿Como le ha ido?—

—Es un niño bastante rebelde pero creo que es por la edad. Sus notas son buenas y es muy listo.—

—Siempre he creído que va a sobresalir en todo lo que haga. Deberías pasar más tiempo con él,  te necesita ahora que se ha convertido en un shinobi excepcional, siempre es bueno tener a tu padre cerca. —

—Él te hace más caso a ti que a mi. Siempre habla de lo mucho que te admira y de que quiere ser como tú.—

Ambos se quedaron en silencio, un silencio de tan ensordecedor y doloroso.

—Bueno, me tengo que ir. Cuando tenga una decisión te la haré saber.—

—Sakura... Te invito a comer algo ¿tal vez rammen?—

—Tú no cambias Naruto, —La pelirosa sonrio— aceptaré solo si tu pagas.—

Se dirigieron hasta el hasta el local de ichiraku que ahora era más grande y con muchos más clientes. 

—Akane puedes servirnos dos rammen con cerdo y traemos también una botella de sake—  Dijo Naruto mientras le ayudaba a Sakura a sentarse.

—Hace años que no hacíamos esto, pues claro la última vez que vinimos eramos apenas unos adolescentes.— Sakura sonrío jovial.

—Pero tú sigues igualita, solo que ahora tienes el cabello largo. En cambio yo, ya me duelen las rodillas cuando recorro distancias largas.—

Ambos soltaron una risa que se escucho en todo el local.

—Tú tampoco cambias, aún te gusta el rammen y sigues siendo un poco tonto.— 

—¡Oye no seas tan mala Sakura chan!—
—Por ejemplo eso— Dijo la pelirosa mientras servía dos copas. — Siempre me llamas Sakura chan.—

— Y tú me dices tonto, como diría Sai. Es amor apache.—

-—Incluso este lugar ha cambiado mucho.— Sakura enfoco la mirada hacia la pared, un anuncio con la foto de Naruto, y del otro lado  la foto de Hinata anunciándo un récord en comer rammen. —¿ella no se molestara?—

—¿Quien?— pregunto el rubio mientras se llevaba la copa a la boca, quedándose a medias comprendió a que se referia su mejor amiga. —Somos amigos ¿no?  Ella también sale bastante, no tiene por qué molestarse. —

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