𝗗𝗼𝗻𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗲𝗰𝗮𝗱𝗼𝘀 𝘆 𝗹𝗮𝘀 𝘁𝗲𝗻𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝘀𝗲 𝘃𝘂𝗲𝗹𝘃𝗲𝗻 𝗶𝗻𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗼𝗹𝗮𝗯𝗹𝗲𝘀.
* Este fan fic contiene lenguaje y conductas sexuales, leer bajo su propio riesgo.
* No se permiten las adaptaciones de la misma.
*...
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—¿Tu madre sigue saliendo con el?
Asenti en silencio.
—Me imagino lo incómodo que es tenerlo en casa y aquí vigilandote.
—En realidad el nunca esta en casa creo que por respeto.
Jean asintió y ambos lo miramos, sentado en su escritorio mirando un libro ausente y bebiendo de su taza de porcelana.
—Es extraño.
—Si, no me imagino que diablos hace en un lugar como este.
—Yo digo que solo es un pasatiempo.
Ambos asentimos, había pasado en detención ya tres días, por aquel comportamiento hacia Ackerman.
Según a lo que me había dicho ese era el ultimo día allí, terminando tendría que salir a la capilla del colegio para "rezar" por mis pecados y mi mal comportamiento, odiaba esa maldito colegio.
En cuanto termino mi castigo tome mi mochila y me apresure a salir, la voz de Ackerman me detuvo en la puerta.
—No olvides rezar _________—murmuró desde su escritorio.
Jodida mierda, estaba segura de lo mucho que odiaba todo eso de la religión así que me molestaba con más ganas.
Entre en la capilla silenciosa y vacía y me arrodille como corresponde, no sabia ni como empezar a hacerlo.
—Querido Dios .. no, joder—me calle—Oye Dios ... —me detuve—Ok, mira .. si existes allá arriba, lo siento ¿ok? Se que he sido mala "niña" en mi defensa diré que así me creaste y tu nos amas como somos ¿no?
Mire hacia aquel enorme Cristo en la cruz esperando algo y me sentí como una estupida por ello, suspire irritada y escuché una risita desde atrás.
—¿Que mierda fue eso?
—Pensé que te habías largado—respondí
Era Ackerman cruzado de brazos desde las puertas corredizas.
—Quería asegurarme de que lo hicieras bien.
—Pues apesto, además este tipo nisiquiera responde ¿como se si me escucha, sabes? Da lo mismo si hablo sola en mi habitación.
El curvo sus labios en una sonrisa y camino hacia mi que seguía incada mirandolo por encima de mi hombro.
Se detuvo a mi derecha y lo mire desde abajo, remojo sus labios y bajo hasta a mi para arrodillarse a mi lado y juntar sus manos como es lo usual al rezar, cerro sus ojos para concentrarse y lo mire.
