A la Deriva 9
…
—bien, traeré el agua caliente— dijo él mientras desaparecía por una de las puertas como por arte de magia…
Al instante Edgar volvió con el agua caliente y rápidamente preparó el té.
Laurine lo miraba detenidamente.
—los humanos disfrutan mucho de beber este tipo de infusiones, tanto así que ya es como un evento de etiqueta— dijo él sonriendo mientras le pasaba el té.
Ella lo miró sorprendida.
—claro, antes de que preguntes, pues soy un vampiro— dijo él muy tranquilo.
—¿cómo? ¿Cómo no pude percibirlo?— exclamó ella asustada.
Él solo volvió a sonreír.
—bueno pues mi poder mental es muy fuerte y el tuyo se debilita por cada día que pasas en tierra firme, supongo que lo notaste—
Laurine Suspiró y mirando al suelo asintió con la cabeza.
—bueno ya no te preocupes, veremos como solucionarlo, no voy a hacerte daño, así que mejor disfrutemos del té—
Ella asintió en silencio todavía un poco nerviosa.
—ya, tranquila, no va a suceder nada malo, al menos aquí si estás segura— dijo él acariciándole las manos.
Nuevamente una chispa de calor subió por su cuerpo.
—¿Cómo, cómo es que es tan cálido? Por su naturaleza no debería ser así ¿no?—
Edgar echó a reír.
—pues no, no debería, pero ese es el punto, mi naturaleza, la cual no es vampírica, alguna vez fui un simple mortal, bueno no tan simple y supongo que conserve esa calidez que tenía cuando era humano, así como también la telequinesis—
Ella lo miró muy sorprendida al oír eso.
Edgar tomó su cucharita de té, la miró fijamente y al instante se dobló como si fuera de goma o se derritiera.
Laurine se llevó las manos a la boca de la impresión.
—Desde que tengo memoria puedo hacerlo, ahora por el vampirismo está más desarrollado—
Laurine seguía muy sorprendida.
—si no te resulta aburrido podría contarte mi historia—
—bueno sí ahora que se que es vampiro me resulta muy misterioso—
—bien, nací en Baltimore hace unos cien años aproximadamente.
Recuerdo que cuando tenía unos cuatro años descubrí lo de la telequinesis, obvio que entonces no sabía de qué se trataba, menos era consciente de este gran don…
Esa vez había tenido una discusión con mi madre, me puse tan nervioso que eso provocó que la araña que estaba sobre nuestra cabeza estallará en mil pedazos.
Obviamente con mi madre en ese momento no entendimos que había sucedido…
Cuando tenía nueve años me encontraba haciendo la tarea de aritmética, estaba aburrido, entonces observé atentamente la vela que tenía enfrente, de inmediato la llama ascendió unos cuantos centímetros.
Quedé anonadado, no podía creer que yo había hecho eso, ¡era increíble!
Volví a mirar la vela y está vez se apagó por completo, fue entonces cuando recordé el incidente de la araña y entendí que yo lo había provocado. De inmediato me dirigí a la cocina y tomando tenedores y cucharas descubrí qué solo con mirar podía hacer que se doblarán como si nada, estaba impactado.
Entonces tomé una cuchara, un tenedor y la vela y corrí hacia el jardín donde mis padres estaban con unos amigos bebiendo el té.
Muy apresurado y emocionado les mostré lo que podía hacer, ellos quedaron con la boca abierta de la impresión.
Pero varias señoras quedaron espantadas y comenzaron a decir barbaridades, como que eso era obra de Satanás, que yo era su hijo y todas esas tonterías, hicieron un escándalo y después se fueron para no volver jamás…
Mi madre me dio una bofetada y mi padre me dijo que nunca más debía hacer eso ni revelárselo a nadie, que iríamos q hablar con él sacerdote de la comunidad para ver que se podía hacer conmigo.
Yo me negué rotundamente, estaba muy dolido por lo sucedido y además sentía que no era nada malo este don que poseía…
Esos días que siguieron todo estuvo muy tenso y mis padres hablaban mucho a escondidas de mi, era como que me temieran…
Unas semanas después en una noche helada de febrero después de haber cumplido 10 años mi padre me ordenó que me subiera al carruaje, a mi se me había hecho muy extraño ya que era muy tarde ya, entonces le pregunté a donde iríamos a esas horas. Muy alterado me gritó que subiera al carruaje, negué con la cabeza y cuando me dispuse a correr me tomó por detrás, me dio un golpe en seco en la nuca y todo se volvió muy oscuro…
Cuando desperté me encontraba en un gran basural, la desesperación me invadió y comencé a llamar a gritos a mi padre, sin obtener respuesta por supuesto…
Laurine volvió q llevarse las manos a la boca y sus ojos se llenaron de lágrimas…
—vaya que eres muy sensible, creo que es suficiente por hoy— dijo él preocupado por el malestar que su relato había causado a Laurine.
—¡no! Quiero escuchar toda la historia— exclamó ella.
Edgar solo sonrió y dijo:
—será en otro momento, porqué espero que volvamos a tomar té?— dijo él mirándola fijamente.
Laurine se sonrojó y muy nerviosa asintió con la cabeza.
—¡maravilloso! Bien disfrutemos de este exquisito té—
En tanto Teo besaba las nalgas de Bonnie.
—bueno, por hoy es más que suficiente, si por mi fuera seguiremos hasta el amanecer o más, pero tengo cosas que hacer y tu tienes otra mujer que atender— dijo ella seria cerrando bruscamente sus piernas.
Teo la miró molesto.
—no respondiste a ninguna de mis dudas—
—pues será la próxima o en algún otro momento— dijo ella vistiéndose apresuradamente abriendo la puerta.
