Mi mente volvió a la realidad cuando el timbre volvió a sonar. Mire el reloj recordando la visita de mi padrino "14:12". Guarde rápidamente la carta y corrí hacia la puerta para encontrarme con mi tío, quien me abrazo entusiasmada mente al entar a mi casa.
-Como estas princesa?!- me dijo separándose de mi y riendo. Cuando dijo princesa recordé a Alan, ya que el me llamaba así.-
-Porque tienes esa sonrisa de enamorada?- se burlo al darse cuenta que mis pensamientos estaban lejanos.- Y ¿de quien era la casa a la que me dijeron que enviqara la carta? Andamos con noviecito, eh!!- siguio burlándose mientras lo ayudaba con sus maletas.-
-Tienes que conocerlo!- propuse entusiasmada, olvidando que en mi bolsillo estaba la prueba de lo que podría ser mi fin.
Una vez que terminamos de ordenar todo, nos dirigimos a la cocina a beber algo. Estaba a punto de servirnos un poco de jugo pero nino lo impidió.-
-Yo servire, ve a sentarte que quiero hablar contigo sobre algo- ordeno mientras tomaba los vasos. Yo le hice caso y en menos de un minuto ya estaba bebiendo el rico jugo.-
-De que quieres hablar?- cuestione.-
-Bueno tus papás me dijeron que andas un poco estresada y que estas tomando unas pastillas...-
-Basura!- me queje- Todo es basura inventada por los medidos!-
-Pero dijeron que tuviste alucinaciones.-
-No fueron alucinaciones!- interrumpi- Fueron reales!
-Es que según lo que me contaron tus padres te hicieron análisis de sangre y no tienes nada malo. Es decir, no es una enfermedad la que esta causandote esto, es algo psicológico.-
-Pero no es locura!- me defendí. El río luego de mi comentario.-
-No estoy diciendo que estés loca! Solo me preocupo por ti- le Sonreí.-
-Gracias pero no debes hacerlo. Estoy perfectamente bien.- lo estaría hasta que tenga que encontrarme cara a cara con un sexopata.- Perfectamente bien- repetí, esta vez queriendo convencerme a mi misma.-
********************************El silencio de la casa era tan profundo, que podía escuchar la calmada respiración de mi tío, quien se encontraba dormido en la otra habitación.
No podía dormir, no en esas condiciones. Estaba tan nerviosa que nos manos temblaban al mismo tiempo que sostenían con fuerza las sabanas. En dos horas debía irme a encontrar con Bartolomeo, y el solo hecho de pensar en su presencia me estremecía.
Cerré los ojos intentando descansar algo y funciono, ya que quede profundamente dormida, pero lo suficientemente consciente, como para sentir que lo que soñé fue real...Me encontraba en una oscura y fría habitación. No había muebles, solo era una porción de un sucio piso limitado por cuatro paredes. Abrí los ojos con dificultad, al parecer habian permanecido cerrados mucho tiempo. Mire a mi alrededor y me espante al ver a algunas chicas en el mismo estado que yo: sucias, débiles y asustadas.
Micabeza, que en ese momento sufría de un infernal dolor, intentaba recordar como había llegado hasta allí; una puerta (la única que había) se abrió, por alli entro Bartolomeo, con su típica sonrisa de triunfador, detrás de el venía un hombre bastante avanzado de edad, rec onoci esto por sus canas y sus arrugas. Bartolomeo les paso la vista a todas las chicas, pero se detuvo frente a mi.-
-Puedes llevarte a esta si quieres- le hablo al señor que había entrado con el- Esta barata, y si quieres, te la dejo a mitad de precio.-
-NO!- grite con todas mis fuerzas, y fue ahí cuando desperté.
Abrí los ojos inmediatamente e intente calamar mi respiración mientras me sentaba en la cama, y me secaba las gotas de sudor, el despertador sonó, eran las 5:00 am y debía partir hacia el puerto.***********************************
Entre un poco indecisa al bar misioneros, por fuera parecía un restaurante, pero por dentro, el sombrío aspecto del lugar, los borrachos discutiendo, daban a entender que solo era un horrible bar.-
-Disculpe- titubee cuando estuve frente al cantinero. Este dejo de limpiar los vasos y me miro fijamente.-
-Si?- hablo.-
-Busco a... Bartolomeo Zurbies- el robusto hombre apretó el trapo que tenia entre las manos.-
-Quien lo busca?- pregunto dirigiéndose a una puerta que estaba detrás de los estantes de vinos.
