𝗗𝗼𝗻𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗲𝗰𝗮𝗱𝗼𝘀 𝘆 𝗹𝗮𝘀 𝘁𝗲𝗻𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝘀𝗲 𝘃𝘂𝗲𝗹𝘃𝗲𝗻 𝗶𝗻𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗼𝗹𝗮𝗯𝗹𝗲𝘀.
* Este fan fic contiene lenguaje y conductas sexuales, leer bajo su propio riesgo.
* No se permiten las adaptaciones de la misma.
*...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Bienvenidos a la Santa Misa de esta semana, nos acompañan nuestra hermana __________ Romanov, quien me apoyará en esta ocasión.
Sonreí e hice una reverencia, pude ver a Sasha burlarse por ello y a Rivaille poner los ojos en blanco.
Cada semana el colegio se encargaba de llevar a cabo una misa, cada Lunes y era una costumbre que los alumnos sirvieramos como "monaguillos" en cada ocasión y ese día era mi turno.
Era una maldita burla, había pasado las últimas clases del Director Smith con besos fugaces y apasionados, siempre sin llegar a algo más, era una cínica.
Me había asegurado de que Rivaille no se percatara de ello pero empezaba a temer que sospechaba debido a la cercanía que el rubio había desarrollado esos últimos días.
—¿Tsk como mierda se te ocurrió poner a esa mocosa allí arriba—El pelinegro hizo una pausa—Nisiquiera sabe rezar.
Erwin sonrió burlonamente y negó mostrando su dientes perfectos.
Le incomodaba la manera en la cual Erwin me habia estado procurando los últimos días, en clases y fuera de estas, conocía a mi madre así que no era un problema excusarse con eso.
Era gracioso verlos a ambos con los brazos cruzados mirándome, mirando como leía esas líneas católicas y sagradas mientras sabían que era una desgraciada.
—Srita. Romanov adelante con su oración de esta semana.
Asentí y tomé nuevamente el micrófono después de casi dar por terminada la misa.
Aclare mi garganta antes de hablar y los ojos de Rivaille se encontraron directamente con los míos, escondí una sonrisa.
—Oh Señor, te pido tu misericordioso perdón ante los pecados que he cometido—Hice una pausa y casi juré que los ojos brillantes de Erwin solo significaban lo dura que estaba su polla en sus pantalones—Guía mi alma por el camino de la pureza y el remordimiento para curar mi cuerpo y mente de todo ello, te pido señor que protejas a mi adorada madre y a mi preciado padrastro.
Casi percibí un respingo el Rivaille y entrecerro los ojos.
—Que su camino esté lleno de amor y lejos de la maldad y la tentación, guía sus almas hasta el paraíso y hasta tu manto bendito.
Mis labios no pudieron contener esa sonrisa maliciosa que solo oscureció los ojos de mi padrastro.
La misa finalmente terminó y todos comenzaron a levantarse de sus lugares para tomar sus respectivas clases, mis amigos se acercaron a mi cuando visualize esas 2 figuras imponentes caminar hacia mi dirección.
Rivaille mantenía un semblante sombrío y en el rostro de Erwin se reflejaba su amabilidad característica.
—Estuviste excelente .. —me felicito el rubio y mi respuesta fue un oleada carmesi en mis mejillas.