Teo Suspiró poniendo los ojos en blanco y dándole un apasionado beso dijo:
—de verdad que me volvés loco—
—tu también, más por el hecho de que eres un crío, en fin nos vemos luego— dijo ella cerrando la puerta en su cara.
Teo suspiró un momento pero riendo pícaramente se dirigió a su cuarto.
Comenzó a buscar la llave en su pantalón pero no la encontraba.
—¡puta madre!— gritó y se dirigió de nuevo al cuarto de Bonnie.
—Disculpá creo que mi llave quedó ahí—
Bonnie abrió un poco la puerta y dijo:
—pues si, toma—
—bueno, ¿será que puedo pasar a lavarme un poco? tengo tu perfume por todo mi cuerpo—
Bonnie echó a reír.
—claro como buen cabrón que eres igual que todos los demás no le vas a dar la cara a la inocente e Inmaculada de tu esposa, pero bueno ese no es mi problema—dijo ella tomando un gran jarro lleno de ron lanzándoselo a Teo quien quedó empapado del licor.
—¡¿qué hacés?!— gritó él muy enojado.
—pues ¿no se supone que estabas en la taberna? ¿Bebiendo como si no hubiera un mañana y jugando a los naipes?
Así nos ven la cara a nosotras, ya me las sé todas y lo único que me gusta muchísimo de ustedes y que tienen de bueno es el pito después no sirven para nada, pero no todas somos estúpidas y donde ella se de cuenta ¡espero que te mande bien a la mierda!— dijo cerrando la puerta de un golpe.
Teo quedó sin palabras ante eso.
En tanto Laurine y Edgar seguían tomando té. De repente una pequeña sombra que se escurrió rápidamente de debajo de la mesa le susurró algo al oído.
—oh tu esposo está a punto de entrar al cuarto—
Laurine se levantó de la silla tan bruscamente que casi echa todo.
—calma, calma, no debes reaccionar así, que yo sepa no estamos haciendo nada malo, somos dos conocidos tomando té y hablando de nosotros—
Laurine estaba tan nerviosa que no supo que decir.
—bueno, claro que tu esposo tiene un carácter muy particular y de que además le falta mucho para madurar, entonces siendo así no lo entendería, solo él tiene derecho a salir a tomar lo que sea con quien sea, pero no te preocupes no voy a meterte en problemas— seguido de eso Edgar dio un silbido tan espeluznante que a Laurine se le estremeció todo el cuerpo.
Otra sombra salió de alguna parte, Edgar le dijo algo en un susurro y rápidamente la sombra volvió a desaparecer…
Con el mayor cuidado posible tratando de no hacer ruido Teo entró en la habitación.
Laurine dormía profundamente de lado, rápidamente se puso una camisa y un pantalón y salió de nuevo bajando a la taberna.
Laurine estaba a punto de desmayarse de los nervios.
Tomándole las manos Edgar dijo:
—ya tranquila, está todo bajo control, la sombra hizo su trabajo, tu esposo cree que estas durmiendo tranquilamente, ahora volvió a bajar a la taberna, tuvo un pequeño accidente con una gran jarra de ron, entonces subió a cambiarse, en fin este es el momento para que vuelvas, ya nos tomamos todo el té además— dijo él muy tranquilo riendo.
Otra vez un calor más fuerte se apoderó del cuerpo de Laurine.
—em, no esté… yo hablaré con él mañana y entonces va a entender y…
Viéndola fijamente y acariciando sus mejillas Edgar dijo:
—ya tranquila, como dije no estamos haciendo nada malo, pero, pero hay cosas que es mejor guardarnos para nosotros mismos, todos tenemos secretos, entonces sabiendo que él aún así no lo entenderá mejor es dejar las cosas como están—
Laurine asintió en silencio.
—o acaso ¿me vas a decir que sabes todo de él? —
Ella negó en silencio más cayendo en cuenta de que no sabía nada de Teo…
—pues bueno él tampoco sabe de ti, en fin vamos— dijo él abriendo la puerta y haciendo a un lado el enorme ropero.
Inmediatamente la sombra idéntica a Laurine que estaba acostada en la cama se escabulló bajo de esta. Laurine quedó sorprendida.
—bueno, la verdad fue todo un placer para mí y espero que nos podamos volver a ver pronto— dijo él besándole la mano.
Laurine se sonrojó.
—claro que sí, quiero escuchar toda su historia, además también la pasé muy bien, la verdad gracias por todo— dijo ella entusiasmada estaba a punto de abrazarlo pero se contuvo.
Él sonrió viéndola con sus destellantes ojos carmesí desapareciendo tras el ropero.
Laurine lanzó un suspiro de alivio pero también de excitación, la mirada de Edgar le provocaba demasiadas cosas…
En tanto Teo bajó a tomar algo, tenía mucha sed, así estaba tranquilo, la mayoría se había ido quien sabe a donde y los demás ya estaban todos tumbados muy borrachos.
De repente ve salir de una habitación a Leo sonriendo acomodándose el pantalón.
—ah, no creí que hoy sería mi noche, ahora a tomar un poco de aire— exclamó Leo muy contento, al ver a Teo lo saludó mientras salía de la taberna. Teo solo lo escudriño con la mirada y viendo a los lados apretando los dientes y una daga que tenía en el bolsillo dijo:
—ahora si va a ver este, ya me tiene harto, es mi oportunidad para sacármelo de encima—
Así con mucho sigilo Teo siguió a Leo…
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α ℓα ∂єяινα La Travesía Del Vampiro
AvventuraTheo, un pirata adolescente de mal genio y creído, toma en sus manos y dominio la embarcación de su padre cuando este muere. Creerá llevarse el mundo por delante, pero unas siniestras criaturas le mostrarán lo contrario a lo largo de toda la saga. ...