-______- el cantinero entro por esa puerta, y volvió a salir minutos después.-
-La esta esperando- me invito a pasar. Tome una bocanada de aire y me aproxime.-
-Gracias- agradecí en un susurro.-
-No me agradezcas- dijo con un tono repulsivo y mirándome divertido, ya que debía saber que no iba a salir ilesa de ahí. Ignore los nervios que se alborotaban en mi estomago y entre dudosa. Todo estaba oscuro y recordé el sueño...el único de mis sueños que deseaba que no se volviera realidad.-
-Cierra la puerta- ordeno una voz grave. Así lo hice, pues la voz parecía molesta.
Segundos después, una lampara pequeña que colgaba del techo se prendió y lo vi, lo volví a ver después de tanto tiempo. Bartolomeo Zurbies estaba sentado en una silla frente a mi, lo único que nos separaba era un desecho escritorio.
Sin quitar sus ojos de mi, al parecer divirtiéndose con el miedo que yo mostraba, encendió un cigarrillo que se encontraba en su boca, tras darle una pitada comenzó a hablar.-
-Así que...- dijo sacando de uno de los cajones una carta, mi carta- Necesitas esto ¿No?.-
-S...Si- me maldije a mi misma por no poder ser fuerte en ese momento, el sonrió.-
-Esta bien, seria injusto de mi parte que no te la diera después de que hayas venido hasta aqui- le dio otra pitada a su cigarrillo- Que chica valiente!- exclamo.-
-Vas a darmela?- cuestione con voz temblorosa.
- Y tu que me das a cambio hermosura?.-
Lo mire fríamente, la cobardía que hasta hace unos instantes había estado presente en esa habitación junto a ese descarado y yo, se esfumo para darle paso a una valentía nacida de las ganas de encontrar a mi mejor amiga.-
-Dame la carta- ordene friamente. El me miro de arriba a abajo analizandome, luego estiro la carta y yo la agarre apresuradamente. Metió el cigarro en su boca y se acomodo en su asiento.-
-Deseas algo mas?- me pregunto.-
-No, porque tendría que hacerlo?- conteste duramente.-
-Porque aun sigues aqui- respondió divertido. Lo mire perpleja ¿¡Eso era todo!? Me apresure a salir de allí rápidamente todas las sorprendidas miradas de los borrachos del bar se posaron en mi. Apenas salí de ese horrible lugar, rasgue el sobre para leer la carta;
"Imagino el susto que te habrás dado con Bart y no puedo evitar reír!
Crees que enserio dejaría que el te haga algo? No! Te necesito para la siguiente prueba.
Esta no es tan sencilla, pero si en verdad quieres a tu amiga, se que la podrás pasar sin problemas;
El Miércoles que viene habrá un desfile en el barrio chino, como en todo barrio chino, la mafia estará presente en cada rincón del lugar. Unos amigos mios estarán esperándote en un callejón detrás del desfile, te darán un paquete y tu tienes que subirlo a un avión y enviarlo a Colombia. Si lo haces bien, acercate a un guardia de seguridad y dile: "Policía ya envíe la droga". Si te acercas al policía correcto te dará la otra carta, si no... Espero que disfrutes de una buena enstancia en la cárcel.
Suerte!
Atte: tu pesadilla."
***************************************Deje que el cálido abrazo de nino me llenara por completo. Necesitaba contención en ese momento.
Estaba a punto de ir al colegio, el día anterior había sido un día horrible tras la visita a Bartolomeo.
Camine distraídamente hasta llegar al edificio escolar, donde me encontré a mis compañeros preguntando por Pao, ya se les hacia raro el hecho de que no apareciera.
No tuve la mente plantada en el suelo en las primeras clases, supongo que mis ojeras y mi torpeza dejaban ver claramente que no estaba pasando un buen momento.
La bandeja del almuerzo que sostenía en mis manos cayo al suelo cuando vi a Mario, sentado tranquilamente en su silla de la cafetería.************************************
Perdón por no actualizar estis días pero me estuvieron dejando mucha tarea en la escuela :(Gracias por leer! ❤✌