α ℓα ∂єяινα La Travesía Del Vampiro

A La Deriva 10

A la Deriva 10

...

—ahora si va a ver este, ya me tiene harto, es mi oportunidad para sacármelo de encima—

Así con mucho sigilo Theo siguió a Leo...

Muy campante Leo fue hacia la orilla a lavarse un poco, después se dirigió a un lugar apartado donde había barrancas.

Se sentó como indio y comenzó a contemplar las estrellas...

—¡ahora si vas a ver conchudo!— gritó Theo abalanzándose sobre Leo.

—¡¿qué, qué?!— gritó Leo asustado, pero Theo ya estaba encima de él.

—¡es la primera y la última vez que te metés conmigo cajetudo!— gritó Theo Clavándole profundamente la daga en el costado...

Leo lanzó un grito desgarrador.

—¡chinga tu madre! ¡Mierda!— gritó con dificultad Leo y en ese momento sus ojos empezaron a brillar de un naranja muy intenso, como llamas.

Impactado ante ese hecho inesperado Theo se echó para atrás.

—¡¿qué mierda?!—

Con dificultad Leo se incorporó y aún gritando comenzó a arrancarse a girones la piel de la cara, los brazos etc...

Quedando todo su cuerpo en carne viva y cubierto de sangre.

—¡puta madre! ¿Qué mierda es esto?— gritó Theo impactado por lo que estaba presenciando.

Más fue su asombro al ver frente a él en un abrir y cerrar de ojos un perro mediano, pelado color gris con una cresta de pelos blancos cubierto de sangre...

Los restos de piel quedaron tirados en el suelo como si de una capa de tela o piel se tratara sobre un charco de sangre...

Inmediatamente aún con la mirada de fuego el perro se abalanzó sobre Theo...

Él quedó en shock ante lo que estaba sucediendo.

Sin dudarlo y con mucha furia el perro clavó profundamente sus colmillos en el hombro izquierdo de Theo, seguido de esto Theo dio un grito desgarrador.

Muy adolorido y como pudo dio un empujón al rabioso animal y jadeando a cuestas se alejó del lugar...

Aún aturdido por la situación llegó a un claro donde había una gran hoguera, varias mujeres danzaban desnudas alrededor.

Theo quedó un momento impactado por lo que estaba viendo, pero recordando lo ocurrido y el dolor punzante de su herida gritó:

—¡una bestia viene para acá!—

Rápidamente las mujeres voltearon a donde estaba Theo.

Él se sorprendió al ver a Bonnie y Many en el círculo.

—¡¿qué coños haces aquí?!— gritó Bonnie enfadada.

Pero cuando Theo estaba por hablar nuevamente el perro estaba por tirársele encima.

Las mujeres quedaron atónitas...

Colocándose una túnica rápidamente una chica de baja estatura, grandes pechos y caderas se acercó donde estaban.

—¡es un brujo! casi como nosotras, nahual le dicen en su país de origen, se convierten en su animal de poder, a veces estos protegen al brujo. Se lo iba a advertir cuando Many lo metió al cuarto, pero como siempre ustedes no me escuchan— dijo seriamente la chica.