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Como todos los viernes Yasuke pasaba por su hermanito al colegio, le había comprado algunas barras de arroz dulce que tanto le gustaban. Ya era un hombre y cada que las chicas lo veían con él le preguntaban si era su hijo, estaba claro que no soportaría que su madre se embarazara otra vez.

-Hermano mayor.-

-Daisuke ¿como te fue hoy?-

-Igual que siempre -Se quejo el niño- todos apestan a pipí y apenas si saben deletrear sopa. ¿Cuando iré a una escuela real?-

-Esta es una escuela real, al menos para alguien de tu edad.-

-Entonces llévame a una misión ninja. Soy bueno descifrando pergaminos.-

-Te aplastarian de inmediato.-Yasuke se detuvo delante de su pequeño hermano y lo cargo en sus hombros. -¿Acaso quieres abandonar a sarada? ¿Quien la va a cuidar del tomate asesino?-

-El tomate asesino es un invento tuyo ¡ya no puedes seguir engañandome! ¡Ahora soy un hombre!-

-Aja como digas.-

Yasuke y Daisuke tenían una personalidad similar, aunque el niño no distinguía sus emociones y le había costado hablar era un verdadero genio. Cuando lo había llevado a la comandancia Daisuke mostró demasiado interés por los pergaminos del clan, descifrando y memorizando cada uno al igual que los libros de medicina que Sakura guardaba. Con seis años el pequeño era idéntico a Sasuke, una copia exacta incluso sus gestos eran iguales. La única diferencia era que Sasuke a su edad era un torbellino, claro antes de la muerte de su clan y el pequeño Daisuke era muy tranquilo. Prefería armar trenes o aviones así que no era nada difícil cuidarlo.

-Oye, mocoso.-

-No me digas mocoso. ¿Que quieres?-

-¿Tú crees que yo le guste a Shion?- pregunto Yasuke con un leve sonrojo en las mejillas.

- Por supuesto, ella pone la misma cara que mamá cuando papá la llena de halagos. ¿Por qué no la invitas a salir?-

-Es que ella es muy bonita y aparte no se como decirle que me gusta.-

-Tú y Boruto son igual de tarados, no es difícil decirle a alguien "Oye me gustas"- dijo el niño levantando ambos brazos para luego taparle los ojos a su hermano.

-No hagas eso o nos vamos a caer- el Uchiha soltó un suspiro. - No se por qué hablo estas cosas contigo si eres un bebé.-

-No soy un bebé, soy un niño en etapa escolar. Aunque soy más inteligente que tú y Boruto juntos.-

- ¿Que traes con Boruto? Últimamente lo mencionas mucho.-

-Mamá dice que es su hijo. -

- En sentido figurado, no andes diciendo esas cosas por allí. Mamá quiere mucho a Boruto pero no es su hijo.-

-Esta bien. ¿Me llevas con papá? Es que quiero enseñarle el dibujo que hice.-

-Anda, agárrate bien por qué voy a correr muy veloz.-

A prisas llegaron hasta la comandancia, donde Sasuke disfrutaba de la hermosa vista que le regalaba el gran ventanal de su oficina. Cuando vio a sus dos hijos no pudo evitar sonreí.

-¡Papá papá papá!-

-¡Hijo hijo hijo!-

Yasuke bajo a su hermanito y este corrió hasta donde Sasuke para chocar puños.

-Te hice un dibujo.-

En una pequeña hoja el niño había dibujado a su padre montado en un avión junto con su hijo.

Futuro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora