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Jaehyun era bueno en muchas cosas; Haciendo deportes, estudiando, dándose a entender, escuchando a la gente, en fin, muchísimas cosas, lamentablemente nadie nunca daría merito por eso. Su hermano Taeyong era una súper estrella, y Jaehyun, el encargado de acompañarlo en sus giras.

No es que tuviera algo en contra de su hermano mayor, lo amaba y apoyaba en todo, pero había un problema: Jaehyun no se sentía suficiente, no se sentía una persona bonita, y ser el hermano menor de una estrella no contribuía a mejorar su autoestima.

Su aparente confianza, esa que por la que lo llamaban una persona muy madura para su edad, en realidad era una especie de fortaleza creada para que nadie se diera cuenta de lo que había en su interior.

Su hermano era una persona muy hermosa, no por nada era una gran estrella. Era un chico muy exigente con su equipo y bastante sobre protector con él, motivo por el que en ese momento se daba una discusión en los camerinos.

Faltaban quince minutos para que Taeyong saliera a escena, y él seguía gritándole a la maquillista por haberse metido con su hermanito.

-¡Quiero que se vaya!

-P-pero Taeyong, necesitamos que alguien se encargue de arreglar tu maquillaje en este show- razonaba su manager- te prometo que maña...

-¡Quiero que se vaya ahora! No me importa, no necesito a nadie que traté mal a Jaehyun.

Jaehyun se escondía detrás de su hermano sin comentar nada. Era una persona pacifica, no le gustaban las confrontaciones. Tampoco es que fuera cobarde, el problema es que Taeyong seguía insistiendo en ser su escudo humano.

-Tae, deberías calmarte.

-¡Pero ella se estaba burlando de ti! ¡La escuché!

Era cierto, las bromas de Jennie habían tenido un tono casi malicioso. A la chica no parecía importarle, estaba parada a un lado del manager con confianza, sosteniendo una brocha y la sombra de ojos que Taeyong necesitaba ponerse.

-Eso no importa ahora, debes salir ya, hazlo por mi, por tus fans.

Taeyong escuchó las palabras de Jaehyun y asintió con el cuerpo tenso de la furia, pero hizo caso a sus palabras y se sentó para ser maquillado. Jaehyun suspiró y asintió hacia el manager. Todos en el camerino pudieron seguir haciendo sus tareas.

Antes de que Jennie le pusiera una mano encima, Taeyong la detuvo.

-Mañana no te quiero aquí.

El hombre asintió y salió de la habitación.

Los gritos de las fans se escuchaban afuera.
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Jaehyun no tenía mucho por hacer con su existencia -cosas productivas, según él. Rotaba de ver clases con su profesor particular a hablar con el cocinero personal de Taeyong. A veces veía a su hermano ensayar, otras le daba dos vueltas al estadio corriendo para matar el tiempo y mantenerse en forma.

Los miembros del staff eran en su mayoría amables. A Jaehyun le gustaba, porque se había ganado esas atenciones sin que su hermano tuviera que amenazar a nadie, lo cual lo aliviaba. Taeyong siempre se enteraba cuando algo malo le ocurría, y no precisamente porque se lo contara, era algo así como su instinto de hermano mayor.

Sus padres tampoco podían hacerle compañía, estaban en Corea coordinando todo lo relacionado con negociaciones y marcas. Parecían un miembro más del staff que sus propios padres.

Cuando le preguntaron a Jaehyun si quería irse con Taeyong de gira o quedarse con ellos, Jaehyun no dudo en irse con su hermano. Su primer pensamiento fue que no quería dejarlo solo, yendo por el mundo sin alguien que le recordara a su hogar. Funcionó bien, Taeyong era una persona centrada y razonable la mayoría del tiempo, ambos tenían eso en común. El único momento en que se permitía ser más sentimental, de nuevo, es cuando se trataba de Jaehyun.

No se quejaba de su vida. Solo faltaba algo muy pequeño, una cosa más, y sería completamente feliz.

Estaba recostado en un asiento muy alejado del escenario, viendo como montaban las plataformas y las luces. Llevaba la capucha de su sudadera puesta y jugaba con una botella de agua. Acababa de dar sus dos vueltas del día.

Esa noche Taeyong daría su último concierto en Reino unido y partirían a Australia por la mañana. De pronto, una miembro del staff se le acercó. Era Lia, encargada de vestuario.

-Tu hermano me mandó a buscarte.

-Pero ese no es tu trabajo...

A Jaehyun no le gustaba cuando Taeyong daba ordenes al azar a cualquiera. Seguramente la chica tenía mucho que hacer.

-No importa, vamos.

Ella le extendió su mano y enseguida la usó de apoyo para levantarse. Bajaban las escaleras casi en zancadas.

-¿Sabes para qué me necesita?

-Ya llegó el nuevo maquillista y quiere que lo conozcas.

Jaehyun quiso rodar los ojos, pero no lo hizo para no parecer descortés.

Dejando atrás el ruido causado por las pruebas de sonido llegaron al backstage, donde el desorden reinaba. Todos corrían de un lado tratando de no chocar entre si. Hablaban al mismo tiempo; algunos animados, otros histéricos.

Se solía idealizar mucho la vida de los famosos, para él, después de medio año viendo todo ese trabajo casi a diario, le era muchísimo más fácil empatizar y valorar la ocupación de tantas personas. La importancia del trabajo en equipo. Por eso no le gustaba causar problemas, era del tipo callado. Esperaba que al nuevo maquillista no se le ocurriera la grandiosa idea de llamarlo "niño patético" en la cara de su hermano. No importaba que esas cosas fueran directo a su autoestima siempre y cuando Taeyong no estuviera presente.

Lia alzó la cortina del camerino y ambos ingresaron. Taeyong y un chico de cabello negro estaban conversando.

-¡Jae!- lo llamó Taeyong- ven aquí.

Jaehyun despidió a Lia y se posicionó a un lado de su hermano.

-Él es Nakamoto Yuta, mi nuevo maquillista.

-¡Un gusto!

Jaehyun lo observó un instante, haciendo una reverencia.

-Hola.

Yuta no se veía como los anteriores maquillistas que trabajaron para Taeyong. Era bastante joven, quizás hasta de su edad. Menudo y de piel clara, vestido de negro. Algo que no pudo evitar notar eran las dos uñas de sus manos pintadas de negro también. Le pareció simpático.

-Bien, lo mejor será que se pongan a trabajar, Yuta necesita familiarizarse con el lugar -sugirió el manager- Taeil te espera en el auto Jaehyun.

Él asintió y le echó una mirada más al nuevo maquillista, este le sonrió y le despidió con la mano muy animado. -No te acuestes muy tarde Jaehyun- ordenó Taeyong y le dio dos palmatidas en el hombro. También estaba sonriendo.

Jaehyun los miró a ambos con curiosidad.

¿De dónde habían sacado a Yuta? Era un chico apuesto que estaría constantemente alrededor de Tae, eso no traería nada bueno a la norma "cero parejas" en su contrato.

No quiso seguir importunando y salió de los camerinos para dirigirse al estacionamiento. No se quedaría a ver el concierto, vería clases de ingles y Taeyong no lo dejaba desvelarse antes de un viaje.

-Por lo menos es de su agrado- habló a la nada.

Adore youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora